- ¿Y tu que te vas a poner? - Beth levantaba los brazos entregándose a su madre para que la mayor la vistiera.- Un vestido blanco, Igual que tú – le respondió Yelena - pasándole la solera blanca por la cabeza - ¿Y mami Kate que se ve a poner? - Desde que Yelena la había despertado para que se bañara y así poder empezar a prepararla para la fiesta, que la niña no paraba de hacer preguntas.
- No lo se cariño - De verdad no sabía que ropa había preparado su novia. De hecho estaba casi segura que Kate no había empacado nada especial para el evento.
- Claro porque a ella no le gusta tanto la ropa - Yelena la miró
- ¿Por qué dices eso? - preguntó sorprendida.
- Pues porque ella vive pidiéndote que te saques las ropa. Debe ser porque no le gusta - la niña hizo sus cálculos.
- Algo así cariño, algo así - la fotógrafa iba a matar a su novia y a su insaciable sed sexual.- Pero esperemos que use algo blanco porque sino tu tía Natasha la mata - si por un mantel armaba un escándalo, Yelena no quería imaginarse a su amiga estrangulando a su novia - ¿Estos? - le mostró un par de zapatos blancos con hebilla y punta redonda - ¿o estos? - esta vez tenía en sus manos unas sandalias blancas del estilo zapatito de bailarina.
- Si la tía Natti y mami se pelearan... ¿Quién ganaría? - era como decidir entre Batman o Superman. La pequeña le señaló el segundo par.
- ¿Por qué lo preguntas? – a esta altura ya ninguna pregunta de su hija le sorprendía.
- Pues mami Kate es muy fuerte ¿cierto? - la rubia asintió - Pero la tía Natt cuando quiere puede hacer llorar a cualquiera, como lo hizo con la señorita Anderson - Aunque no fue precisamente Natasha la que la hizo llorar - Digamos que si mami fuera Hulk y la tía Natt Ironman, para ti... ¿Quién ganaría? - Beth ya se había hecho la película.
-¿Hulk es el muñeco verde cierto? - entre todas las películas de superhéroes que su hija y novia le hacían ver, le era un poco difícil acordarse cual era cual. Pero a este le había pegado - ¿Ironman es el del escudo? - No estaba para nada segura - Cariño si no te quedas quieta no puedo peinarte - Quien diría que en una charla de peluquería se iba a estar hablando de superhéroes.
- ¡Mamá! Ese es el Capitá América - la pequeña no lo podía creer - Ironman es el millonario con supertecnología. Es rojo y amarillo - Beth estaba hablando con la madre equivocada.
- Bueno... en ese caso... creo que ganaría... ¡Empate! - Yelena disfrutaba ver la cara de escándalo que ponía su hija.
- ¡Mamá! ¡No puede haber empate! - una aberración.
- ¡Claro que si! El muñeco verde y el del escudo se juntan a tomar un café, a charlar sus diferencias y se hacen amigos... ¡Empate! - Si Kate se enteraba de esto, Yelena iba a tener que soportar durante horas, toda una tesis sobre superhéroes.
- ¡Yelena! - Natasha aparecía en la habitación de la Belova mayor, vestida con un muy corto vestido sin mangas, blanco, pegado al cuerpo y que definitivamente resaltaba su adorado bronceado - ¿Puedes decirle a tu sexy pero endemoniada novia que empiece a cambiarse? ¡Mírala! ¡Mirala! - La rusa se acercaba al balcón seguida de su amiga. La pelinegra estaba subida a una escalera arreglando uno de los faroles - Solo falta ella- se volvió a quejar.
- Déjala tranquila Natt, quiere que esté todo bien nada más - le aseguró - ¡Lista! – La mini Belova estaba de punta en blanco para la fiesta.
-¡Mírate ratita! ¡Estás muy bonita! – A su tía se le caía la baba por su sobrina - Pero eso no quita que falte poco para que llegen los invitados y el bomboncito no esta listo - no dejas pasar una mujer.
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Cuando, donde y como el amor quiera
FanficKatherine Bishop, es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su forma de mujeriega irrumpe en New York sin saber que un encontronazo con una rubia, mandona idiota le va a cambiar...