Blessed luck

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Luces, champaña, gordas billeteras, fichas, cartas, chicos y chicas precioses; el mejor ambiente para un casino, pero claro que tanta hospitalidad por parte de los empleados se debe a que su jefe no ha parado de jugar ni de ganar en toda la noche.

-Estas condenado Kim, ya no tienes nada para apostar- ojos oscuros como la noche, cabello azabache rebelde, traje Armani, piel lechosa y un rolex en su muñeca, un hombre en toda la extensión de la palabra vio con fastidio al tipo frente a él.

Un tipo de traje barato y zapatos de $30 dólares miró competitivo al hombre frente a él sentado en la mesa redonda llena de fichas, cartas y billetes que solo permanecían del lado del millonario hombre frente a él.

-Por favor Sr. Jeon...sé que debo tener algo más que ofrecer- busco con desesperación en sus bolsillos y cartera vacía.

-¿En serio lo crees? Entonces veamos-su risa irónica resonó por el enorme lugar -Me diste hasta la vida de tu esposa hace 3 años y fuí generoso, realmente no valía mucho. Me pediste una oportunidad para terminar con tu deuda, un último juego, pero sabes cómo funciona, con dinero baila el perro...y acéptalo, tu ya no tienes nada Kim Taewoon- los hombres del Sr. Jeon tomaron a Taewoon de los hombros y apuntaron un arma a su cabeza, listos para acabar con otro deudor.

Taewoon con las manos temblorosas y sudorosas busco lo que fuera en su billetera, la vacio boca abajo en el piso pero lo único que salieron fueron centavos, basuras y ¡Oh! La foto de su hijo.

Él Sr. Jeon miró con una sonrisa la foto de un chico de unos 15 años con cabello azul, sonrisa cuadrada y piel canela.

-Vaya, vaya Kim, no estaba enterado de que tuvieras un hijo...creo que ya se cómo podemos arreglar esto- Jeon recogió la foto del suelo y la puso sobre la mesa, indicando que ahora no es más que una apuesta.

Hizo un ademán para que sus hombres soltaran a Taewoon y este rápidamente se volvió a sentar, tomó la foto de su hijo y la guardo en su cartera de nuevo. Jeon lo miró con furia, quería a ese chico.

-Mira Kim, podemos terminar la apuesta aquí, yo volveré a mi mansión y cenaré un sushi de $800 dólares en compañia de la hija del mismo presidente si quiero y tú puedes volver al basurero donde vives y mis hombres te seguirán exprimiendo hasta el último centavo hasta que no tengas ni para comer, o puedes poner sobre la mesa a ese lindo hijo tuyo y con algo de suerte librarte por fin de la fastidiosa deuda. La decisión es tuya- Sonrio de manera torcida tratando de pretender que es sincera, cosa que por supuesto no logró.

Taewoon lo pensó un poco. Desde el asesinato de su esposa, su hijo es el último recuerdo que le queda de ella. Cada vez que lo ve, ve los mismos ojos desolados de su esposa mientras Jeon ordenaba a sus hombres torturarla y matarla para su solo entretenimiento.

Maldito sea el día en el que él Sr. Jeon lo manipuló para apostar al amor de su vida...

Su hijo no se merece una vida con un fracasado cómo él. Estará mejor con un hombre tan estúpidamente millonario cómo Jeon Jungkook, un hombre que puede darle todo lo que él jamas ha podido darle. Con algo de suerte no terminará igual que su esposa.

-Reparte las cartas- Jeon sonrió de lado.

Guiño un ojo a la croupier para que siguiera al pie de la letra sus órdenes.

Esto es demasiado fácil...

SMILE MY DEAR|KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora