Capítulo 5: Dilema

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Capítulo 5: Dilema

Los primeros rayos del sol de la mañana brillaron a través de las finas nubes, iluminando de punta a punta la antes bulliciosa ciudad desde el cielo.

Pero la ciudad ya no es la misma de antes, sin el tráfico ordenado, sin las multitudes que madrugan para ir al colegio y al trabajo, sin los aromáticos vendedores de todo tipo de desayunos.

Sólo había coches que habían rodado hasta la carretera y casi la llenaban, zombis que perseguían a los supervivientes con los brazos abiertos y rugiendo, supervivientes que intentaban desesperadamente escapar de este infierno en la tierra como moscas sin cabeza, casas que aún ardían, el sonido de vehículos que explotaban, disparos, el sonido de potentes coches que hacían sonar su acelerador.

Después de descansar toda la noche, Wei Xuan se frotó las sienes doloridas, su hombro herido ya no tenía el dolor insoportable de ayer, e incluso había una leve sensación de cosquilleo en los bordes: la herida se estaba curando.

¡Sólo era el segundo día desde que se había lesionado y ya se estaba curando la herida!. Cuando examinó su herida ayer por la tarde, ¡pudo confirmar que le habían arrancado un trozo de carne del hombro y que aún tenía horribles marcas de dientes!.

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Sentado y mirando en la dirección en la que el humo ondulaba densamente y el sonido de una explosión se oía débilmente, Wei Xuan en su corazón se lamentó: esa dirección debería haber sufrido una situación similar a la del primer piso de su casa, y el gas natural o algo debería haber sido incendiado accidentalmente por los usuarios de habilidad o la gente que había huido presa del pánico.

Pero no hubo suerte: aunque el piso de abajo de su casa también se había incendiado, parece que, al ser las tuberías más resistentes al fuego, el incendio no siguió extendiéndose a los alrededores después de que la primera casa y varios contadores de gas cercanos se hubieran quemado o el fuego hubiera calcinado por completo el edificio.

Pero las casas que se incendiaron tuvieron la mala suerte de tener demasiado desorden en los pasillos, lo que provocó que una casa tras otra y un edificio tras otro, las tubería de gas explotaran, quemando toda la comunidad antes de que el fuego finalmente se detuviera cuando ya no había nada más que quemar.

Al darse cuenta de que Wei Xuan se había levantado, Du Hang, que había estado sentado en silencio, giró la cabeza y "miró" en su dirección con sus dos ojos fijos.

Wei Xuan también giró la cabeza y le sonrió: —Du Hang, buenos días. —En ese momento, sintió repentinamente que sostenía algo en la mano del lado de su hombro herido, y miró hacia abajo: en realidad era ¿la mano de Du Hang?

¿Podría ser que, inconscientemente, hubiera vuelto a tirar de él después de que se durmiera la noche anterior? ¿Igual que ayer por la tarde cuando se desmayó por las heridas?

Sin embargo, Du Hang no respondió, y mucho menos explicó por qué los dos estaban cogidos de la mano. Wei Xuan miró a las dos manos juntas y sintió cierta calidez y a la vez una inexplicable sensación de pérdida en su corazón. Du Hang, que había perdido su conciencia humana, mostraba de vez en cuando algunos gestos demasiado íntimos cuando estaba a solas conmigo. Por ejemplo, ayer por la tarde se acercó de repente a oler su cuerpo, y ahora, al abrir los ojos, se encontró con que había estado agarrando su mano toda la noche.

Este tipo de gesto pequeño e inconsciente casi siempre hace que el corazón de uno revolotee, sin embargo, debido a que él es un zombi, ha perdido todos sus recuerdos, y los dos tienen que sobrevivir en el mundo post-apocalíptico, entre otros factores, el corazón de uno revolotea con deleite y un poco de pérdida. Pero cuando uno piensa en ello, si fuera antes del fin del mundo y si el mundo no hubiera resultado ser como es ahora, él y Du Hang podrían no haber tenido la posibilidad de conocerse entre sí durante sus vidas futuras, y mucho menos la oportunidad de tener tales gestos, que parecen más bien ambiguos en la interacción social normal.

Renacimiento agrícola en el mundo apocalípticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora