31 capitulo

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Como ya se hacía costumbre, habría sus ojos zafiro, recibiendo la intensa fragancia amarilla de girasoles silvestres. viendo como su vista se aclaraba, el blanco techo de concreto de la habitación.

lentamente, se acomodo en la camilla, sentandose sobre esta.

mantuvo la vista sobre la cama, notando como el rostro de su madre era iluminado por los rayos de sol, quien se encontraba dormida, abrazando sus piernas sobre la camilla.

no paso mucho, cuando el rostro del rubio comenzó a despertarse, dejando ver sus ojos azul brillante.

este volteo la cabeza para ver a su hijo, ya despierto, le dio una sonrisa y comenzó a levantarse. 

se acercó hasta su hijo, manteniendo su sonrisa, se agachó hasta quedar a la altura de la frente del niño.

-me preocupe mucho por ti. se acercó hasta depositar un beso en su frente, mientras al contrario solo le devolvía la sonrisa.

se apartó del azabache, solo para sacudir sus cabellos y apartarse, caminando hasta el centro de la habitación, percatandose de la presencia del chico de la otra vez, tendido en la cama, mirando de mala gana al rubio.

-bien, mi nombre es Uzumaki Naruto, madre de mi hijo, Menma Uzumaki y hokage de esta aldea, La aldea escondida entre las Hojas. se presentó, mirando al chico mitad azabache y rubio, aun sin apartar su ligera sonrisa en su rostro, y su cálido tono de voz de cualquier madre. -cuando te internamos, notamos algo de chakra ototsuki. no quiero juzgarte ni nada dattebayo, pero me gustaría saber si tienes contacto con ellos...o eres otro enemigo, aunque yo no crea eso dattebayo.

aunque haya dicho esto, con la mínima muestra de desconfianza, el moreno no apartaba su mirada fría hacia el rubio, manteniéndose callado.

-oye, no ignores a mi madre, gracias a él seguramente sigas con vida, además tienes el privilegio de que te hable de toda confianza ¿o prefieres estar amarrado en una silla y siendo torturado para que te saquen la verdad, baka?. preguntó, su tono de voz ahora era enojado, lo miraba de mala gana, todo lo contrario que hace una horas.

-menma dejalo, solo esta...confundido.

cuando termino de decir esto, su vista se dirigió al menor, específicamente su hombro derecho, vendado,donde no se encontraba su brazo.

-se que estas confundido, que has pasado por mucho, lo entiendo, pero ahora quiero ayudarte. creeme, se que por todo lo que has pasado, todavía hay una oportunidad de ver una luz, solo...déjame...mostrártela.

extendía su mano, ofreciéndosela al moreno, mientras que este, ahora solo la miraba con desconfianza.

lamentablemente, aquella escena fue interrumpida por el sonido de algo estrellándose en la ventana, cuando voltearon a ver, pudieron ver los restos de un tomate deslizándose por la ventana, escuchando los sonidos de la población a las afueras.

rápidamente, fue lanzado otro tomate, y otro, mientras que los gritos de las personas se escuchaban ''monstruo'' ''demonio'' ''maldito'' ''asesino'', gritaban las personas de afuera.

kawaki, apretó los dientes con molestia, mientras intentaba levantarse, grande fue su sorpresa cuando el azabache se levanto corriendo, directo hacia la ventana, cuando el rubio lo detuvo.

-esos malditos, no saben a lo que se enfrentan, deja de detenerme y te juro que no te volverán a decir estas estupideces.

-menma...no...me las estan diciendo a mi. 

aquellas palabras lo habían sorprendido, dio un paso atrás, para encontrarse con la mirada triste de su madre, confundiéndolo aun mas.

-¿q-que? entonces...¿a quien se lo están diciendo?. pregunto, mientras los gritos de afuera no cesaban, ni los constantes golpes a la ventana.

-la luna de sangre...tus ojos...sasuke...lo saben todo. la información se difundió en la madrugada, ahora creen que somos...

-¿monstruos?. todo lo contrario a tristeza y a miedo, apretó sus dientes, mientras su mirada se afilaba, creando un ceño entre sus cejas, no mostrando mas que odio. -U-CHI-HA. dijo por lo bajo, pensando de quien se trataba todo esto.

-si, hay una posibilidad, pero ahora no te preocupes de eso ¿okey? yo lo arreglare, por ahora tengo a el consejo pisandome los talones, por lo que quiero que te lleves al chico, encierrense en casa y no abras hasta que yo regrese...no se que les puedan hacer a ambos si los llegan a encontrar. sin dejar de ver al azabache, tomo de su bolsillo un kunai, uno especial, con tres puntas finas y un papel escrito, aferrado a este -quiero que ambos. dijo viendo al chico sobre la camilla -tomen este kunai y quiero que pienses en tu habitación.

-per-. siquiera pudo terminar cuando la persona que tenia enfrente, se desvaneció en humo, dejando el kunai en las manos del moreno -tu nunca usas clones. dijo, mirando por la ventana, al azul y brillante cielo despejado.



-más que una desgracia, es una oportunidad, renacer los clanes Uzumaki's y Uchiha's.

-opino lo mismo, incluso con tal información, la fusión de ambos clanes, además de otros, podremos crear guerreros formidables en combate.

-revivir el clan uchiha, uzumaki, sarutobi, incluso podríamos con el nara y el hyuga.

-no planeo hacer nada de sus propuestas, por si les queda claro, mi vida personal no les conviene.

-nos conviene desde que sabemos que es posible renacer ambos clanes, al borde de la extinción.

-sin dejar de lado.-hablaba un señor mayor, de barba blanca y túnicas, de este mismo color, además de arrugas y canas, productos de la edad -la situación de su hijo, podría significar un peligro...su inmediata expulsión.  

en aquella mesa larga, encabezada por el rubio, quien portaba su capa blanca de hokage, y el sombrero de este, mirando con seriedad a los presentes. 7 viejos, con túnicas blancas a lo largo de la mesa, y recargado sobre una de las paredes, viendo fijamente al rubio, un azabache de mirada onix, sin apartar su frialdad del rubio.

-Ustedes no pueden decidir...y si yo quiero, los únicos expulsados de la aldea, serán ustedes.

-eso sería inevitable hokage-sama. hablo la persona que tenía a su espalda, alentándolo, fumando un cigarro, cargando en sus manos unos documentos.

-no tienes el derecho de hacer eso, además...- lo interrumpió.

-¿no podría encontrar otro consejo? creanme que eso poco me interesa, además consideren un jubilo, antes de cortar sus cabezas ante toda la población de konoha ¿no? de todas maderas, yo ya soy un monstruo para ellos.

ante lo dicho, los concejales bajaron la cabeza, en signo de derrota, creándole una sonrisa al rubio.

- y bien ¿quiero saber como se difundieron los hechos?. pregunto, rápidamente su mirada se dirigió al azabache, quien miraba con una sonrisa perversa, llena de su mismo orgullo.

-hokage-sama, la información se dio a conocer esta mañana en las instalaciones de ambu, rápidamente confiscada con videos e imágenes. decía uno de los ancianos, lanzando una de las carpetas, en medio de la mesa, dejando al descubierto algunas imagenes.

-pero que horror. decía una de las ancianas tomando una de las fotos, siendo seguida por los demás, a excepción del rubio -esto...es horrible.

-en excepción, como sabemos. hablaba el azabache, comenzando a levantarse, y caminando hacia el rubio, quien no apartaba su mirada amenazante -culpable de estos crímenes. llego hasta el rubio, azotando ambas manos sobre la mesa -no es nada menos que nuestro hijo...por lo que...el clan uchiha se haría cargo por el inconveniente, limpiando la imagen del hokage y...salvando a mi hijo de un castigo mayor.

-¿que propones...uchiha?.

todos miraron al rubio, su sorpresa, incluso su mano derecha habia quedado sorprendido al ver tal apuesta tan arriesgada, viendo la macabra sonrisa que sobresalía de los labios del uchiha.

-solo te pido una cosa




Fue Nuestra CulpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora