Renacimiento agrícola en el mundo apocalíptico

Capítulo 46: Caos y Búsqueda de Suministros

—Eeh-... —Un débil y apagado grito se escapó lentamente de la boca del anciano, pero como su anterior enfermedad le había dificultado vocalizar y hablar con facilidad, la familia, que en ese momento llevaba mucho tiempo sin salir de la base, no le dio importancia.

El anciano abrió sus ojos nublados, su expresión apagada y su rostro un poco azul.

Esta mirada hizo que una repentina sensación de temor surgiera en el corazón de la chica que notó por primera vez que el anciano se movía, ¡siempre sintió que el abuelo ahora se parecía a uno de esos horribles zombis de ahí fuera! Antes, la piel del abuelo seguía siendo amarilla como la cera, pero ahora parecía tan pálida... y esa mirada fija en sus ojos...

Con ese pensamiento en mente, sus pies retrocedieron inconscientemente hacia la puerta principal.

—Heh... heh! —El anciano, que se incorporaba lentamente, se levantó de repente del brazo en el que se sostenía su hijo ¡y lo mordió justo en la garganta!

—¡Aaaaaah! —Se oyó un grito procedente de la habitación y la chica que se había retirado a la puerta gritó y salió corriendo de la habitación, mientras los supervivientes que también vivían en el edificio cercano salían confundidos para comprobar la situación.

—¡¡¡Zombis!!! ¡¡¡Alguien se ha convertido en un zombi!!!

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—¡¿Qué está pasando?! ¿Cómo es que el viejo Liu se convirtió de repente en un zombi?

—No lo sé... ¿Se infectó con el virus zombi cuando salió a limpiar los zombis de afuera ayer?

—¿No se dice que el virus zombi se propaga extremadamente rápido y que sólo se necesitan unos minutos para convertir en zombi completamente a una persona una vez que entra en el cuerpo?

Algunas personas rodearon al zombi que acababa de ser asesinado con temores persistentes.

—¿Cuál es la situación? ¿Alguien acaba de disparar? —Un hombre se acercó apresuradamente a la valla y preguntó con voz grave y el ceño fruncido.

Varias personas se apresuraron a dispersarse y señalaron a un zombi que habían rodeado en el centro: —¡Es el viejo Liu! Se ha convertido de repente en un zombi.

—¿De repente? —El hombre también se quedó helado: —¿No era él el turno de ayer, para salir? ¿Cómo es que de repente es un zombi ahora?

—¡Nosotros tampoco lo sabemos! Hace un momento dijo que su corazón no se sentía bien, así que lo dejamos sentarse y descansar un rato, ¡pero de repente se convirtió en zombi y se abalanzó sobre nosotros!

Otra persona dijo de repente con algunas dudas: —El viejo Liu tiene problemas cardiovasculares y tenía un stent cerca del corazón antes del fin del mundo... pero eso no debería tener nada que ver con convertirse en zombi, ¿verdad?

Otro hombre sacudió la cabeza y resopló y negó con la cabeza: —Incluso si su stent está roto, todavía está dentro de su cuerpo, ¿qué tiene esto que ver con que de repente se convierta en un zombi?

—Sí, ¿podría ser que haya contrabandeado algo con él cuando volvieron ayer? ¿O tal vez fue la piel o la ropa la que se rozó con el virus zombi y recién ahora se lo llevó accidentalmente a la boca o a los ojos y se contagió?

—Es muy posible.

—¡Sí, sí, sí, es posible, es muy posible!

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