Interés Mutuo • KTH (COMPLETA)

𝕊𝕖́𝕚𝕤

Capítulo 6
Enciclopedia Kim

La pantalla del teléfono dejaba expuesta la información que se conocía sobre el pintor V, según Internet, el chico era hijo único, su madre había sido una periodista respetable e increíble en su trabajo, su padre era un crítico del arte el cual podía ser estricto a la hora de dar su opinión sobre éste, conoció a su esposa en una exposición de arte, ella se encontraba documentando el evento y él había sido invitado a esa gala. Algo que puso nerviosa a Diana era el hecho de sus raíces, la pareja venía de familias de excelente posición económica, no siguió leyendo porque acabaría ansiosa, a ese punto arrepentirse no era una opción.

—Lo siento, había un poco de tráfico—HaeSook tomó asiento frente a ella.

—Esperaba que llegaras para pedir algo de comer—llamó la atención de la dueña del local, era un puesto callejero de Tteokbokki.

— ¿Ahora invitas a comer luego de saber que tendrás mucho dinero?

—No lo digas así, me hace sentir mal—guardó su teléfono—Mi día se ha ido muy rápido.

— ¿Firmaste el contrato?

Una ración de Tteokbokki junto a dos botellas de Soju fueron servidas en su mesa. Ambas tomaron sus pasillos comenzando a comer.

—Sí—Diana masticó—El fin de semana será la boda—ante sus palabras recordó el no decirle a nadie. Ya era muy tarde—No digas nada de esto, si lo haces tendré graves problemas legales.

—Seré una tumba.

—Quiero que visites a mamá cuando no esté, tendré prohibido vivir aquí por un año y me asusta.

Hae bebió el primer trago sirviéndose otro.

—Estarán bien, Diana, estarás en el mismo país.

—Nunca me he separado de ellos.

—Siempre hay una primera vez—le sirvió un trago. La castaña lo aceptó bebiéndolo en un segundo— ¿Cómo harás con la luna de miel?

—Ah, el contrato decía que dormiríamos en camas separadas.

—Eso es triste—Diana con mejillas llenas la miró casi ofendida—Cierto, no, eso es...un alivio.

—Nunca te había visto fascinada por un hombre. Sólo los de los dramas.

—Es que Kim TaeHyung tiene algo que atrae y enamora con sólo verlo.

—Es una persona corriente, HaeSook.

—No pusiste atención—chasqueó la lengua.

—Hablo enserio, él...parece muy normal, un poco intimidante pero normal—se encogió de hombros—Haremos esto por simple interés, él necesita estar en el testamento de su padre y yo necesito el dinero.

— ¿Dijiste que su padre estaba enfermo?

—Eso dijo su asistente.

—Es raro, no han dicho nada de eso en las noticias o en las redes—frunció el ceño masticando hasta llenar sus mejillas. HaeSook trabaja en recursos humanos en un canal de televisión, ella estaba en la oficina un poco lejos de las cámaras, a Diana le recordó la información que estaba leyendo.

—En Internet dice que su madre fue una de las periodistas más importantes...

—Na YiNa—asintió bebiendo—Daba las noticias a primera hora de la mañana y luego a medianoche. Se llevó varios reconocimientos por su increíble desempeño, la mujer se aseguraba de tener la verdad antes de dar la noticia.

— ¿Eso no hacen todos los periodistas?

—No, muchos se dejan sobornar por políticos o dicen cualquier cosa que leen.

— ¿Qué me dices de su padre?, dice que es crítico del arte.

—Kim Taeyang, dicen que sus críticas son muy específicas y directas, mi padre solía leer sus opiniones en el periódico cuando era joven.

— ¿Ya no es crítico?

—Sigue siéndolo, pero no es tan famoso como antes, diría que no es tan influyente como antes.

—Vaya.

— ¿Qué?

—Eres como una enciclopedia de la familia Kim.

—Dime que necesitas saber y te lo diré—guiñó un ojo haciendo reír a su amiga.

▪︎▪︎▪︎

El lienzo frente a Tae había sido dejado en un rincón para permitir que la pintura se secara en ella. El joven pintor se dirigió al baño de su estudio limpiando sus manos para eliminar los rastros de pintura y asearse un poco antes de partir a casa. Por alguna razón le gustaba que su estudio donde pasaba horas y horas pintando quedara un poco lejos de su casa, pintar o dibujar era algo que lo distraía o relajaba por completo haciéndole olvidar el resto. Aquel cuadro era un retrato, finalmente había hecho el rostro perfecto en pintura, rostro perfecto desde su punto de vista.

Metido en la bañera con el agua tibia y las burbujas respiró profundo pensando en lo que estaba haciendo. Otro hombre se aprovecharía de la situación de Diana y jugaría con ella, otro hombre podría conquistarla con cosas típicas o sino podría simplemente decirle que ya la conocía desde antes.

Cerró sus ojos inclinando su cabeza hacia atrás.

— ¿Estás seguro que es ella?—preguntó al asistente Jeon. Ambos se encontraban en el auto junto a las ventanas que daban al restaurante, la atención de ambos estaba puesta en una de las jóvenes meseras que se mantenía en constante movimiento.

—Sí, señor—asintió—Su nombre es Im HyeJin pero suelen llamarla Diana.

Tae se distrajo con el recuerdo de su mente donde una niña le sonreía con dulzura colocando una flor en su oreja, una margarita para ser más específicos.

—Dile al detective privado que no la pierda de vista por unos días más, esperaremos el momento justo para que aparezcas ante ella.

—Sí, señor.

— ¿Qué estoy haciendo?—llevó su mano a su frente. Inhaló y exhaló varias veces, TaeHyung conocía a Diana desde mucho antes, pero por alguna razón ella no lo recordaba.

Bueno, tal vez él si conocía la razón después de todo.