꒰ L'oceano e le torte ៸៸ sᴜɴɢsᴜɴ ᵃᵈᵃᵖᵗ •

🌊 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝘀 • ✦⁾

Sunoo puso su mejor sonrisa y sus mejillas se sonrojaron al tener la mirada intensa de Sunghoon.

─Buenos días, ¿qué te puedo ofrecer? 

─Lo que tú quieras.

─Créame, señor Park, lo que yo quiero es que salgas de aquí.

─Woah, solecito, eso no fue muy amable que digamos ─Sunghoon le sonrió y Sunoo rodó los ojos─. Quiero un café americano y un pedazo de pastel de chocolate. También me gustaría una cita, pero no creo que quieras ─el tono sarcástico en la voz de Sunghoon irritó a Sunoo.

─Eres insoporta- 

─¡Buenos días, hermoso! ─al llegar Riki, salta la barra y se pone del lado de Sunoo dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

Sunoo puede sentir la mirada intensa de Sunghoon sobre ellos, pero prefiere omitir ese sentimiento.

─Hola, Riki, ¿cómo estás? ─muy en el fondo, a Sunoo le gustaría ser cortante con Riki por la forma en que lo trató anoche, pero su forma de ser se lo hace imposible, además del hecho de su atracción hacia Riki.

Un error lo comete cualquiera.

─Excelente, fue una noche de locos. Gané la partida al final, tal vez con ese dinero pueda llevarte a una cita, ¿te gustaría? 

Sunoo chilló de emoción por la atención y propuesta del alfa.

─¡Me encantaría! 

Sunghoon permaneció viendo la escena.

La mano de Riki se acomodó en la cintura de Sunoo y lo jaló hacia él.

─¡Sunghoon, no te vi! Perdona, mi objetivo era llegar a este ser tan hermoso, pero, ¿Puedes culparme? 

─No, cualquiera amaría tener a Sunoo en sus brazos, al menos para poder presumirlo ─la sonrisa y voz sarcástica de Sunghoon hizo gruñir a Riki.

─Cállate, Park. 

─¿Acaso miento? 

Sunoo aclaró su garganta llamando la atención de los alfas.

─No me agrada que hablen de mi como si yo no me encontrara en el lugar, nos vemos luego. Traeré lo que pidió, señor Park.

Sunoo pasó a la cocina, escapando de la situación tan incómoda y grosera que creó Sunghoon.

A Sunoo no le bastaron más de dos veces para ya no soportar al alfa. 

Sus ojos burlones, sonrisa sarcástica y tosca manera de hablar lo hacen sentir incómodo y le enoja la forma en que sigue insistiendo que él es un premio para Riki. 

Mientras Sunoo se debatía en la cocina si ponerle menos crema batida al pastel de Sunghoon, Riki y Sunghoon conversaban afuera.

─Deja de acusarme de esa forma, Sunghoon. 

─¿Acusarte? ¿No es verdad que lo único que quieres es verte como el más alfa con un lindo omega? ─dentro de Sunghoon, su alfa gruñó. El solo hecho que le estén faltando el respeto a un omega lo hace enojar.

─No estoy jugando, Park. Yo salgo con él, no tú... ¡Espera un momento! ─Riki soltó una carcajada─. ¿Te gustó el lindo y dulce Sunoo?

Las risas de Riki llamaban la atención de los demás, pero todos regresaban a sus conversaciones sin prestarle atención a Riki.

─Claro que no, me parece iluso y sin ningún tipo de cosa que llame la atención ─el alfa de Sunghoon gruñó en su interior, pero Sunghoon se rehúsa a caer solamente por un omega bonito.

─Incluso si yo no saliera con él, tú no tendrías oportunidad por el simple hecho que no eres bueno Sunghoon, eres un alcohólico y amargado. Aléjate de Sunoo porque él será mi omega, y yo seré él que tiene al omega más deseando de todo el pueblo.

Riki le sonrió con amabilidad, cambiando su semblante serio. 

La cara de Sunghoon era de enojo y quería golpear a Riki, causarle dolor como él había intentado lastimarlo, pero no le importa porque esas palabras ya las ha escuchado miles de veces.

─Un café y una rebanada de pastel para usted ─Sunoo le dió una sonrisa a Sunghoon, quien al verlo quiso devolverle la sonrisa, quiso mirar a Sunoo a los ojos y ver esos lindos orbes azules.

En lugar de eso, Sunghoon se levantó de su lugar y abandonó la cafetería dando un portazo que llamó la atención de las personas.

─Que grosero ─dijo Sunoo con el ceño fruncido.

─Lo sé.

Sunoo se quitó su delantal y salió a toda prisa para ver si alcanzaba al alfa.

Sunoo lo alcanzó y corrió otra vez para poder llamar su atención.

─¡¿Qué te sucede?! ─el sonido de las olas y la calidez del sol golpean la piel de Sunoo─. Nadie sale de mi cafetería de esa forma, pudiste haber dañado mi puerta o a ti mismo. 

─¡Por favor, Sunoo! No me interesa, ¿Okay? Si se hubiese roto la puerta, entonces la arreglaré y ya ─sin decir más, Sunghoon dejó a Sunoo en medio de la playa, quien solo lo vió caminando enojado al muelle principal.

Sunoo pateó la arena y se fue refunfuñando a la cafetería.

¡Estúpido, Sunghoon!