5-Busquemos distracción

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Olivia Garrett
17 años

Después de pasar, considerablemente, la noche más larga de mi vida, decidí tomarlo como algo positivo, en el sentido de que no es bueno reprimir las emociones dentro de nosotros. Eso suele empeorar la situación en la que nos encontremos. Es mejor buscar una distracción al respecto.

Cómo papá y, Oliver, no se encontraban en casa, y yo estaba en la completa soledad, y con un frío de espanto; decidí prepararme chocolate caliente y unas palomitas, –es una rica mezcla para mi–. Busqué unas películas de comedia, mi más fiel hobbie cuando no tengo nada que hacer.

Me voy al sofá y coloco las cosas en la mesita de estar. Me recuesto cómodamente. Tengo el pijama puesto y mis calcetines de Bob esponja.

Ya he visto dos películas y gracias al cielo no he parado de reír. Sin dudas no hay mejor cura que la risa.

De repente escucho que mi móvil suena. Ha de ser papá para avisarme que está camino a casa.

Cojo el móvil entre mis manos y enciendo la pantalla y quedó estática cuando notó que es un mensaje de mi instagram, (de Lup, para ser más exactos). No habíamos hablado desde aquella vez que me había escrito por primera ocasión.

Sin más, abro el chat.

Lup: Hola, Olivia :).

¿En serio? ¿Sólo eso?.

Digo, no es que hemos hablado mucho... En realidad, no sé ni qué esperaba.

Liv: Hola, Lup :).

A ver con qué intriga me dejará hoy, el señor misterio.

Liv: Sorprendeme con el misterio de hoy.

Decido añadir.

Lup: ¿Misterio?.

Venga, tío, ¿Te harás el interesante ahora?.

Con el ceño ligeramente fruncido tecleo mi respuestas... Pero me gana y envía otro mensaje.

Lup: ¿A qué debo el honor de que la chica me haya puesto un apodo?.

Vale, que arrogante.

Liv: No te hagas el importante. Te he dicho así, exactamente, por lo misterioso que eres.

Le hago una mueca al móvil como si tuviera la culpa de todos mis problemas.

Presumido.

Liv: ¿Quién te crees que eres? ¿Una estrella de Hollywood?.

Lup: Quizás no lo soy. Pero, si se que te conozco perfectamente, Livi.

Espera, ¿Qué?.

Joder, esto ya es demasiado.

Sí cree que me voy a dejar intimidar por un crío, está mal, muy mal, de eso nada. Si quiere jugar, pues juguemos.

Tomo mi móvil, y decido responderle lo siguiente:

Liv: ¿Y te crees que yo no?
Liv: Créeme, conozco cada parte de ti.

Hago mejor cara de triunfo y cierro el instagram.

Una mentira piadosa no hace nada mal.

Además, aquí los misterios los genero yo.

***

—¡¿Qué?!—dicen al unísono, Adison y Hugo.

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