Capítulo 6

53 2 0
                                    

Llegaban tarde a la cena, y cuando atravesaron la puerta del gran salón ya todo el mundo estaba sentado, y la selección de casas iba por la mitad. Todas las miradas se centraron en ellos. Muchos alumnos de gryffindor miraron con resentimiento a Dayana, pero dejaron de hacerlo cuando se dieron cuenta de la presencia de Alexander. Las chicas babeaban y se sonrojaban al mirarlo.
El director habló:
-Alexander Lestrange, venga aqui a realizar su elección de casa.
Alexander miró a Dayana y le soltó una leve sonrisa. Camino con rapidez y elegancia hasta el taburete, en el cual se negó a sentarse. No le habían ni puesto el sombrero y el nombre Slytherin salió de el viejo gorro.
Él se levantó y se dirigió hacia donde estaba Dayana sentada.
Esta le dió un casto beso en la mejilla, haciendo que todas las chicas de la mesa rabiasen y que un joven ojigris y rubio apretase los puños por debajo de la mesa

Terminaron de cenar y todos se diriguieron a sus salas comunes. Se despidieron y cada uno subió a su habitación.
Mientras la rubia hablaba con Pansy se chocó con Cassiopeia. Esta le miro cinicamente.
-Alexander será mío- le susurró
-Más te gustaría que un hombre como el te hiciese caso, cariño.
Empujo a la de rizos y avanzó hacia su habitación.

A la mañana siguiente, la chica se puso su uniforme. Se lo encogió con un hechizo para ir un poco más provocadora, y se puso la corbata, un poco más floja, dejando ver su bonito escote.

Bajó las escaleras hasta la sala común, donde su prometido la esperaba. De verdad se veía realmente sexy con su uniforme de Slytherin. Ellos juntos se dirigieron al Gran Comedor a desayunar, y como no, acapararon todas las miradas. Se sentaron ellos dos, y al rato, los demás se unieron.

-¿Viste el pelo de Granger?-rio Pansy.

-Si, parece un nido de lechuza- ambas rieron mientras se giraban a mirla, y esta, bajaba la mirada triste. Cosa que hizo que ambas Slythrins se rieran aún más.

Dayana saltó al sentir una mano en su muslo. Se giró hacia su prometido y le fulminó con la mirada, pero este puso cara de inocente, y de no haber roto un plato nunca.

-¿Qué pasa?-preguntó Draco.

-Nada, naDAA-medio grito ella al sentir el dedo de Alexander rozando su húmeda zona.

Le intentó apartar la mano, pero el forcejeo solo hizo que la mano del chico se moviese con fuerza sobre su clítoris. Haciéndola apretar las piernas con fuerza. Pero ese gesto no impidió que su prometido metiera un dedo dentro de ella y empezase a hacer movimientos con el.

Ella ya se había rendido por lo que termino abriendo las piernas, permitiéndole que metiera un segundo dedo.

Su mano se dirigió hacia su prominente bulto y mientras se aseguraba que nadie mirara empezó a mover su mano arriba y abajo.

El pelinegro quitó su mano de dentro de ella y apartó su mano de su paquete, y cuando la rubia pensaba que otra vez iba a hacer como si nada hubiera pasado, se bajo el jersey tapando su bulto, se levantó he hizo que la chica también lo hiciese.

-Ya hemos terminado, vamos a dar un paseo- dijo el apresuradamente.

Draco iba a protestar, pero no le dio tiempo ya que el chico casi salió corriendo de allí.

Al salir del Gran Comedor, empotró a Dayana contra la pared más cercana y le susurró.

-Voy a hacer que gimas mi nombre hasta que no tengas voz- y le mordió la oreja, cosa que hizo que la rizosa gimiera.

La volvió a agarrar del brazo y casi corriendo la llevo hasta las mazmorras. Susurró la contraseña a toda velocidad y la subió en brazos para poder subir las escaleras de hombres sin ningún tipo de problema.

Al llegar la posó en el suelo y la volvió a empujar contra una pared. La diferencia es que esa vez no habló y solo estampó sus labios contra los de ella.

Era la primera vez que se besaban y era un beso apasionado, cargado de excitación.

Ella agarró su nuca y tironeo levemente de su pelo, haciendo que el ambiente se cargase más.

El la agarró por el culo y la alzó apretando todo su bulto contra su feminidad.

-Mira como me tienes joder, hasta me duele de lo duro que estoy.

-Eso se puede solucionar rápido-casi gimió ella en su oído.

Sin bajarla y sin dejar de besarse, caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta de su habitación.

La abrió y sin cerrar la puerta la dejó encima de la cama.

Rápidamente cerró la puerta con hechizo y la insonorizó.

Se puso encima de ella y empezó a besarle el cuello con fiereza, dejando grandes marcas en su cuello.

Giraron posiciones terminado ella encima y en medio de la enorme cama. Ella se alejó y dejó de besarle y empezó a rozarse contra su enorme bulto. Pero eso no le bastaba, necesitaba más contacto.

Se bajó de la cama y bajo la atenta mirada de su prometido se bajó la falda. Meneando el culo de un lado a otro, el estaba hipnotizado. Se quito los zapatos y los calcetines, al igual que la corbata.

Se acercó a el y con una mirada picara le sonrió y se acercó a su pantalón. Pasó su boca por encima de las prendas haciendo que el suelte un gemido. Le desabrochó el pantalón y se lo bajó.

El bóxer conseguía cubrir poco y se alzaba como tienda de campaña.

Se puso encima y empezó a moverse como si tuviese su erecto miembro dentro de ella. Rozó con fuerza, gimiendo alto y diciendo su nombre varias veces, escuchando también sus jadeos.

Bajó poco a poco los besos por su cuello y torso y se paró en su bóxer negro, el cuál, bajó con los dientes.

Su pene al descubierto era realmente excitante. Con la punta extremadamente roja por la excitación.

Lo agarró con la boca y pudo escuchar un claro gemido.

Empezó a chupar a relamer, a chupetear a besar, a escupir y a tragar el gran pene de su próximo marido, mientras le miraba a los ojos y el ponía los ojos en blanco casi del placer.

Y no paró hasta que sintió un liquido caliente en su boca.

Cuando termino de relamerse el la cogió por las piernas y se puso encima.

Le quito el tanga y le metió 2 dedos en su apretada vagina.

-Joder-gimió ella cuando sintió como este tocaba su punto G mientras rozaba su clítoris.

El tocó con su lengua, enviando descargas por todo su cuerpo.

15 minutos haciendo lo mismo hasta que ella se vino gritando y gimiendo su nombre.

Ella se estiró y al darse cuenta de la hora, saltó y empezó a vestirse con rapidez.

-Pues empezamos bien el curso- rio el con tranquilidad.

𝑐𝑎𝑜𝑠   - a harry potter's world fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora