Capítulo 3

1.2K 96 33
                                    


Definitivamente tenía que estar loco.

Era la única explicación posible que justificara que estuviera en esa sección de la librería, pero casos desesperados como el suyo precisaban medidas desesperadas. Los libros de “Tácticas para hacerlo” resultaron ser un fracaso, y desde luego que Kakashi había pagado el precio al encontrarse con su preciada colección hecha cenizas. En el estante superior se encontró con la portada de una revista para adolescentes de quince a diecisiete años, y señalado en letras rojas había una sección muy prometedora que decía: arte de la seducción. Con estos sencillos pasos el chico de tus sueños caerá a tus pies.

—Veamos, Naruto es un estúpido empedernido de treinta años. —Se dijo pensativo mientras hojeaba la revista, leyendo con atención el artículo en cuestión—. Supongo que tendré que ser directo con él. Es la única forma en la que entenderá.

Mirada seductora (efectivo para personas atractivas). Con este arte de seducción, hará que la persona deseada pierda su capacidad de raciocinio temporalmente. Les recomendamos que antes de poner en práctica esta técnica se imaginen una foto suya y vean el efecto que produce en una persona al azar.

Después de que Sasuke pagase, se dirigió al centro comercial más cercano a poner en práctica todo lo que había aprendido. Una sugestiva imagen del rostro de Naruto llegó a él y observó con toda la seducción que pudo imprimir a un grupo de muchachas que iban pasando con sus compras en mano. Las tres chicas, incluido el joven que las acompañaba, cayeron al suelo con un derrame nasal, fulminados y enamorados del misterioso Uchiha.

Sasuke sonrió complacido.

—Voy bien. —Pasó un par de páginas para leer más, y sin que pudiera evitarlo, la sensación de los labios húmedos y carnosos de Naruto sobre los suyos lo invadió de golpe, lo que provocó que el mangekyō sharingan se activara y la revista se consumiera en flamas negras.

—Vaya, veo que otro libro no cumplió con tus expectativas.

—¿Qué es lo que quieres, Kakashi? —replicó Sasuke con molestia.

—¿Yo? Nada, la pregunta más importante es: ¿qué quieres tú? —dijo despegando la vista de su libro—. Escuché por ahí que te ves con Naruto casi todas las noches. ¿Cuánto ha pasado, tres, cuatro semanas? Se podría decir que tú lo ves más que su propia familia.

Sasuke frunció el entrecejo.

—¿A dónde quieres llegar con todo esto, Kakashi? ¿Por qué no eres claro de una maldita vez?

—Solo tienes que ser tú mismo, y ser claro con Naruto. Pero tienes que darte prisa. Aunque no lo parezca, el Hokage es un hombre muy asediado por las mujeres, y no es un secreto que su matrimonio no anda bien. Escuché que ni siquiera duerme con su esposa.

Algo parecido al alivio calentó el pecho de Sasuke.

—Por cierto, hablé con Naruto y descontará de tu paga el costo de mi colección de libros. —Se despidió Kakashi regresando a su lectura.

Era de noche cuando Sasuke llegó a Ichiraku. Sí bien no había quedado formalmente con Naruto de reunirse allí, parecía que siempre le esperaba con un trago de sake listo para él.

—¡Sasuke! —saludó agitando su brazo efusivamente—. Mi mejor amigo, mi rival, mi hermano. —Se limpió la boca con el dorso de su mano. Tenía las mejillas enrojecidas y la voz rasposa, delatando el exceso de alcohol en su cuerpo.

Sasuke sintió cada palabra como una estaca en el corazón. Y casi pudo leer el letrero gigante en su frente con las palabras: “friend zone”, en negritas y subrayado.

Un aura negra pareció rodear al Uchiha, quién se acercó en un par de zancadas, tomó a Naruto por el cuello de su chaqueta aproximándose peligrosamente a él.

—No vuelvas a decirlo —dijo ominoso con el brillo del sharingan en su mirada—. Nunca más —gruñó en su oído.

Naruto sintió un escalofrío recorrerle la espalda, erizándole los vellos de la nuca.

—Es, es una promesa, teme —balbuceó sin poder moverse. Y ahí estaba de nuevo esa mirada tan intensa de Sasuke que le costaba leer. Era como si esos pozos negros lo consumieran poco a poco, quemándole las entrañas.

Naruto permaneció tan absorto en el rostro contrario, que no se percató de lo cerca que estaban, hasta que sintió los dedos largos de Sasuke tomándole por la barbilla y sus labios presionando los suyos en un ardoroso beso.

Naruto permaneció tan absorto en el rostro contrario, que no se percató de lo cerca que estaban, hasta que sintió los dedos largos de Sasuke tomándole por la barbilla y sus labios presionando los suyos en un ardoroso beso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Notas.

Este capítulo corresponde al tercer día: es una promesa. La inspiración salió en gran parte de este doujinshi.

Muchas gracias por leer 😁.

Friend zone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora