🌊 ፧ 𝗾𝘂𝗶𝗻𝗰𝗲 • ✦⁾

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Claramente Sunoo estaba nervioso, y sus movimientos lo confirmaban.

Rompió un plato por accidente, se cayó en la entrada por culpa de la nieve y sus galletas se estaban quemando.

Sunoo sin pensarlo tomó la charola sin guantes y se quemó, chillando de dolor y haciendo a Sunghoon correr desde la habitación hasta donde estaba su cerecita.

─Solecito, ¿qué sucede? ─puso la mano de Sunoo en agua fría y empezó a reunir las cosas del kit de emergencias.

─Mi padre llegará dentro de poco, Jay también, estoy nervioso por verlos. ¿Qué tal si...? ─Sunoo estuvo durante 3 min explicando todos los escenarios negativos que podían pasar mientras que Sunghoon solamente escuchaba a su omega y acariciaba su espalda o le daba espacio para que este moviera sus manos con rapidez.

─Mi cerecita, no hay nada por lo cual estar nervioso, tú eres técnicamente perfecto. Tu casa es perfecta, tu comida está bien y les dará gusto verte después de tanto tiempo.

Sunoo suspiró y dejó que su alfa lo abrazara, este marcó a Sunoo con su olor para no seguir presenciando los nervios del dulce omega. 

Sunghoon solamente esperaba que el padre de Sunoo no lo decepcionara o juzgara. Aún así, en cualquier escenario, Sunghoon estará ahí para consolar o celebrar con su omega.

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Los copos de nieve caían, la fogata estaba encendida y una taza de té descansaba en las frías manos de Sunoo, una cubierta con una venda. 

Sunghoon se encontraba afuera cortando madera y paseando a Gaeul, quien alegremente lo había acompañado. 

Unos golpes en la puerta llamaron la atención de Sunoo quien se levantó a toda velocidad y ajustó el suave suéter a su cuerpo.

Dio una profunda respiración antes de abrir la puerta.

Al abrirla pudo encontrar a su padre, Kim Seokjin, famoso escritor de una saga de libros, editor y reportero.

Este se veía delgado, un poco pálido y con ojeras marcadas. Seguía siendo increíblemente alto, con un porte que asustaba a Sunoo un poco, su cabello castaño con canas estaba cubierto por un gorro de lana azul marino y todo su atuendo se veía costoso y oscuro. Sus ojos eran igual de azules que los de Sunoo.

─Hola, papá. 

─Sunoo ─sin pensarlo el alfa abrazó a su hijo, lo abrazó con tanta fuerza y sus ojos se llenaron de lágrimas. Se separó por un momento para poner sus manos en la cara de su hijo, impresionado y como si estuviera viendo a una persona que regresó de la muerte.

El omega le devolvió el abrazo y aspiró el fuerte aroma a bosque de su padre.

Un alfa con cabello rubio entró a la casa y en cuanto este se separó de su padre. Jay lo abrazó fuerte y lo levantó del suelo.

─Sunoo, no sabes cuanto te extrañe.

Sunoo le sonrió feliz.

Sunoo sintió paz después de poder abrazar de nuevo a personas importantes en su vida, realmente los extrañaba. Su padre pudo haber sido un mal padre hasta cierto punto, pero su cariño por él no disminuye y ahora está dispuesto a tener una buena relación con él.

La puerta trasera se abre, dejando entrar a Gaeul que se encuentra cubierto de nieve y se lanza hacia los invitados. Después entra Sunghoon con el hacha en su mano izquierda y madera en el brazo derecho.

꒰ L'oceano e le torte ៸៸  sᴜɴɢsᴜɴ ᵃᵈᵃᵖᵗ •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora