Historias Fluffyvenom (traducidas)

Fireworks

Autor: Eddies_guitar

Wolf no podía dejar de correr. Sus pulmones y piernas estaban en llamas, pero no se detuvo. Corrió lo más rápido que pudo de regreso a su escondite. Una vez que lo hizo, corrió por el túnel y entró en el ascensor, aprovechando ese momento para recuperar el aliento.

Una vez adentro de lo que fue su guarida de crimen, corrió y trepó al sofá. A pesar de que ahora estaba en casa, todavía podía escuchar el estallido de los fuegos artificiales que llenaban el cielo nocturno. Las desventajas de ser un canino, pensó para sí mismo.

Por lo general, Wolf se quedaría en casa, mantendría la puerta de su habitación cerrada y la televisión a todo volumen para ahogar el ruido, pero tenía tanto pánico que no podía moverse, se acurrucó en posición fetal, sus patas cubriendo sus oídos para bloquear fuera del ruido fuerte, pero para no prevalecer. Odiaba lo asustado que estaba por los fuegos artificiales y sólo quería que la celebración terminara. Odiaba el 4 de julio, pero siempre podía tolerarlo. Debería haber inventado una excusa. Decir que estaba enfermo y que no podía ir o simplemente ser honesto y decir que odiaba el ruido. Ahora estaba seguro de que su pequeña escena en el parque preocupó a todos. Eso era lo último que quería hacer.

Sollozó, sintiendo que lágrimas calientes comenzaban a acumularse en sus ojos, picando mientras se deslizaban por sus mejillas. No le gustaba llorar, pero esto era demasiado para él. Amaba a sus amigos, pero estaba contento de que no estuvieran aquí para verlo hecho un desastre temblando, llorando y aterrorizado.

Se sobresaltaba cada vez que escuchaba una fuerte explosión, apretando sus patas contra sus oídos y cerrando los ojos con fuerza. Él solo quería que terminara.

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Snake finalmente llegó a la base, sorprendido de que Wolf pudiera correr hasta aquí tan rápido. No estaba lejos, pero aun así era un gran tramo. Se deslizó dentro del elevador, el corazón latía un poco rápido por la preocupación. Realmente esperaba que Wolf estuviera bien. Nunca había visto a Wolf actuar así antes. Siempre fue tan tranquilo, tan sensato y fresco como el hielo. Snake lo envidiaba a veces. Pero si Wolf actuó así, definitivamente algo andaba mal.

El ascensor sonó. Las puertas se abrieron y salió Snake. Lo primero que escuchó fueron suaves sollozos y buscó de dónde venía. Su búsqueda duró poco una vez que vio sus orejas asomándose en el brazo del sofá.

"¿Wolf?..." Dijo con cuidado. Él no respondió. Se acercó a él en silencio.

Snake se asomó lentamente por encima del respaldo del sofá y lo que vio hizo que su corazón se achicara. Era Wolf acostado en el sofá en posición fetal, con sus patas cubriendo sus oídos mientras ríos de lágrimas caían de sus ojos fuertemente cerrados. Estaba gimiendo y temblando como un cachorro perdido y asustado en una noche de invierno. Probablemente no escuchó entrar a Snake ya que estaba enfocando toda su energía en bloquear el ruido del exterior.

Snake rodeó el frente del sofá y se acercó a Wolf, pero dudó. No quería asustarlo. Extendió su cola de nuevo y lo toco suavemente, haciendo que el lupino lo mirara. Parecía peor por el desgaste, sus ojos una vez ámbar ahora hinchados y rojos.

"¿..Snake..?" Su voz era baja y temblorosa. El reptil no era bueno con reconfortar ni reconfortar, pero por Wolf iba a intentarlo.

"Sí, amigo, soy yo", sonrió, envolviendo lentamente su cola alrededor de su muñeca para mover sus patas de sus orejas, pero Wolf se resistió. Finalmente, en el cerebro de Snake se dio cuenta de que Wolf pensaba que los fuegos artificiales seguían estallando. Snake negó con la cabeza, esperando que el canino entendiera que le estaba diciendo que ya no había fuegos artificiales.