𝑐𝑎𝑜𝑠 - a harry potter's world fanfic

Capítulo 3

Nos habíamos ido a una zona más alejada de los adultos para charlar tranquilamente.

-Dayana, queríamos disculparnos por todos los malos tratos que hemos dirigido hacia ti- empezó diciendo Daphne Greengrass- para nosotros, nos resultó muy difícil de creer que una sangre sucia hubiese sido admitida en Slytherin y desde ese momento decidimos hacerte la vida imposible. En ningún momento nos imaginamos que serías de sangre tan pura, ni que serías una Sayre, simplemente te queríamos pedir perdón- me sonrió tierna y sinceramente.

Sonreí y asentí con la cabeza, logrando sacar un suspiro de parte de todos.

-Entonces... Amigos?- habló Pansy extendiendo sus brazos, haciéndome entender que le diera un abrazo.

Me acerqué a ella y le abracé.

-Amigos- dije al separarme del abrazo.

Desde ese momento empezamos a hablar, pero unos minutos después llegaron nuestros padres, diciéndonos que teníamos que volver a Hogwarts.

Todos asentimos y poco a poco fuimos desapareciendo y apareciendo del brazo de nuestros padres, en el borde del bosque prohibido, y de ahí nos dirigimos al castillo.

Todos teníamos hambre, por lo que nos encaminamos al gran comedor, pensando que no habría nadie, dado que había sucedido una tragedia. Sin embargo, nada más abrimos las puertas del gran comedor, todo se quedó en silencio.

Muchos nos veían asombrados de entrar por la puerta sin insultarnos o atacarnos y muchos otros hablaban sobre las carísimas ropas que llevábamos.

Pero cuando me senté en la mesa de mi casa y no en la de mis "mejores amigas" todo se volvió un mar de murmullos.

Lavender se levantó de su lugar y me llamó, confundida, y cuando yo me giré a verla con una mueca de asco puro, sus ojos se aguaron y llorando se marchó de allí, seguida de Hermione, Parvati y Padma y de algunos Gryffindor más.

Nos sentamos juntos y empezamos a hablar de todo lo que había pasado, pero sobre too a conocernos.

En un momento Pansy soltó una chorrada de las tantas que le había escuchado soltar desde que la conocí, y todos nos hechamos a reír fuertemente.

Pero cuando giré la cabeza, pude ver a Dumbledore verme con el ceño fruncido. De pronto las puertas del gran comedor se abrieron y mis padres entraron por ella. Si antes la gente murmuraba, por lo menos, lo hacía con disimulo, pero ahora, señalaban, soltaban exclamaciones e incluso pude escuchar algún que otro grito.

Mis padres sin siquiera inmutarse se dirigieron hacia nosotros con la cabeza en alto. Miradas de admiración entre los Slytherins no faltaban.

Cuando se pararon en donde yo estaba sentada, me sonrieron y me llamaron hija, el gran comedor parecía un concierto.

Dumbledore llegó hacia donde nosotros y les pidió un explicación, el les intentó llevar a su despacho, pero mis padres se negaron y afirmaron que yo era hija suya de sangre, y cuando Dumbledore les preguntó porque me cambiaron el apellido, ellos dijeron, que era lo más seguro para mí, y que si no les creían, hiciese el hechizo de verificación.

El director, como viejo entrometido que es, lo realizó, y al ver como una línea azul vibrante salía de la varita, casi se desmaya.

Este hechizo funciona para identificar miembros de los Sagrados Veintinueve** .Se pronuncian las palabras y al hacerlo, dependiendo del color de la hebra de luz que salga de la varita formas parte de una familia. Por ejemplo: el de los Malfoy, es de color gris, por sus cabellos rubio platinado y ojos grises. Cuando la persona no pertenece a una de las familia de los sagrados veintinueve sale de color blanco.

-Efectivamente-masculló el viejo, sus padres sonrieron tiernamente a su hija, y su padre hizo una pequeña mueca con la nariz, haciendo reír a las dos mujeres.

El barbudo se puso enfrente del gran comedor y en con alta pronunció un discurso.

-Una trágica noche. Hoy, un montón de verdades han salido a la luz. Lo primero que quería comentar, es que el entierro del señor Diggory será mañana. Y por último un aviso.

-La señorita, como hasta ahora la conocíamos White, se apellida Sayre. Ella es Dayana Sayre, descendiente de sangre. Se han realizado, los hechizos correspondientes para comprobarlos, obteniendo de todos ellos el mismo resultado. Por lo que desde ahora mismo, Dayana White, será llamada Dayana Sayre, como su sangre corresponde. Muchas gracias- finalizó. Todo el gran comedor se vio sumido en un gran silencio.

NARRADOR P.O.V.

La familia Sayre, se dirigió hacia la salida seguidos de los nuevos amigos de la joven descendiente y bajo las atentas miradas de todos.

Nada más cruzar las puertas, Arlette Sayre se abalanzó sobre su hija sin importarle si todos los amigos estaban allí, y la envolvió con sus brazos. Le besó la cabeza reiteradas veces hasta que alguien tosió falsamente. Arlette se separó de su hija y todos los presentes giraron las cabezas, para encontrarse, con el trío de oro y su "mejor amiga"

-Dayana, podríamos hablar?-preguntó Lavender.

-No hablo con traidoras a la sangre-todos allí rieron, menos, claro está, los Griffyndors. La chica soltó un sollozo.

-White discúlpate ahora mismo con ella- dijo Potter.

-Lo primero, mi apellido es Sayre, lo segundo, un asqueroso mestizo no me da órdenes, y tercero, porque iba a disculparme si solo le he dicho la verdad- respondí arrastrando las palabras y con la cabeza en alto.

Hermione la miraba atónita.

-Pero Dayana, ¿qué te pasa?-pregunto la chica de pelo enmarañado.

-Lo que me faltaba ahora por ver, una sangre sucia dirigiéndose a mi, cada vez peor- Hermione la miró con los ojos cristalizados.

-No te ocurra hablarle así!- gritó el Weasley.

-COMO TE ATREVES A HABLARLE ASÍ A MI HIJA ASQUEROSO WEASLEY!-bramó enfurecida la matriarca Sayre-LÁRGATE ANTES DE QUE TE MATE!-estos huyeron despavoridos- Menudos Griffyndors- dijo otra vez ella, mucho más calmada.

Todos asintieron

-En mi época eran un poco más valientes- dijo ahora el patriarca

Volvieron a asentir.

-Vámonos, los llevaremos a todos a la Sayre Manor, todas vuestras cosas están allí. Pasaréis allí el verano, os han dado el permiso para regresar antes- emprendieron el camino a las afueras del castillo, donde desaparecieron, volviendo a aparecer en una mansión mil veces más grande que la Malfoy Manor, sin exagerar. A pesar de haber vivido y crecido entre lujos, nunca habían visto una mansión tan enorme.