Hanagaki Takemicchi se encontraba agotado, tantos viajes en el tiempo habían tenido consecuencias en su salud mental, además de abandonar en el olvido a su sueño, su corazón no podía soportar tantas muertes; Baji, Emma, Draken y Manjiro.
Hanagaki Takemicchi se encontraba cansado de tratar de salvar tantas vidas.
Hanagaki Takemicchi estaba cansado de tener que arriesgar su vida para salvar a otros.
Hanagaki Takemicchi estaba cansado de ser comparado con un muerto.
Hanagaki Takemicchi estaba cansado de tener que seguir respirando.
Hanagaki Takemicchi estaba harto de la vida.
Hanagaki Takemicchi abandonó su alma tratando de salvar a todos.
Hanagaki Takemicchi rompió su corazón para tratar de asegurarles un futuro donde todos fueran felices.
Hanagaki Takemicchi se dio cuenta de que el único futuro feliz que podía brindarles sería tratando con el problema desde cero.
Hanagaki Takemicchi o el héroe llorón como se han dedicado a llamarle murió ese día en el enfrentamiento de Kanto Manji vs TOMAN 2.0.
Hanagaki Takemicchi murió a manos de la pandilla rival.
El invencible Mikey se llevó la victoria pero con el héroe llorón también murió Manjiro Sano.
Takemicchi se encontraba perdido en un lugar que no conocía con una apariencia completamente diferente.
Caminó solo por el parque e donde se encontraba tratando de encontrar el camino a casa.
Escuchó gritos de una chica y corrió hasta el sonido solo por morbo, el ya estaba cansado de ser un héroe.
Al ver al grupo molestando apunto de golpear a una niña de cabello rojizo casi naranja fue que recordó. Fue en este escenario en donde conoció a Tachibana. Tan solo fue un flasback de su infancia el que lo hizo querer salir a la defensa de la niña pero se obligó a mantenerse oculto en su lugar porque es ahí donde Kisaki Tetta iniciaría su obsesión.
No queriendo traicionar a su viejo amor o Tal ves fururo amor, pidió ayuda al encargado de una tienda para que ayudara a la chica y así sin más se fue.
Se esforzó en recordar el camino a casa pues todos los puntos de referencia que conocía estaban casi irreconocibles, guiándose por una calle teniendo la esperanza de no estar equivocado llegó a su casa y como a sido desde siempre, la casa estaba en total soledad.
Se vio en un espejo y maldijo a su estúpido sueño, maldijo a su estúpida benevolencia, se maldijo a si mismo por ser tan débil.
Maldijo a Manjiro Sano por hacerlo enamorarse de el. Maldijo a cada persona que se cruzó en su camino, siendo Hinata la única persona a la que no podía odiar por completo, porque ella siempre estuvo, incluso después de que darse cuenta de que ya no sentía nada por ella, se quedó sin importarle que le haya roto el corazón, Hinata se quedó con el a pesar de ser una basura, Hinata estuvo para el acompañandole en su dolor aún cuando ella tenía el propio y el causante era nada más y nada menos que él.Hinata siempre estuvo.
El héroe llorón murió en el futuro y ahora también en el pasado y se juró a si mismo hacer hasta lo imposible para darle principalmente a Hinata un futuro donde ella fuera felíz, porque ella lo merecía, porque esa sería la única forma de pagar todo lo que ha echo por el.
Convenció a su cuidadora, porque sí, Hanagaki Takemicchi no tenía una relación cercana con su madre y como tenerla cuando ella a duras penas llegaba dos veses cada mes y solo para dormir.
Takemicchi quería un buen futuro y ese solo lo tendría siendo más fuerte y vaya "casualidad" de ser inscrito en el Dojo de los Sano.Y vaya día que fue el primero allí, lo hicieron mierda, si no fuera por el abuelo hoy tendría los huesos rotos.
En su primer día vio como un chico estaba apunto de ser mutilado y vio a Manjiro Sano ser un monstruo o eso pensaría cualquier persona pero no el, no Hanagaki, el jamás vería de ese modo a la persona a la que admiraba tanto y de la que se enamoró.
Takemicchi se arrojó enfrente de Manjiro recibiendo el la herida que le hubiera tocado al otro niño la absorbió el, el juguete le traspasó la ceja peligrosamente cerca de su ojo dejando una profunda cicatriz que no podría ser borrada.
Desde ese día y gracias al "accidente" se volvió cercano a Haruchiyo quien en el futuro se convertiría en un demente. Pero de lo de el futuro es responsable Sanzu, en este tiempo solo es Haru.
Fue difícil pues no queria acercarse demasiado a ellos pero Haru siempre estaba a lado de ese par.
Abandonó el lugar en su primer día y fue porque debía ir al hospital.
Se aferró a Shinichiro cuando el llegó a separarlos y fue el quién lo llevó al hospital y luego a casa.
—Sabes Shinichiro-san... Me alegra que hayas llegado
—Lo siento, yo — respondío avergonzado el hombre.
—No, no es por eso— Shinichiro le miró espectante y confundido —Me alegra haberte conocido.
—¿Por?— preguntó desconcertado
—Eres el, ¿No es así? El Jefe de Black Dragons— soltó una pequeña carcajada cuando la expresión del mayor se desencajo por la repentina confección —Antes que lo perguntes, me gustan mucho las pandillas y la Chaqueta de Black Dragons en la percha de la entrada no ayuda a encubrirte. De donde lo descubrí dijeron que eras un domador de bestias.
—Domador de bestias... Es un buen apodo para mí—-murmuró repitiendo lo que el niño le había dicho, aquel niño al escucharlo soltando una risita —Entonces tu serías el pequeño héroe.
—No— le cortó de golpe, odiando escuchar esa palabra de nuevo y el mayor mirandole sorprendido y esperando una respuesta —No soy un héroe Shinichiro-san, un héroe no es tan débil como yo, un héroe, un héroe es algo que jamás seré.
La respuesta dejó inmóvil al mayor, un niño jamás pensaría así de su persona, un niño soñaria con ser un héroe y este rechazaba la idea por completo.
Sigueron caminando en silencio hasta que cerca vieron un puesto de helado.
—¿Quieres un helado?— esperanzado de romper la incómoda situación fue la mejor idea que se le ocurrio.
—No— la respuesta fue seca y firme hasta que se dio cuenta que se estaba desquitando con la persona adecuada —Mi cara me duele mucho ¿Puedes comprarme ese helado mañana?— respondió dejando una sonrisa gande e inocente, la sonrisa más falsa que habría dedicado jamás.
—Bien, mañana—siguieron caminando y al llegar a la casa del niño se marcharon con la promesa del helado al siguiente día.
Esa no fue el último en cuanto que tuvieron, pues al ser Shinichiro genial con los niños cada cierto tiempo se llevaba a Takemicchi a jugar o a dar un paseo en moto. Y cada ves que se subía a una Takemicchi recordaba como se sentía ir de un lado a otro en la moto de Manjiro. Se volvieron cercanos, Tal ves su destino siempre estaba ligado a acercarse a algún Sano.
—¿Estás seguro de esto Shin-san?
—Tranquilo, ya verás que mi hermanito es un buen niño— dijo mientras entraban en un establecimiento que funcionaba como una casa hogar —Te va a encantar conocer a Izana, será todo un espectáculo.

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Tenjiku
FanfictionEstaba agotado, decepcionado y enloquecido por tantos viajes, esfuerso y sentimientos que nunca tendrían un final feliz. Tal vez en otro lugar, talves con otras personas pueda lograr sanar tanto dolor. El castigo por desafiar a Dios Talves pueda t...