Pequeña Realidad

7-Un mal día, para variar.

Olivia Garrett
17 años.

¿Cómo es posible que me haya visto y yo a él no?.

Aunque pensándolo bien... El no tiene ni una foto en su perfil, vale, sólo de algunos que otros dibujos. Pero nada que de señales de quien podría ser.

Trato de no entrar en pánico, quizás solo me este gastando una broma, una pequeña e inofensiva broma.

Respiró profundamente y procedo a responder el mensaje:

Yo:Vale, ¿Y quieres que yo te crea?.

No es la respuesta más ingeniosa que pude haber formulado... pero es algo. Solo tengo que estar calmada.

(...)

Veo esos tres puntitos que me indican que está escribiendo, luego para, de nuevo inicia, y luego para de nuevo, lo repite al menos unas cinco veces.

Para ser alguien que pretende estar en el anonimato al parecer no sabe actuar muy bien.

Veo la hora, 4:00am.

A este paso no dormiré absolutamente nada. Mañana retomo clases, el clima ha estado mucho más calmado, por lo que ya han dado inicio.

—Si no duermo ahora, luego tendré unas ojeras que llegarán hasta el suelo. —murmuro para mí misma.

Escucho el sonido que proviene del móvil y leo el mensaje inmediatamente.

Lup_Dream: No es cuestión de que me creas o no. Es un hecho.

¿Quieres una prueba?.

Y ahí lo veo, una foto mía en la que estoy en la fiesta, sentada en el sofá hablando con Asher.

Joder, si, esto ya me da miedo.

Me quedo viendo la foto al menos unos cinco minutos.

Lup_Dream: ¿Qué? ¿Te eh dejado sin habla?.

Yo:Mira que me habías agradado por el primer mensaje que me habías enviado. Pensando que tenías una muy buena opinión a cerca del mundo.

Pero veo que me eh equivocado al pensar que eras una buena persona.

¿Qué clase de persona puede ser tan acosadora?.

Creo que teclee los más rápido posible, pero hasta aquí eh llegado, hasta aquí llega este jueguito de mal gusto.

Me voy a opciones del chat directamente a su perfil y lo bloqueo.

Fin del anonimato.

***

No se porqué, pero hoy me siento muy segura en mi retorno a clases. Sentirme segura conmigo misma no es algo que pasa muy a menudo.

Termino de guardar las cosas en mi mochila para bajar a desayunar con mi padre y hermano.

Bajo felizmente las escaleras para encontrarme a Oliver tomando asiento en la mesa mientras papá sirve el desayuno.

—¡Buenos días!

—Buen día, Livi —tomo asiento junto a mi hermano quién me da un beso en la mejilla.