Advertencia: Este capítulo estará compuesto mayormente por diálogos, no habrá tanto pensamiento. Si no es de tu gusto, muy bien está en tus manos la decisión de leerlo.
.Olivia Garrett
17 años.Entro a una cafetería que se inauguró el día de ayer, junto con Adison y Hugo.
Es un muy lindo lugar. Ambiente fresco, con un aire de tranquilidad con su toque moderno.
Decidimos venir porque teníamos tiempo sin salir los tres juntos, después de todo lo ocurrido con la madre de Hugo, quién se recupera perfectamente en su hogar.
Tomamos una mesa y esperamos a que traigan el menú. Me apetece saber que tanta variedad tendrán.
Veo mi móvil checando que no tenga ningún mensaje.
—¿Por qué revisas tanto el móvil? –se percata Hugo, quien está frente a mi. Adison se encuentra a mi lado– ¿Esperas algún mensaje?
¿Se me nota tanto?
Suspiro mentalmente. Qué fácil de leer soy.
—Solo veo que no tenga mensajes de papá–miento.
—Liv, te conocemos lo suficiente para saber que estás mintiendo.–me acusa Adison, mientras Hugo me lanza una mirada de ojos entrecerrados.
Vale, fuí ingenua pensando que mis amigos, que me conocen prácticamente de toda la vida, no notarían la pequeña e inocente mentira.
Chasqueo la lengua.
—Vale, vale, vosotros ganais–alzo mis manos en señal de rendición–. Si espero un mensaje. Por muy tonto que parezca, estoy un poco paranoica con que me escriba de nuevo un anónimo.
Ambos me miran como tratando de entenderme, cosa que ni yo misma hago.
—¿Acaso extrañas a tu chico anónimo, Olivia?–me señala Adison.
—¿Qué? ¡No!–me espanto, eso el lo menos que haría– ¿Cómo se te ocurre, Adison? No es nada de eso.
—¿Entonces? –pregunta Hugo, mientras llama la atención para que vengan a atendernos.
—Es solo que precisamente ese anónimo me dejó pensando...–veo por la ventana a mi lado izquierdo– ¿Y si me contacta por otro medio? De verdad necesito saber de quien se trata.
››¿Qué ha pasado con el plan de descubrir quién es?–los miro a ambos.
Sé que debido a todo lo que pasó no estuvimos al pendiente de esto. Pero de verdad es algo que me está carcomiendo la duda por dentro.
Hugo parece querer decir algo pero se ve interrumpido por el chico que ahora nos atiende.
Quedo estática cuando veo de quién se trata.
—Hola, Olivia.–me saluda sonriente, como si me conociera de toda la vida– Que gusto verte... Y hola...
—Hugo y Adison –presenta mi amigo, porque Adi tiene casi que un signo de interrogación en la cara.
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Pequeña Realidad
Teen FictionMuchas veces nos cuesta aceptar lo dura que puede ser la vida. Cada día tenemos que aprender a lidiar con la cruda realidad. En algunas ocasiones no se nos concede el derecho a dar nuestra opinión. Si nos ponemos a ver; La realidad es horrible, pe...