Unos Arcos, una anécdota y respuestas a medias.

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Como recordé el hecho de que yo debería estar esperando a Anna en donde me dejó le pedí a Jay que me escoltará a donde nos habíamos tropezado, para así reencontarme con Anna y que nuestro camino a el lugar y la persona que me explicaría todo continuará.

No sólo Jay accedió, sino que tambien invito a Nico y  Mina. Las tres con mucha satisfacción me acompañaron, Jay me contó sobre de que cuando me secuestraron ella seguía estudiando para veterinaria y que poco despues cuan fue el caos del que pronto me contarían no logró recibirse, pero como aquí en el inter se les daba oportunidad a los(as) estudiantes de practicar por falta de cerebros pudo concluir su sueño. Y que durante el proceso conoció más a fondo a Selb, pues compartían ambición y además los dos tendían a ver caricaturas, anime y a fantasear demasiado, por lo cual se volvieron buenos amigos y compañeros.

Nico y Mina me dijeron que cuando nos conocimos ellas aún no tenía bien planeadas sus metas y/o profesiones por lo cual antes del caos todavía seguian tratando de encontrar su gran utilidad en la vida. Asi que en el inter se les dio muchas oportunidades de trabajo pero decidieron quedarse como secretarías del "centro de ayuda indiscriminada".

En eso llegamos al lugar donde me habia dejado Anna. Ellas no dudaron en regresar en cuanto llegamos, me dió bastante curiosidad el por que no se esperaron a que llegara Anna, quizás no simpatizaban.

Espere paciente la llegada de Anna que en realidad fue seminmediata.

- ¿qué pasó Isa, donde estabas?. Llegué y no estabas así que te fui a buscar pero no te encontré, sabría que sería dificil contener tu ambición por explorar, así que regresé y aquí estás.- dijo tan rápido que no logré contestarle.

-¡okey, ya no importa se nos hace tarde! Además ya falta muy poco.-dijo mientras me tomaba del brazo y me jalaba mientras corríamos.

Al mismo tiempo me ofrecía una ogaza de pan, una manzana y una botella con agua.

Pasaron pocos minutos en los que llegamos a un alto edificio negro con tonalidades de hueso de arquitectura antigua, había un largo y ancho pasillo en el que al fondo se veía una especie de taburete viejo, de algun metal oxidado con varios trozos de leña esparcidos entre un millar de carbón, había muchos ventanales rotos y quebrados dejaba pasar  gran parte de la luz y en ello muchas palomas que con nuestra presencia se espantaron y volaron.

Salieron una mujer de algunos 45 años y un hombre de algunos 48 años, mas o menos, la mujer era de abundante cabello rizado y negro con muchas canas atado en un muy voluptuoso chongo, vestida con una chaqueta larga de piel sobre una camisa de algodon gris y un pantalón de pana negro y un enorme brazalete café con rosado, el hombre parecía ser militar retirado tenía multiples eridas y arrugas en la cara y sus ropas lucían impecables, pero su cabello era justo lo contrario, era rubio y lacio además le cubría gran parte del rostro pero no me impidió ver sus enormes ojos negros.

En cuanto entramos ambos dijeron-ya es tarde, Anna-dijeron con sequedad.

-La perdí unos momentos, como lo siento-ofreció Anna de disculpa.

La mujer se acercó y me dijó- que bien  que físicamente hallas llegado bien, tengo mucho que explicarte, mi nombre es Isak y el caballero que estaba a un costado mió es Vram .-dijo sin sonar petulante, como yo esperaba que lo hiciera.

El hombre vió su reloj, salió de la sala despues de tomar un viejo maletín que estaba recargado en una esquina de la habitación.

-Anna pasa por Isabel en un par de horas, ya te puedes retirar.- dijo claramente a Anna pero no sonaba como alguna orden sino como si ambas supieran que ese era su deber.

bienvenida a  la nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora