STARLIGHT |Shoto|

Capitulo 14

𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘𝚜

————————
𝙺𝚊𝚘𝚛𝚒
————————

Parpadeo un par de veces, tratando de acostumbrarme a la fuerte luz que daba directo a mi rostro. Suelto un quejido al sentir una punzada en mi cabeza.

—¡Kao-Chan!

—¡Kaori!

—¡Fukushima!

Con sólo escuchar esas tres voces al mismo tiempo, ya sabía de quienes se trataba.

—¡¿Estás bien?! —exclama mi mejor amigo.

—¿Eh? —musito, llevando una mano a mi cabeza—. Sí, algo...

—No te levantes —me pide Ochaco, obligándome a que me recueste—. Aún estás débil.

—Nos habías asustado, Fukushima —se queja el pelirrojo—. Pensamos que te había pasado algo más grave.

—¿Cuánto tiempo llevo dormida? —pregunto.

—Pues... ¿como casi una hora? —contesta Uraraka.

¡¿Casi una hora?!

—¿Y las demás batallas? —sigo—. ¿Qué ocurrió?

—Bueno, Bakugo le ganó a Akira debido a que ella también se desmayó porque parece que no había comido nada antes de la batalla —responde Kirishima—. De hecho, está siendo atendida por Recovery Girl en la otra habitación.

—Ah, y también Todoroki decidió que compartiría el tercer lugar contigo.

¿Qué?

Me dirijo a ver a mi mejor amigo, frunciendo el ceño por eso.

—¿Tercer lugar?

—Sí, se supone que ustedes tenían que enfrentarse para un desempate, pero por la situación, le ofrecieron a Todoroki que si quería considerarse como el ganador ya que tú no podrías luchar, o que ambos se quedaran con el tercer lugar —explica Ochaco—. No dudó ni un segundo en compartir la medalla contigo.

Estaba anonadada. Eran tantas cosas que habían pasado en este rato que estuve inconsciente.

Y a todo esto... ¿como quedé inconsciente?

Justo en ese momento, la puerta se abre. Me sorprendo al reconocer a la persona.

—Mamá...

—Señora Luminous —musitan los chicos, realizando una reverencia.

—Hola, chicos —saluda la mayor—. ¿Podrían dejarme a solas con Kaori un momento?

Los tres asienten, para luego salir de la sala, no sin antes darme una última sonrisa. Mi mamá se aproxima hacia mí a paso tranquilo, sentándose en la orilla de la camilla.

—¿Te sientes bien? —me pregunta ella.

—Me duele la cabeza —admito—. ¿En qué momento me desmayé?

—¿No recuerdas nada de lo que pasó?

Niego con la cabeza, frunciendo el ceño. El rostro de mi mamá irradiaba seriedad y cierta preocupación, dándome un muy mal presentimiento. Mi corazón se acelera cuando ella suelta un suspiro, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.

—Tuviste una crisis a mitad de la pelea con Katsuki.

Mi expresión cambia a una de sorpresa. Un escalofrío recorre mi espalda y no puedo evitar preocuparme.