STARLIGHT |Shoto|

Capitulo 13

𝙻𝚊 𝚋𝚊𝚝𝚊𝚕𝚕𝚊 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚜𝚒𝚟𝚊

Mi corazón latía a mil por hora, y gotas de sudor caían de mi sien debido al cansancio. Llevaba más de cinco minutos peleando contra Tokoyami, en dónde claramente ambos estábamos casi en empate. El
chico sabía cómo defenderse.

Tokoyami utiliza su Dark Shadow para intentar sacarme del cuadrilátero, pero creo una barrera, protegiéndome de ello y al mismo tiempo de mantenerme estática en mi lugar.

Deshago con rapidez aquella barrera y lanzo un ataque de luz a su don que intentaba acercarse a mí, pero en el momento en que lo hago, Dark Shadow se encoge y hasta quedar al lado de Tokoyami.

Me quedo ahí, esperando a que mi compañero lanzara el primer ataque con su don, mientras colocaba mi mano derecha detrás mío.

—¿Qué esperas? —musito.

Dark Shadow vuelve a acercarse a mí con más intensidad, a lo que espero unos segundos, y justo cuando está a un metro de mí, utilizo mi mano, creando una gran fuente de luz en la palma, provocando que el don se encoja y trate de huir. Tokoyami se distrae por eso y aprovecho de usar mi otra mano para crear unos látigos de luz y lo tomo del brazo para luego hacerlo caer hasta que caiga sobre el límite.

—¡Kaori Fukushima pasa a la tercera ronda!

Miles de aplausos y gritos se escuchan por el alrededor. Me acerco a paso tranquilo hacia mi compañero que seguía en el suelo y estiro mi brazo.

—Buen trabajo —emito.

El chico recibe mi mano y se levanta, realizando una corta reverencia que me hace sonreír.

—Fue un gran honor pelear contra ti, Fukushima —admite.

—Lo mismo digo, Tokoyami.

Sin más, ambos nos separamos para irnos a nuestros respectivos pasillos, en dónde cerca de ahí me recibían Ochaco junto a Izuku, quien este último tenía su brazo enyesado luego de la pequeña operación que le hicieron.

—¡Lo hiciste muy bien, Kaori! —vocifera la castaña, mientras me abrazaba.

—¡Felicidades, Kao-Chan! —sigue mi amigo, dándome una leve palmada en el hombro—. Pasaste a la semifinal.

—Gracias, chicos —mascullo, separándome de Ochaco y fruncir el ceño al darme cuenta de algo—. ¿Dónde está Iida?

Ambos chicos borran sus sonrisas e intercambian miradas. Un escalofrío recorre mi espalda al instante, como si fuera un mal presentimiento.

—¿Pasó algo?

—Pues... el hermano de Iida, Ingenium —empieza Izuku, su voz cargada de aflicción—, sufrió un ataque por parte de un villano y está grave en el hospital.

Abro los ojos de par en par, sintiendo como mis músculos se tensaban por aquella noticia.

—¿Qué? —pronuncio, aún anonadada—. Pero... ¿cómo?

—Fue en Hosu —explica Ochaco, bajando la mirada—. No nos quiso decir más.

Suelto un suspiro, llevando una mano a mi frente. La preocupación y la incertidumbre que sentía en estos momentos era intensa.

Primero la Liga de villanos en nuestra escuela, y ahora esto.

Con aquel pensamiento en mi cabeza, volvemos a nuestros asientos, en dónde el puesto de Akira estaba vacío, ya que en unos minutos le tocaría luchar contra su hermano. Ahora seguía la batalla de Katsuki contra Kirishima, y el que ganara, sería mi siguiente oponente.