Entre los pasillos anchos, resguardando mis libros y él su lienzo, extrañamente miro a su alrededor. Shikamaru parecía no importarle hasta que sostuvimos nuestras miradas.
Me había encontrado.
En donde fueron largos segundos, donde por primera vez podía notar la oscuridad en sus ojos. Tan profundo y llamativo.
En ese momento desee ser valiente entre el cúmulo de estudiantes, separada de mis amigas, de todo lo que lo rodeaba. Deseaba estar a su lado para descubrir sobre él.
Siempre con aquella barrera invisible que coloca para no tener mayor interacción, fue así como lo conocí. Dentro de un salón, dejando que el silencio fuese rellenado solo por el sonido de los pinceles. Una clase para conocernos, para describirnos a través de una pintura. Autodescubrimiento, lo llamó nuestra profesora, una pérdida de tiempo para otros.
Despreciaba la idea de retratar lo que pasaba por mi cabeza. Un caos sin arreglo. Algo sin control que lleva años sin ser llevado a una solución. Un cuerpo que debo ocultar por cada una de mis marcas, viviendo una mentira de familia feliz. Tener que seguir sonriendo, cuando sería la primera en golpear con tan solo una leve provocación.
Yo... era un lío.
Y Shikamaru a mi lado desconocía eso, con tan solo una mirada perdida en el punto sobre el lienzo. Mordía la base del pincel, frunciendo levemente sus cejas. ¿En qué pensaba? ¿Qué era lo que lo distraía con tanta facilidad?
Suspiro, tratando de no ser tan obvia un mi análisis hacia él. Un chico apartado, pero a simple vista... agradable.
Levanta el pincel, y entre el verde, azul y amarillo empezó a trazar sin darle una forma, tan concentrado, enderezo la espalda abandonando ese peso sobre sus hombros.
¿Era así? ¿Así es como uno se encuentra?
Un carraspeo a mi lado, fue lo que me sacaba de mi mente. Nuestra profesora golpeaba con su dedo índice sobre su reloj. Quedaba muy poco para que presentáramos nuestros lienzos, y eso solo me avergüenza, y dejo caer la mirada hacia el lienzo frente a mí.
¿Buscar lo que era yo?
Como llegaría a explicar eso cuando era lo que más ocultaba.
Suspiro, porque es lo único que logro hacer. El movimiento a mi lado es suficiente para saber que él ya había terminado. Levantándose de su asiento y saliendo del salón darle mucha importancia a la mirada incrédula de la profesora.
Dejando en el caballete el lienzo, fue allí cuando descubrí aquel pequeño detalle que parecía llevar con él en silencio.
...él retrataba sobre las estrellas. Sobre el camino en ellas, e incluye una historia con una extraña reflexión.
Así es Shikamaru.
Incluso después de ser valiente sobre la camilla de aquella enfermería. Después de escucharlo desear estar más allá del cielo, incluso si llegaba a ser molesta para él. No quería ni deseaba estar tanto tiempo sin él.
Un hombre joven y sencillo, sin muchas metas, solo viviendo el presente. Sin pensar en el peligro del futuro, abandonando su pasado y cerrándoles el camino a esas personas que fueron parte de su pasado.
Como lo enmarqué.
Shikamaru... de cabellos largos ondulados, de ojos negros adormilados y una débil sonrisa que acompaña a su rostro, solo cuando alguien más sufre.
Amante de los abrazos largos, de las caricias en su largo cabello hasta adormecerlo. Odiaría el sol, pero amaría la temporada de otoño.
Comprendería cualquiera situación, y si no puede, permanecería en silencio y tan apartado hasta desaparecer.
Era algo que Shikamaru no podría cambiar de sí mismo, incluso después de los años. Esperaría escuchar a los demás antes de causarles daño con sus palabras.
Enfocado entre sus pinceles y la blanca tela. Él se convertiría en alguien más. Enamorado de los colores pasteles, jugaría con ellos sobre nuestras pieles, creando lo que él llamaría un nuevo mundo.
Buscaría entre párrafos, palabras preciosas y avergonzado sería valiente para recitarlas.
Así era mi esposo...
Así era el chico que huyó de su realidad, pero volvió a tierra cuando las estrellas supieron de él. Aquel que fue valiente y esperó hasta el momento adecuado para ser uno.
Así era Shikamaru, aquel que amo y no dejaré de hacerlo.
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Trazos De Estrellas; ShikaNaru Fem!
Historia CortaLas estrellas... saben escuchar a los deseos acallados de los buenos corazones... sí en una noche cierras los ojos y les hablas sin temor, podrán escucharte. ...