La otra mujer

capitulo 2

La otra Mujer

Capítulo 2

“Un triste pasado”

El día no había sido nada fácil para mí. Por la Mañana Raymond Spencer había pasado por mí para recogerme en casas de Rei Hino. Como no se hablar ni media palabra de japonés me puso la difícil labor de sacar copias fotostáticas para toda la empresa, fue un día pesadísimo.

Por la noche Raymond me regresó a la casa de su madre a lo que ella insistió en que se quedara a cenar, Raymond quiso negarse a quedarse pero no pudo resistirse a la petición de s u madre, se ve que se quieren mucho, finalmente después de cenar él se despidió de su madre besando su frente y saliendo de la casa, yo encontré cualquier disculpa para subir a descansar. Desgraciadamente no lo conseguí, di vueltas y vueltas a la cama sin conciliar el sueño, me asomé por mi balcón y pude ver que la noche era obscura, no había luna que iluminara afuera. Algo más fuerte que yo me llamó a caminar a la cocina por un vaso de agua, para mi sorpresa me encontré a Rei Hino  sentada en el pórtico de la casa mirando hacia el lago, quise alejarme para dejarla con sus pensamientos pero ella se dio cuenta de mi  presencia.

-           Veo que tampoco puedes dormir.-Me dijo rompiendo el silencio pero sin voltear a verme.

-          No, señora. Debe ser el cambio de horario.- le dije yo.

-          Imagino que es eso. Anda, entonces ven a hacerme compañia.- Me invitó ella haciéndome espacio a su lado.- y deja de llamarme señora. Me llamo Rei Hino, así que llámame  “Rei”.

-          Si ,señora. Perdón…Rei.

-          Así está mejor.- me dijo ella mientras regresaba su vista al lago. ¿cómo te fue en tu primer día en la editorial?

-          Bien…me fue bien. El joven Raymond es muy amable conmigo.- le contesté.

-          Espero que aprendas mucho ahí.  Imagino que es lo que Darien ha querido al mandarte a Japón.

-          Señora….perdón, Rei. –me corregí.- ¿cómo se conocieron usted y el Señor Spencer?.- Pregunté temiendo haber sido demasiado osada.

-          Es una larga historia, Rini.-Me dijo ella.

-          No importa, la verdad es que no tengo sueño. Por favor, cuénteme. El señor Spencer no me dijo que Tuviera una esposa.

-          ¿ahh, no?.-Me preguntó ella elevando su ceja, estaba descubriendo que ese era un gesto característico en ella cuando algo la desconcertaba.- ¿qué tan bien conoces al Señor Spencer?.- Me dijo inquisitivamente, casi noté un poco de celos en su tono de voz.

-          No se confunda, Señora. –Me apresuré a decir.- No conozco tan bien al Señor Spencer.- dije con sinceridad.- Mi padre y el son amigos y una vez que fue de visita a casa le comenté de mi interés por conocer Japón, su cultura y mis deseos de llegar algún día a ser una escritora, ahí fue cuando se le ocurrió la idea de comunicarme con usted, no tiene nada que temer.

-          No temo nada, jovencita.- Me dijo con un tono altivo.- Conozco a Darien y se el lugar que tengo en su corazón, han sido más de veinte años de Matrimonio,  si a eso te refieres.

-          Disculpe.- contesté apenada.- Pero por favor, cuénteme su historia. Cuénteme como se conocieron. Habla de una forma tan sorprendente de él que me gustaría mucho conocer su historia de amor.