SMILE MY DEAR|KOOKV

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Taewoon siguió hundido en su agonía por al menos dos horas más. Dos horas en las que lamento cada mínimo acto que hizo en toda su vida. Dos horas en las que su hermosa esposa y su adorado hijo no dejaban de pasar por su mente.

Es un pésimo padre y un pésimo esposo, eso lo tiene claro, su esposa fue la mujer más dulce y hermosa que jamás pudo conocer, siempre le resultó más fácil lastimar a ángeles como ella y cómo su hijo. Aún recuerda cuando se enteró del embarazo, ella lo sorprendió con una pequeña celebración en su humilde casa para decirle que estaba esperando su primer hijo, se sentía tan feliz y pleno ¿En que momento dejo sentirse así?

Quizás no tenían mucho dinero, pero eran felices, después de años logró comprender lo que era la felicidad, pero si Kim Taewoon es conocido por algo es por arruinar los buenos momentos.

Y así...arruinó a su familia, mantando a su esposa y ahora perdiendo a su hijo como si fuera un reloj caro que puedes apostar en un juego de cartas...sus manos tienen demasiada sangre, sangre que desearía poder usar para traer a la vida la felicidad que perdió.

Si tan solo no hubiera conocido a ese maldito de Jeon Jungkook nada de esto hubiera pasado, debe reconocerle algo al hombre, sabe manipular a la perfección. Lo hizo perder todo por parecerle una presa fácil de las obsesiones y vaya que lo es.

Levantó triste la mirada por sentir a alguien observándolo fijamente.

-Jeon...- Él azabache lo miró con humor por ver al hombre llorando completamente empapado bajo la lluvia.

Los guardaespaldas de Jungkook ni siquiera se movían, mantenían su vista al frente listos para atacar si su jefe se los ordenaba, pero aún así, las ganas de reírse en la cara de ese desdichado hombre no les faltaban.

-Vine a reclamar mi premio, Kim- Jeon miró a su alrededor con su icónica sonrisa torcida- ¿Y...dónde está? ¿Sigue en la escuela?-Se burló con descaro.

-...¡Maldito sonrisitas!- Taewoon enloqueció e intento abalanzarse sobre ese cínico y molestamente sonriente millonario, sin embargo, un gancho al hígado por parte de sus guardaespaldas lo hizo caer de rodillas.

Jeon apenas si retrocedió para evitar el ataque puesto que sus guardaespaldas se encargaron de que ni siquiera le tocará un pelo, así que lo vio sonriendo con arrogancia.

-¡Wow! Pareces tener muchos sentimientos encontrados, tranquilo, solo dame al chico y podrás continuar con tu desgraciada y pobre vida-Sip, ese es Jeon Jungkook, más conocido por ser uno de los millonarios más reconocidos e importantes del país, pero sobre todo por su sonrisa perturbadora que simplemente es un recordatorio de su maldad y cinismo.

Jeon no se rebajo a arrodillarse y ensuciar su pantalón Dior con el sucio lodo de esa calle de los barrios bajos, miro a uno de sus muchos compañeros de apuestas desde arriba, cómo siempre lo ha visto desde el primer vistazo. Desde que descubrió que ese tipo ganaba apuestas por medio de tratos con los croupiers de su casino, no pudo resistirse a querer jugar una partida con él y darle una cuchara de su propia medicina.

Si solo un ladrón puede atrapar a un ladrón, entonces solo un tramposo puede vencer a otro tramposo.

Dió una orden para que sus guardias levantaran a Taewoon del piso con rudeza y lo dejarán justo frente a sus ojos, se acercó a su oreja y susurro:

-Espero que esto te sirva de lección, tu eres un tramposo-Uno de sus guardias le dió su querida y única Hitler's Golden Gun-Y yo odio a los tramposos-

El fuerte sonido de un disparo resonó por toda la calle más los pobres gritos del hombre, sin embargo, Jeon lo dejo libre con tan solo una bala en su pierna derecha.

-Si no te mato ahora es porque quiero mi premio, pero ten por seguro que cuando lo encuentre...serás hombre muerto- Y con eso se alejo entre risas a uno de sus muchos Bugattis.

Tras eso, Jeon no pudo parar de reír por un buen rato, puede que sea por la posición y el contexto tan cómico de Taewoon o porque es un psicópata y narcisista, o simplemente por ambos.

Sus risas cesaron de la nada cuando su teléfono comenzó a sonar.

-Habla Min- La voz a través del teléfono hizo un sonido de tristeza fingida.

-¿Por qué tan frío, Sr. Caprichos?- Se burló su amigo, Jeon rodó los ojos y se arrepintió de contarle todo a Min Yoongi- De igual forma, creo está noticia te gustará-

La voz sensual de Yoongi incendio el sentido de curiosidad en Jungkook, escuchar a Min así nunca es una buena señal, algo quiere y lo sabe.

-Pues escupe, sabes que odio que me dejen en suspenso- Yoongi rio cómo el loco que es.

-Ah-ah- Nego con sonidos extraños que Jeon más bien identificó cómo sexuales- Si quieres saber debes venir en persona, no te daré tal información por teléfono-

Y con eso termino la llamada. Jungkook se quedó pensado en la supuesta "noticia" y sobre de que podría ser ¿Será que por fin encontró a ese ex empleado de buen culo que tanto busca?...Diablos, odia tener que hacer lo que Yoongi le dice.

-A la residencia de Min- ordenó a su chófer y este obedeció casi se inmediato.