Untitled Part 8

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La otra Mujer

Capítulo 8

"Libertad"

Desperté al escuchar el canto de los gorriones en el exterior. Me asomé a la ventana y sonreí. Hacía un día precioso y justo hoy era Sábado, día libre.

No es que el trabajo en Editorial Fénix no me agrade. Pero definitivamente los días libres son geniales, Sobre todo ahora que he conocido a Motoki Hansford.

Motoki Hansford... Es un chico bastante alegre, con su coleta de cabello luce como si el orden del mundo no le importara. No entiendo cómo puede tener algo en común con Raymond Spencer. Ese chico sí que no sonríe ni por equivocación. Es la imagen pura de la seriedad, nunca una broma, nunca una felicitación, nunca nada. Caro, Solo con esa mujer, con Rei Hino: Su madre.

Cuando de Rei se trata, Raymond cambia completamente. El león se transforma en un dulce cordero, un tierno y noble cordero. Es un espectáculo digno de ver.

En los días pasados debo reconocer que he visto la salud de esa mujer menguarse. No me he atrevido a preguntar. Pero sé que algo pasa, que algo no está bien. En un inicio Imaginé que se debería a la tristeza por no saber de mi padre, pero ahora comienzo a creer que no es así. A Rei Hino le pasa algo, algo grave.

Decido salir de la cama y darme una ducha. Elijo un pantalón de mezclilla y una blusa fresca en color amarillo para vestir. Sonrío al verme ante el espejo al terminar de maquillarme, he decidido que hoy quiero veme lo más bella posible, claro sin parecer que me he esforzado demasiado.

Bajo las escaleras de la mansión Spencer dirigiéndome a la cocina, donde me encuentro a "La otra mujer", Está pálida, ojerosa, su radiante mirada luce triste, decaída. Temo preguntar lo que le ocurre y decido solo saludar. Me ofrece una taza de té la cual acepto sin chistar, el desayuno está listo y me sirvo un poco, ella no come. Le pregunto si no comerá nada pero ella me indica que ya ha comido algo, sé que no es así. De pronto por la puerta de la cocina aparece Raymond Spencer ataviado en una camisa azul celeste de manga corta y un pantalón de mezclilla. En todo el tiempo que tengo en Japón jamás había visto a Raymond vestido "Casualmente" admito que fue extraño verlo así.

Él saluda seco mientras camina hacia su madre para abrazarla cariñosamente y besa su mejilla. Raymond es por mucho más grande que su madre, definitivamente hab heredado la estatura de mi padre.

- Okka san.- Saluda él.

- Ray, Buenos días. No creí que fueras a venir hoy...

- Quise sorprenderte.- Afirma el joven de ojos violeta.- Quiero que me acompañes a ver algo...

- Ray, No me siento muy bien. Preferiría quedarme en casa...-Explica la madre del chico.

- No, No, no... Definitivamente tienes que venir conmigo Okka San. Necesito tu opinión.- Insiste Raymond.

- Eres terco, Raymond Spencer.- Riñe la madre mientras una sonrsa se filtra pos sus labios rojos.

- ¿será porque me parezco a mi madre?.- Se ríe el joven de buena gana haciendo que la sonrisa en los labios de Rei crezca.

- Tal vez...-Acepta ella.- Rini. ¿por qué no vienes con nosotros?.- Me invita la mujer de ojos violeta.

- Quizás Rini tenga otros planes.- Explica el joven a su madre clavando su mirada molesta sobre mí, casi como una amenaza.

- Raymond, No seas grosero.- Riñe la madre del chico.

- Raymond tiene razón, Rei.- Apoyo .- La verdad es que si tengo planes. Motoki y yo iremos a pasear.

La otra mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora