Capítulo 2: Promételo

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Gura regresó a casa, emocionalmente destruida y con ese reloj todavía en la mano. Enterró su cara en la almohada mientras empezaba a llorar, aun procesando lo que acababa de suceder. Se quitó el abrigo de Amelia y lo puso a un lado de la habitación. Miró aquel maldito reloj, pulsando el botón una y otra vez. "Devuélveme a Amelia...", murmuró mientras pulsaba el botón una y otra vez.

"Por favor... devuélveme a Amelia... por favor"

El tiempo no iba más rápido, de hecho, parecía que el tiempo iba cada vez más lento desde que Amelia desapareció. "¡Por favor... por favor... por favor...!" Gura tiró el reloj con frustración, ni siquiera quería hablar con ninguna de sus amigas sobre lo sucedido, no quería que nadie más lo hiciera ahora por esta noche. Lloró hasta que su cuerpo se cansó de ello, consiguiendo dormir durante casi un día entero.

"Hola amiga, ¿estás bien?" Gura se despertó recibiendo un mensaje de Calli, ya era casi de noche cuando Gura decidió salir de la cama, Gura deseaba que lo ocurrido ayer fuera solo otra pesadilla suya, pero al ver aquel abrigo aún en la habitación y el reloj que se encontraba cerca de este, se dio cuenta de que efectivamente Amelia se había ido.

"Sí...".

"¿Estás segura? No sueles desaparecer de un día para otro sin decir nada."

"Estaba cansada, eso es todo."

"Bueno, si tú lo dices... por cierto, ¿sabes algo de Watson? Sé que suele desordenar su agenda y demás pero no se ha conectado para nada desde la tarde"

"Sí..."

"¡Genial! Todas nos preocupamos porque no ha hecho este tipo de cosas desde hace meses... ¿ha vuelto a su trabajo de detective o algo así? La última vez ocurrió casi lo mismo que hoy, así que supuse que era eso."

"Bueno..."

Después de toda una noche llorando, sintiendo casi como si no quedaran lágrimas, sintió que al menos podía decir algo. No ha sido la única amiga de Amelia desde hace mucho tiempo, y sabía que sus amigos estarían más que contentos de ayudarla.

"¿Podemos hablar por el chat de voz?"

"Claro :}"

Gura pulsó el botón en cuanto vio que Calli le respondía, Calli no tardó ni un segundo en responder a su llamada.

"Hola Gura".

"Hola Calli..."

"¿Qué pasa? Suenas enferma..."

"No... como dije estoy un poco cansada..."

"¿Un poco? Pareces muy cansada..."

"Tal vez estoy muy cansada..."

"Espera... ¿entonces qué pasó? ¿Tú y Watson se pelearon o algo así?"

"No... no... yo quería, pero..."

"¿Pero?"

"Siendo que eres una aprendiz de la muerte... ¿hay alguna manera de saber si alguien...?"

"¿Gura...?"

"Calli... ella..."

Gura se dio cuenta de que aún quedaban lágrimas en su cuerpo, Calli podía oírla llorar desde el otro lado de la llamada, mientras su voz se volvía más áspera y menos clara cada vez que intentaba hablar, su corazón se hundió al entender lo que quería decir al preguntar eso.

"No... Gura... no me digas..."

"Se ha ido... ella..."

"No... no hay manera... antier ella estaba sana como siempre... ¿qué... cómo...?"

Hasta que la Lluvia se DetengaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora