Diana tiene muchas deudas que pagar, es el único sustento de su familia por lo cual siempre debe mantenerse en movimiento. Una oportunidad llega a ella cuando el asistente de un reconocido pintor a nivel nacional le ofrece casarse con Kim TaeHyung p...
La cena estaba servida fuera de casa, esa noche comerían a la luz de las antorchas que se habían colocado creando una bonita iluminación. Diana se acercó a la mesa donde su suegra, su esposo y el primo de éste conversaban entre vinos. TaeHyung la miró en cuanto la distinguió, llevaba un vestido negro de tirantes muy bonito en su cuerpo, Diana se sonrojó tomando asiento junto a su esposo, éste le sonrió un poco tomando su mano sobre la mesa.
Por supuesto, este detalle no pasó desapercibido para la señora Kim.
—Con todo el respeto que mi primo se merece, estás hermosa esta noche, HyeJin.
—Gracias, SungMin.
—Tengo curiosidad sobre ese vestido—todos miraron a la señora Kim. La cena fue servida por los empleados de la casa— ¿Lo pagaste tú o mi hijo, querida?
—Mamá—Tae reprochó.
—Por favor, es evidente que ella no pudo pagarlo considerando que no trabaja.
—Tía YiNa, no seas dura con la chica—SungMin tomó su copa de vino.
HyeJin sintió el apretón en su mano por parte de TaeHyung, su vestido no tenía ningún rasgo llamativo, era cómodo y fresco muy sencillo pero perfecto para esa cena. No esperaba que las cosas fueran sencillas con esa mujer allí.
— ¿Papá estuvo de acuerdo con esto? —cuestionó Tae.
—Le ofrecí venir, pero no quiso.
—Dime, HyeJin, ¿Cómo te enamoraste del amargado de mi primo?
Por unos momentos Hye olvidó que decir. Aunque había besado a TaeHyung no consideraba que estuviera enamorada, ¿O sí?, seguía lamentando no poder recordarlo, hubiera sido lindo hacerlo.
—Ya te lo dije, a veces es más importante escuchar que hablar.
—Por supuesto, el dinero hace peso en medio de eso, ¿No?
—La verdad no—Diana se atrevió a responderle—Una persona puede tener mucho dinero, pero si no sabe escuchar a las personas que lo rodean puede terminar perdiéndolo todo, debe haber un balance, señora Kim.
TaeHyung y SungMin sonrieron ladinamente sin ver a la mujer. Al parecer Diana la había callado sin notarlo.
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HyeJin había quedado llena con la cena, sus mejillas estaban un poco rosadas por el vino consumido en la comida, se sentía más tranquila. Los empleados recogían la mesa y ella decidió ayudar acercándose a una de las mujeres tomando los platos sucios.
—Señorita, ¿Qué hace?
—Ayudando—Diana colocó los platos en un carrito con los demás. Prosiguió con los cubiertos en el momento que su suegra se acercó.
— ¿Qué se supone que estás haciendo? —reprochó. La castaña dejó lo que hacía notando como los empleados apartaban la mirada trabajando más rápido—Bueno, no debería sorprenderme, los de tu clase siempre se rebajan al nivel de los empleados.
—Ser cortés y amable es algo que no tienen los de su especie, suegra.
YiNa abrió sus ojos como platos.
— ¿Cómo me llamaste?
—Escuche, sé que me odia por no tener tanto dinero como su esposo o como usted, pero lamentablemente su hijo se fijó en mí—dio palmaditas a su hombro—Y no puede hacer nada con eso.
— ¿Cómo te atreves a decirme eso? —apartó su mano sacudiendo su hombro.
—Del mismo modo que usted me dice cosas sin siquiera conocerme realmente.
— ¿Qué sucede? —TaeHyung intervino.
—Tu esposa ha bebido mucho.
—Sólo un poco, no mucho, sigo consciente—indicó—Le decía a tu madre como ser cortés y amable con el personal, es evidente que le tienen miedo por ser como Cruella de Vil.
— ¡¿Qué?!
—Será mejor irnos a dormir, mañana estaremos ocupados durante el día—tomó los brazos de su esposa obligándola a caminar—Hasta mañana, mamá.
— ¡Hasta mañana, suegra!
La señora Kim bufó más que indignada por esa actitud. Diana al llegar a las escaleras recibió ayuda de Tae quien la llevó por los escalones. SungMin veía divertido desde el barandal.
—Me siento un poco mareada.
—Espera—Tae la cargó en brazos al llegar arriba. Diana abrazó su cuello recostando su cabeza en su pecho.
—Me agrada tu esposa, primo, nadie había enfrentado así a la tía YiNa.
TaeHyung no le respondió, se limitó a caminar hacia la habitación de Diana deteniéndose al recordar que con su madre allí tendrían que compartir cuarto como una pareja de esposos normal. Mañana se lo explicaría a la chica.
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Un ligero dolor de cabeza la despertó por la mañana, Diana se quejó con una mueca de dolor tocando su frente. Se incorporó en la cama somnolienta escuchando la puerta abrirse, TaeHyung vestía con unos shorts café y una camisa verde, su cabello estaba ligeramente despeinado. Traía algo en su mano, se acercó a la cama dejando una pequeña bandeja en la mesa de noche.
—Esto te ayudará a tener un poco de energía por la mañana.
Iba a preguntarle que hacía en su habitación hasta que notó un detalle diferente. Miró la cama y luego a TaeHyung, éste se agachó frente a ella explicándole.
—Con mi madre y mi primo aquí no podemos dormir separados, notarían algo raro—susurró—No dormí en la cama, no te preocupes, dormí en el sofá junto al balcón.
La chica pasó sus dedos por su cabello enredado. Recordaba vagamente lo de anoche, pero no recordaba cómo había llegado a la cama.
—Nosotros no...
—No hicimos nada, no te preocupes—sonrió un poco—Mi madre está arreglándose, iremos por un paseo en el barco de la familia. Bebe el café, te esperaré abajo, ¿Está bien?
Un poco confusa, Diana asintió.
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El barco era espacioso y lujoso. El capitán los llevaría a pasear por el mar, Diana no quería comer nada, le avergonzaba terminar devolviéndolo como cuando llegó a la isla. El clima estaba soleado con el cielo despejado, la castaña no se sentía muy animada esa mañana.
— ¿Dónde está la HyeJin de anoche? —SungMin sonrió divertido ofreciéndole algo de champaña.
—Puedo suponer que hice el ridículo—negó con la cabeza. Realmente no quería ingerir nada que no fuera agua.
—La verdad es que no, pusiste a mi tía en su lugar.
— ¿Qué?
—Enfrentaste a mi tía con palabras y de manera civilizada, nadie lo había hecho antes—dio un sorbo a su copa de champaña—Ya me caes bien, HyeJin.
La castaña miró a su suegra quien se encontraba tomando el sol totalmente relajada. TaeHyung estaba con el capitán conversando con este. Diana entendió porque la mujer la ignoraba más que antes, ¿Se arrepentía?, no, ¿Lo lamentaba?, no. Si Tae no le había reclamado por ello significaba que había hecho lo correcto.
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