Capitulo 12

40 4 47
                                    


𝙿𝚘𝚍𝚎𝚛

—————————
𝙺𝚊𝚘𝚛𝚒
—————————

Lo único que podía oír eran los latidos de mi corazón zumbando por mis oídos. Parecía como si todo lo demás se hubiera desvanecido.

Exhalo profundo y me coloco en guardia, lista para atacar.

—¡Comiencen!

En menos de un segundo, Iida corre hacia mí con su don, a lo que yo creo una barrera casi al instante, logrando protegerme. La energía de aquella barrera chisporrotea en el aire, brillando con una luz intensa antes de desvanecerse. Tomo al de lentes con un par de látigos, pero este aprovecha ese ataque para usar su fuerza y lanzarme hacia el límite. Creo una esfera gigante para detenerme, sintiendo el impacto resonar en mis extremidades.

Al voltearme, veo que Iida está por acercarse, así que no tengo más opción que agacharme, y desde esa posición, le doy un golpe en su mentón, alejándolo un par de pasos.

Me levanto y me acerco a él con rapidez para lanzar una patada que este detiene. Dejo mi espalda caer hacia atrás junto a mis brazos para hacer una voltereta, logrando que el chico me suelte la pierna. El suelo frío se siente en mis manos mientras impulso mi cuerpo hacia arriba.

Iida intenta lanzarme una patada, por lo cuál me vuelvo a agachar, y esta vez lanzo un ataque a los motores de sus piernas. Aprovechando esa pequeña distracción, creo otro ataque que lo manda varios metros alejados de mí.

—Sabía que eras astuta, Fukushima —murmura mientras se levantaba, acomodando sus lentes—. Pero jamás me imaginé que tanto.

—Siempre tengo varios trucos bajo la manga.

—Eso lo sabía —esboza una sonrisa igual que yo—. Pero yo también tengo los míos.

De la nada, aparece frente a mí y me toma del brazo para luego lanzarme lejos del límite. Uso mi poder para elevarme y creo una barrera en la que choco a propósito para evitar alejarme del cuadrilátero. El escudo vibra con el impacto, pero me mantiene en el aire.

Siempre adáptate a las condiciones de una batalla.

Me repito esa frase para mí misma una y otra vez.

Me doy media vuelta y sin pensarlo dos veces, lanzo varios ataques hacia Iida que él logra esquivar, para así crear una neblina por todo el cuadrilátero y poder desorientarlo.

Me acerco por su espalda, y con ello, enrollo mis látigos alrededor de su torso y lo lanzo hacia fuera del límite, significando sólo una cosa.

—¡Kaori Fukushima pasa a la siguiente ronda!

Los aplausos resuenan en todo el alrededor, y entre ellos, los gritos de mi hermano y de mis compañeros alentándome. Suelto un suspiro de alivio, esbozando una sonrisa. Camino hasta dónde estaba mi compañero, para así ayudarlo a levantarse.

—Debo admitir que si eres muy fuerte, Fukushima —dice luego de recibir mi mano.

—Tú también lo eres, Iida —aseguro—. Deberías sentirte orgulloso. De seguro serás un gran héroe.

El chico logra sonreír, realizándome una reverencia.

—Muchas gracias.

Cuando la euforia del combate comienza a disiparse, mis ojos se encuentran con los de Endeavor, quién está observando desde la gradas. Su mirada es fría e intensa, como siempre, cargada de rencor que nunca pedí.

STARLIGHT |Shoto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora