Verdad

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—Háblame de los viajes en el tiempo, Sano Shinichiro.

Algo que Shinichiro nunca hubiese imaginado es que Takemichi preguntara sobre los viajes en el tiempo, no cuando el parecía totalmente incrédulo que cualquier cosa sobre natural y sin explicación.

—Yo vengo de 2018 o 2008, ya no sé cuántos años al futuro. No lo sé. ¿Tienes los impulsos oscuros?

Sin duda lo dejó sin palabras, un viajero al igual que él.

— ¿Tú eres un viajero? Es imposible, yo... Yo maté al anterior.—  alarmado, Shinichiro retrocedió varios pasos —Imposible —susurró perdido en sus pensamientos.

— Mikey, ¿Es cierto que lo hiciste para salvar a Mikey-kun? — Takemichi debía saberlo, tener alguna razón para vivir toda esa mierda, una y otra vez, aunque estaba seguro que no importaba si era una razón estúpida, el lo aceptará siempre y cuando tenga que ver con Mikey, al fin y a cabo es por su felicidad que el aun sigue vivo.

—Si, todo lo hice por Mikey, no podía aceptar que el no pudiese ser feliz.— Confesó con la mirada en el piso, no arrepentido de lo que hizo pero si avergonzado de sus alcances para conseguirlo. —Si no me crees, puedo contarte todo lo que sucedió, no quería perder a mi hermanito.

—No hace falta, ya lo he visto con mis propios ojos, desde el día de accidente, la aprensión de Sanzu, el mal camino de Baji, el escape de Emma, hasta tu suicidio. —comentó al mismo tiempo en que tomaba uno de los cigarrillos de Shinichiro para quitarle el filtro y usarlo —No se cono fue, pero se que fue en ese momento.

—¿Cuándo?

—Jack está muerto, murió hace unas horas.

— ¡Jack! ¿Cómo? ¡Hablé con el ayer!— la noticia le cayó como agua helada, necesitaba respuestas, demasiadas, pero Takemichi no dijo más que eso, se levantó y salió tambaleante rumbo hacia su motocicleta. — ¡Responde!

— Camina— alcanzó a balbucear, sus palabras se detuvieron cuando unos cálidos ojos color miel lo miraron con asombro y preocupación. Los mismos ojos que años atrás le suplicaban cuidar de su hermano.

Se quedó estático, aquellos ojos lo miraba con curiosidad ahora, en su interior sentía un enorme deseo de abrazarla y rogar por su perdón, después de todo, no pudo cuidar a Mikey. Sus mejillas ya húmedas lo hicieron reaccionar, retomó su camino muy deprisa, escapando de nuevo.

Shinichiro llegó segundos después, miró a su hermana a punto de llorar, sostenía su ropa fuertemente entre sus manos y tenía la cabeza baja.

— Emma ¿Estás bien? ¿Te dijo algo?

— Shin-nii ¿Por qué él lucia tan triste? —se abrazó a su hermano y oculto su rostro, ella había visto a un Takemichi tan roto como lo estaba antes de conocer a su familia, vacío y sin vida. Ella no vió a un ser humano, vió a un alma destrozada que pide a gritos la salvación.

Shinichiro se separó de su hermanita y luego de una palabras la envío a dormir, siguió los pasos de Takemichi y lo encontró sobre su motocicleta en la entrada de su casa, de nuevo con la mirada perdida y sus ojos dilatados, simplemente mirando a la nada y a su vez sintiendo todo.

— Esto va a matarte algún día — tomó el "cigarro" entre sus manos y lo arrojó a una alcantarilla.

— Me lo debes, era de excelente calidad — encendió su motocicleta y le indicó a su acompañante seguirlo.

Varios minutos después, ambas motocicletas apartaron en un lugar lúgubre y ahora reducido a cenizas, la casa de Jack.

Ambos bajaron y se adentraron en el lugar, bajo algunos escombros que simulaban una pequeña caseta se encontraba una foto muy desgastada, dos niños y una mujer sonreían brillantemente junto a un hombre cuyo rostro habia sido arrancado de la foto.

— Jack...

— Emily, nuestra madre y Himiko, nuestra hermana. El hombre a su lado no se quién es, nunca hablaron de él y Jack cambiaba de tema si le preguntaba, me prohibió investigar sobre él. — explicó pausadamente, mirando desde su lugar a la pequeña familia que le dió momentos de felicidad, habría deseado que durarán más.

— ¿Qué le pasó a la casa? Es como si la hubiesen-

— ¿Quemado? Si, yo la quemé. La volví cenizas con mi familia dentro.

En ese momento Shinichiro vió algo que nunca olvidará, la imagen de la persona más temida del bajo mundo siendo solo un niño aterrado.

Ahora cuatro personas habían visto su verdadero ser y no sabía si eso lo afectaría para bien o para mal más adelante, tampoco queria averiguarlo.

— Dame la mano Shin — extendió la suya hasta el frente y esperó a que su contrario la tomara.

Cuando ambas manos se tocaron, un cúmulo de sentimientos llenó la mente de Shinichiro, la frustración y el dolor predominaban entre los otros.

— Cuando llegué por primera vez, creí que todo era un sueño o que era yo mirando mi vida por última vez, hubo un niño que sin querer me ayudó a regresar a mi tiempo y me salvó de morir doce años después y todo gracias a un apretón de manos.

— ¿Qué es esto? — alarmado, intentó remover su mano y soltar la de Takemichi, los sentimientos lo estaban abrumando demasiado.

— No se cómo es que puedo hacerlo, pero lo descubrí hace poco, justo antes de la muerte de Jack, el tomó también mi mano y vió a través de mí.  Y poco después cuando ví que la casa sucumbió ante el fuego, tus recuerdos llegaron a mí.

— ¿Yo puedo ver tus recuerdos? — preguntó en una mezcla de esperanza y temor, esperanza porque al fin podría entenderlo y temor a lo que podría encontrar dentro de su mente.

Si hablar nuevamente, presentó sus respetos ante su familia y salió rumbo a su motocicleta, confiad de que Shinichiro lo seguiría, arrancó rumbo hacia el cementerio en dónde debería estar enterrado, aparcó a pocas calles de él, mirando la misma máquina expendedora, la misma calle y el mismo ambiente.

— Este es el lugar en dónde murió Sano Emma, dos sujetos en una motocicleta golpearon su cabeza con un bate.

Su acompañante lo miró asombrado y aún más cuando Takemichi tocó su hombro y vió vividamente el momento en que su hermana murió.

El recorrido continúo y llegaron a un deshuesadero de autos.

— En este lugar murió Hanemiya Kazutora, luego de asesinar a Baji Keisuke. Cuando regresé no pude evitar la muerte de Bají pero por lo menos pude impedir que Manjiro matará a golpes a Kazutora. — nuevamente tocó el hombro de Shinichiro y dejó que mirara en su interior, llegando hasta ese fatídico día.

Se apartó del deshuesadero, estar ahí le causaba escalofríos, incluso si en esa línea no pasó, el recuerdo en su mente lo hace estremecer, el grito desgarrador de Chifuyu lo atormenta, el llanto de los capitanes y la mirada vacía de Manjiro. No quiere recordarlo, pero su mente hace que sus dolorosos recuerdos se proyecten una y otra vez, casi como si fuera un castigo.

Cuando ambos salieron de ahí, se dirigieron hacia el taller de Shinichiro, estaba a punto de amanecer y se suponía que el recorrido había terminado.

— Cuando Manjiro murió, escuché hablar sobre los viajes en el tiempo...

— Lo se, ya lo ví, lo que no logro decorar es cuando o donde fue, jamás había visto ese lugar ni a esa persona.

— En ese entonces Waka era un pez gordo, el gimnasio que dirige con benkei es justamente el bar al que me llevó cuándo murió Manjiro y el lugar en el que yo hice... Eso, no queda muy lejos de ahí.

— Vamos ahora —Volvio a levantarse pero está vez si cuerpo se sentía demasiado pesado, apenas y había escuchado la explicación de Shinichiro.

— No ahora, mira el estado en el que estás, apenas y te mantienes en pie — le ayudo a sentarse nuevamente, viendo como echaba su cabeza havia atrás y sus ojos trataba de enfocarse — además ya amaneció y hay mucha gente. Duerme, voy a despertarte cuando sea hora de ir.
























— ¡Shinichiro!

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2024 ⏰

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