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Era mi primer día en el Tecnológico de Monterrey y como es costumbre en un estudiante nuevo me alejaba de los demás para evitar problemas, además estaba cansado y con sueño. Había tenido inventario la noche anterior en mi trabajo. Me alejé lo más que pude de la mesa de los populares, de los bullyings, de los deportistas y de los rockeros. Vi una mesa ocupada solo por un joven que parecía inofensivo, en caso de haber problemas creo que lo podía calmar con un golpe.

—¿Me puedo sentar? — Hablé fuerte para demostrar valor.

—Solo si no te importa ser rechazado el resto del semestre. —Tono sarcástico muy notable.

—Amm, me llamo José, José Torres. Mucho gusto. — Le dije mientras hacía un gesto de saludo con la mano.

—¿Qué onda, José José Torres? Soy Isaac Staks y esto se llama "mesa", esto se llama "silla", esto se llama "jugo de mango" ¿quieres un poco? — Dijo señalando cada objeto con el dedo.

—Solo un "José". Y no, gracias. Estoy lleno.

Aún no sé si lo dijo sarcásticamente como casi todo lo que dice o si lo dijo bromeando o si solo lo dijo porque le encanta hablar. Lo odié en ese mismo instante.

Esa fue la primera vez que hablé con él. No estábamos en ninguna clase ni nos veíamos en el bus, solo tomábamos el lunch en silencio en aquella misma mesa ocupada por nosotros dos.

Con el paso del tiempo parlábamos de apoco, a final del semestre siguiente éramos buenos amigos. Hablábamos de cosas que a Starks no le gustan y teníamos mucho tema sobre eso ya que no le gustan tres millones de cosas, tal vez un poco más. "Hablábamos" es un decir, le encanta hablar y pocas veces se queda en silencio para escuchar, por lo tanto no da oportunidad de decir palabra alguna. Aun que con el tiempo ha ido cambiando eso.

A Starks nunca le ha faltado dinero, su padre el Dr. Ian Starks ganó millones con sus investigaciones y progresos en la ciencia. Pero a Starks no le gusta divulgarlo ni presumir de ello. Comento esto para que no se les haga raro algunas cosas que comentaré después.

Quiero dejar claro que no me atraía, ni antes ni ahora, porque se presta a interpretaciones cuando un hombre habla bien de otro. Pero sí lo admiro por las cosas que hizo y hace. También por lo que creo que puede lograr. Starks se ha logrado convertir en parte primordial de la investigación del "Proyecto Z" y yo (no es por hacerme aires de grandeza) soy parte importante de ese proyecto. Y para los que no sepan, la "Z" no es por "zombie".

Muy bien amigos, por hoy no voy a contarles mi vida, si están leyendo esto déjenme decirles que de aquí en adelante las cosas no serán normales, ya que de aquí en adelante contaremos las cosas que pasaron después de aquel noviembre a mis 17 años. Las cosas que Starks registró y las cosas que yo descubrí y las que juntos investigamos. También quiero aclarar que este fenómeno aún no acaba y que no sé bien cómo acabará esto, o si acabará, por si se percatan que esto está escrito en infinitivo.



Sin saber del mañana (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora