Tenjiku

Anomalías

Izana se movía de un lado a otro, estaba desesperado, Kakucho estaba a su lado intentando calmarlo pero esta vez no sería posible, no de inmediato.

Pensar en la traición de alguien con quien has crecido y compartido la mayor parte de tu vida es algo que desestabilizaria a cualquiera. Aunque ¿Porqué alguien que a estado siempre a tu lado te traicionaria?

Takemichi ha estado comportándose de manera extraña, se movía ente sombras y hace meses que no volvía a visitarlos, desde el incidente con Manjiro al día siguiente sólo se fue y apenas enviaba un mensaje que confirmaba que seguía con vida. Intentaba no pensarlo demasiado pero hasta los más bajos de sus subordinados empezaban a cuestionar su lealtad. Todos recibieron una paliza.

Aunque estaba seguro de que Takemichi no los traicionaria también estaba muy preocupado, hace años también había pasado lo mismo y fue un milagro poder sacarlo con vida del quirófano, Takemichi tiene fases demasiado autodestructivas y estas le quitan el entero raciocinio y ataca, no importa a quién tuviera enfrente, es como si su mente se nublara y percibera a todos como enemigos.

Aún lo recuerda y muy vividamente, fue la primera vez que alguien pudo dejarlo fuera de combate Y si no fuera por Kakucho, ya estaría muerto.

Tiempo atrás

"¡Takemichi!" Gritaba Kakucho intentando hacerlo reaccionar, a pesar de ser los masfuertes de Tekjiku junto a Takemichi, en ese estado no podían seguir peleando contra el, Izana estaba muy lastimado pues fue el primero en lanzarse hacía el para calmarlo.

La primera ves que sucedió fue después de un trabajo de Tenjiku en el bajo mundo, el trato se había concretado con éxito y ya controlaban en su totalidad el barrio rojo y la mayoría de los barrios pesados de la prefectura. No saben que fue lo que lo desató pero de un momento a otro Takemichi salió corriendo despavorido del terreno baldío en el que estaban celebrando su más reciente adquisición. Esa huida de parte de el segundo comandante de Tenjiku dejó preocupados a los directivos de la pandilla pues Takemichi e Izana eran las personas más terroríficas que habían conocido todos, durante toda su vida. Kakucho salió tras el e Izana les ordenó hacer lo mismo.

Horas después y siguiendo los rastros de destrucción en el territorio de una pandilla enemiga, Izana encontró a Takemichi, estaba irreconocible y cubierto de sangre, rodeado de decenas de cuerpos pertenecientes a la otra pandilla, la mayoría de los cuerpos tenían los huesos fuera de su lugar y estaban desfigurados  a más no poder. Allí en el centro estaba Takemichi encargándose del líder de la pandilla y sólo pudo reconocerlo por el uniforme resultante, algo diferente al de los demás. El tipo tenía el rostro undido y en su pecho se podía ver que respiraba con demasiada dificultad, muchos de sus dientes yacían regados al rededor de los dos.

Kakucho llegó casi una hora después, viendo a Izana levantarse con dificultad y apenas manteniéndose en pie, Takemichi tenía un rostro inexpresivo, demasiado alejado de sus sentidos como si no fuera el quien ha estado destruyendo a esa pandilla. Al enfocar su vista más allá de Izana pudo ver a todos los cuerpos en el piso, calculó que eran casi todos en la pandilla contraria, la pandilla superaba los 400 miembros, era una de las razones por las que rivalizaban con Tenjiku. Se centró nuevamente en ambos contrincantes, Izana ya casi no podía mover sus extremidades y se concentraba en bloquear.

Kakucho corrió hacía Takemichi y acertó un golpe en su cien cuando este volteó a verlo, se llevó una patada en sus costillas que le impedía respirar y lo desoriento totalmente, recibiendo golpe tras golpe, intentaba acercarse a Izana para ayudarlo a ponerse en pie pero desde que se volvió el objetivo a la vista del pelinegro no dejaba de ser golpeado. Izana en un acto de suerte, con una patada logró enviarlo lejos de Kakucho, no fueron necesarias las palabras, cuando Takemichi volvió a por ellos uno se encargaba de distraerlo para que el otro se posicionara detrás y lo sujetara. Kakucho se posicionó y luego de varios golpes y um esfuerzo brutal, logró sujetarlo para que Izana encajara una patada y noqueandolo el instante.