20 capitulo

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caminaban con el amanecer a sus espaldas, entrando a unas grandes puertas y a lo lejos la la gran aldea del Sonido, hermosa y brillante, mas viva de como todos la recordaban.

-bien, Mitsuki podrías ir a llevar eso con tu padre. decía  dándose la vuelta mientras le daba un rollo bastante peculiar de color morado. este se sorprendió aun asi no tardo mas de un segundo en tomarlo -yo me quedare con los uchiha's...ah eemm kibaru ¿podrías acompañarlo?. podría haberse negado si no fuera por los ojos con los que lo veía, alegres y vivos incluso podría decir que habia un brillo en ellos que nunca habia visto.

-cla-cla-claro menma-san. tartamudeaba junto aun gran sonrojo que hasta las orejas le llegaba. sarada tapo con ambas manos su boca en un intento en que su risa no saliera mientras sasuke no prestaba atención a la imagen.

-con su permiso menma-san. dijo el albino de ojos verdes antes de saltar al tejado de una de las coloridas casas, siendo seguido segundos después por el ojos perla.

-sarada ¿puedo hablarte de algo...a solas?. pregunto frente de ella, pero aun así viendo los contrarios ojos azabaches de otra persona. una mirada que traía malos presentimientos.

-claro. dijo alegre y emocionada mientras seguía adelante seguida del ojiazul ante la atenta mirada seria de su padre.

-tengo muchas cosas que contarte, ahora que esta tu padre es el momento perfecto. pasaba uno de sus manos tras del hombro de la niña. dio la cabeza a un lado para ver a la vista al azabache y esbozarle una sonrisa, una sonrisa que estrujo el corazón del uchiha a la vez de un escalofríos por la espalda acompañado de un mal presentimiento.



-¿que tenias que contarme me-menma-san?. habia tartamudeado, el contrario estaba muy cerca de ella, incluso habia podido sentir su respiración tan cerca de sus labios.

estaban en un callejón, un poco profundo de el, ella estaba pegada en la pared mientras el estaba demasiado cerca suyo

-yo se quien es tu verdadera familia. susurro a su oído con delicadeza. la chica abrió los ojos cuanto pudo, se habia sorprendido pero a la vez desilusionado

-¿que? ¿po-por que lo dices?. estaba nerviosa y un tono de rosa adornaba ligeramente sus mejillas, puesto que ella sentía la presencia del azabache muy cerca de ella y los respiros que este ofrecía cerca de su oído no ayudaban.

-no te parece raro que el despues de tanto tiempo haya vuelto, ¿quien afirma que fue fiel todo este tiempo? ¿no es extraño que pase afuera todo el tiempo? ¿que el nunca pase tiempo contigo? el es un traidor de la aldea, juro protegerla con su sangre ¿quien lo ata a un matrimonio?.

-pero el no aria eso, el...no. bajaba los ojos con tristeza, dejando caer sus puños apretados, disminuyendo el chakra que tenia en ellos mientras el ojiazul se apartaba un poco.

-se que no me incumbe pero. buscaba en su bolsillo del pantalón una foto. el se quedo viéndola una vez que la tenia en sus manos. hasta entregarla a la azabache menor -mi madre era buen amigo te tu padre, esta foto la conservaba ella...y la verdad no se que relación tenga con mi madre per-. lo interrumpió cuando ella la abrazo, quedando su rostro en su pecho descubierto, sintiendo como este se humedecía. el dio leves palmadas en su espalda.

el tenia una sonrisa de triunfo, macabra pues su plan habia salido a la perfeccion.


-¿sucedió algo?. pregunto el ojos perla.

-no...nada de que preocuparse.

la noche era fría y oscura mientras las pocas luces que todavía seguían encendidas iluminaban al equipo, quienes estaban frente a las grandes puertas de la aldea.

-no digas idioteces. estuvieron solos todo el maldito día hablando ¿y me dices 'nada de que preocuparse?. se mantenía serio, alterado, a plena vista se podría ver en sus ojos su preocupación, mas cuando diviso a su hija, quien se mantenía detrás de el, aferrada a su abrigo, con ojos rojos, clara señal que habia llorado -¿que le hiciste desgraciado?.

-¡no le digas asi a menma-kun!.grito la niña azabache. sorprendentemente ella estaba frente el ojiazul mostrando el sharingan en todo su esplendor, protegiéndolo. sorprendiendo a la mayoría de su equipo.

el ojos perla y el albino dieron algunos pasos atrás al ver como el sharingan del mayor de los uchiha's era encendido, como lentamente desenvainaba su espada y miraba con odio al ojiazul, quien mantenía una sonrisa de superioridad, tan parecida a la de el.

-desde ase tiempo me tienes arto niño. saco su katana, apuntándolo a el -te soporte al ser hijo de Mi naruto...pero asta aquí llego mi paciencia contigo.  se tiro al combate, tenia la mirada puesta en el azabache quien no se inmuto a su amenaza, estaba tan distraído en el que nunca tuvo en cuenta a su hija.

-¡¿quien es ella?!. grito la niña, mostrando la foto a sus manos. sasuke no tardo mucho en darse cuenta de la foto, deteniéndose a centímetros de su hija, contemplando la imagen con nostalgia. -¿es verdad?. pregunto.

el azabache miro a su hija a los ojos, viendo como lloraban y como su mano temblaba de agonía, como con el sharingan encendido aun estos lloraban

-engañaste a mama ¿verdad? es por eso que nunca estas con nosotros ¡¿es por eso que nunca estas con nosotros?!. ella gritaba con enojo e ira mientas sus lagrimas no dejaban de caer tomando con fuerza la foto. el rostro del uchiha era arrepentimiento, por un segundo tristeza. el callo de rodillas contra el suelo dejando caer el arma.

-es...complicado sarada.

-¡mentira!¡tu solo engañaste a mama para restablecer tu estupido clan y luego irte con la que de verdad amas! ¡¿y sabes que padre?!¡tu y tu clan se pueden ir a la mierda!. paso su brazo a su espalda arrancando el logo detras de ella. lo miro por unos segundos antes de aventarlo frente a el -si ser un uchiha significa traicionar a los que mas amas...entonces no quiero ser una uchiha.

dio la media vuelta, tiro la foto al suelo y continuo caminando, tras de ella sus dos compañeros de equipo dejando al los dos azabaches solos

-te advertí que no me molestaras uchiha. hablo con seriedad y frialdad el ojiazul mientras el recogía la foto, volviendola a guardar en su bolsillo.

-eres un mostruo. hablo ronco y lleno de odio, levantando la mirada para verlo, con las misma intenciones, dando a saber que sus ojos sentían lo mismo con un rojo profundo y un morado brillante.

-de alguien lo abre sacado. hablo con simpleza dándose la vuelta continuando con su viaje alcanzando a los demás chicos.

-¿rojo? sus ojos eran rojos. pensó ante de levantarse del frio suelo -tal vez alucine. fue lo ultimo que pensó antes de un remolina de hojas verdes lo rodeara hasta desaparecer bajo la luz de la luna.

Fue Nuestra CulpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora