Renacimiento agrícola en el mundo apocalíptico

Capítulo 153: Algo que debe ser quitado

Tras caminar lentamente por la carretera durante unos diez minutos, llegamos al destino de Wei Xuan para el viaje, que era un almacén construido en medio de dos fábricas, había varios almacenes, desde fuera no estaba claro a qué empresa o lugar pertenecía.

Sólo cuando Wei Xuan y Du Hang entraron por la puerta entreabierta se dieron cuenta de que, en realidad, ¡se trataba de una estación de expedición de una empresa de mensajería!

Mirando los familiares carteles y los familiares vehículos de reparto urgente, Wei Xuan tuvo la sensación de que había pasado toda una vida. Para él, esas cosas antes familiares hacía más de cuatro años que no las veía, tres años en su última vida y más de un año en ésta.

Aunque sí había visto esos triciclos con los logotipos de varias empresas de mensajería en las carreteras y en las comunidades cuando salía en busca de provisiones, ¿cómo podían compararse con la forma en que se encontraban en las calles y callejones antes del fin del mundo, cuando estaban tirados por el suelo y esparcidos por los rincones de las comunidades?

Con una pizca de emoción en el corazón, Wei Xuan llegó con Du Hang a la puerta marcada como Almacén Nº 3, y sólo después de abrir la puerta se dio cuenta de que no se trataba de un centro de transporte general como había imaginado, sino de un almacén con todo tipo de mercancías.

Los almacenes de diferentes tipos y usos se dividen entre ellos, y todas las mercancías se exponen individualmente en sus estanterías, como si se tratara de un enorme supermercado mayorista. Como la actividad principal de la empresa antes del fin del mundo era la autogestión, muchas de las mercancías que había en su interior se compraban directamente a diversos fabricantes y se distribuían a puntos de almacenamiento de distintas provincias y ciudades, para luego venderse lo antes posible en los alrededores.

Junto con su propia logística repartida por todo el país, hacían mucho negocio en esta zona.

Wei Xuan buscó los números de estantería registrados en el pequeño libro y encontró fácilmente un lote de componentes electrónicos¹.

Después de ver estas cosas, de repente tuvo una idea brillante y se apresuró a arrastrar a Du Hang por el almacén, que claramente se utilizaba para almacenar diversos productos digitales, y sin problemas encontró un buen número de cámaras de vigilancia sin abrir.

Además, hay una amplia gama de teléfonos móviles, piezas originales de ordenadores y mucho más.

Cuando Wei Xuan vio estas cosas, recordó de repente que aquí había más de un almacén, ¡y que no sabía lo que había en el resto de los almacenes!

Con esto en mente, se apresuró a llevar a Du Hang con él a las otras salas y se alegró de encontrar un montón de cosas realmente "buenas", paquetes enteros de fideos de álcali², cajas de espagueti y varias marcas de setas secas.

Parece que este almacén ya ha sido visitado antes, pero sólo se ha tocado la primera mitad del almacén, y hay unos cuantos zombis dispersos deambulando por ahí, desde el personal original hasta forasteros recogiendo suministros.

Wei Xuan no estaba seguro de por qué en un almacén que lo tenía casi todo aún quedaban tantas provisiones, pero algunas cosas le ayudaban a mejorar su calidad de vida. No necesitaba molestarse con las cosas que hacía tiempo que habían caducado, pero los fideos de álcali y los espagueti que acababa de encontrar le bastarían para aguantar un tiempo: tenían una larga vida útil mientras no se humedecieran.

Agarrando un puñado de bolsas de plástico directamente de la larga mesa de operaciones de la parte delantera del almacén, Wei Xuan llenó varias de los dos tipos de fideos secos y productos secos variados que necesitaba llevarse y las metió y colgó en sus mochilas y en las de Du Hang.