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Después de esos gritos descomunales, era inevitable que ella se sintiera culpable. Después de aquel almuerzo, su mente estaba centrada en eso y solo en eso.

Alguien se uniría al club aquel día, y debía confrontar esa idea. Debía aceptar que ese chico conocería a la misma chica la cual desmintió a gritos aquel rumor que se había hecho tan popular.

Pero era extraño, se sentía tan cómoda con su mejor amiga. Cómoda como nunca antes. Estaba segura de que era amistad, y que las personas mentían.

Pues lo mismo pasa con cualquier amistad, los rumores de sus amoríos surgen y se vuelven una plaga, hasta no poder hacer nada juntos sin que alguien les pregunte si es que eran capaces de confirmar aquella teoría.

Solo quedaba esperar hasta que la gente se harte de aquellas malditas cosas que decían.

Y que por fin, pueda dormir en paz otra vez.

[...]

La chica de cabello morado pasaba por los pasillos aquella mañana de miércoles. Las hojas otoñales caían por las ventanas, y por fin el almuerzo llegaba a la par de la caídas de aquellos elementos de los arboles.

Era un almuerzo diferente, pues la chica que solía ver todos los días a esa hora estaba ausente en aquellas escaleras.

-... Quizás está tardando.

Y esperó. Esperó y esperó mas. Pero nunca llegó por si misma. Últimamente, la pelirosa había actuado extraño. ¿Y si se había equivocado de camino? Eso era muy estúpido. O tal vez había faltado al colegio, pero ella lo sabría perfectamente.

Al terminar su almuerzo en un claro individualismo, sacó un suspiro. Y salió a buscar a su compañera extraviada entre los 247 alumnos de la escuela secundaria a la cual asistía.

Caminaba y caminaba, intentando evitar las miradas de los demás y disimulando con un libro, pero cuando comenzó a llegar a la zona mas silenciosa de los pasillos escuchó una voz.

La voz de su compañera de club, Sayori. Decía palabras que no lograba entender. Pero entre palabras y otras, pudo escuchar una voz mas.

La voz de Natsuki.

-Lo odio, Sayori, odio estar asustada de decir lo que pienso.

Y luego, una voz silenciosa comenzó a sollozar. Y entre esos sollozos, escuchó su nombre. Escuchó la palabra 'Yuri' entre balbuceos trabados por el abrazo de Sayori que al acercarse de manera disimulada pudo ver. Luego del abrazo, observó atentamente como Sayori la tomaba de los hombros.

-Oye, está bien. Si quieres, le puedes hablar de lo que sientes de tu relación con ella en el club, así puedo apoyarte de manera telepática o algo así.

Natsuki sacó una risa entre labios, pensando en lo que decía la chica.

-Y también, piénsalo, hoy será un día genial, un nuevo miembro vendrá al club y comeremos unos deliciosos cupcakes tuyos.

-Espero que si sea tan genial como dices y no solo sea tu emoción por los pastelitos.

-¡Oye!

Y quizás para Sayori lo era, e incluso para Natsuki también.

Pero para la retirada Yuri, solo era un día lleno de inseguridad y miedo. Miedo de lo que podía llegar a pasar. "Hablar con ella" era lo que necesitaba ahora mismo, y debía esperar a las 4:00 PM para hacerlo.

Posiblemente, para Natsuki era una mala persona, o quizás algo peor que eso, ¿Siquiera había algo peor que eso?

Sin embargo, por ahora, solo una frase rodaba por su mente

♡ Heart Attack¡! - DDLC ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora