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SIMONE

Desperté por la mañana, hacía mucho calor, bajé a desayunar como todos los días mi madre me deja el desayuno listo, ella se iba mucho más temprano.
Cuando me dispuse a probar bocado suena mi celular.

—Hola Estrela(estrella)—

Dice mi padre al otro lado noté una tristeza en su vos.

— Que pasa padre, me estás asustando —

Siento un sollozó.

—tu m… madre…—llanto

—que paso con mi madre por dios dímelo—mis lágrimas comenzaron a caer.

-—Estrela tu madre está muerta—

Mi mundo calló en mil pedazos y el llanto no cesaba, sentía morir, pensaba que no era real. 
Suena la alarma y despierto sudada como cada vez que tengo este sueño. Pasaron tantos años y es un dolor que nunca termina, fui a sicólogos, pero es difícil, me dijeron que con el pasar del tiempo nunca te olvidas, pero si lo tomas como parte de tu vida o lo canalizaría en algo y creo que eso fue ser Licenciada en Biología Marina como mi madre.
Voy al baño, hago mis necesidades, me cepillo y voy a desayunar, por suerte la bruja de mi madrastra sale muy temprano, por lo tanto, desayuno con mis dos hombres favoritos. Al llegar enorme sorpresa me lleve la bruja sentada desayunando, quise que la tierra me trague sabia que nada bueno saldría, mirarando a mi hermanastro, mirar a su madre con cara de que hace acá, sin darme cuenta sonreía por la situación.

—Que es tan gracioso si se puede saber—pregunto mi tan querida Keira.

—Me pone muy feliz verte desayunar con nosotros— sarcásticamente se lo dije obvio.

  Me senté alado de Líam que me miraba diciendo córtala Simo, ya conozco sus caras. Pero como era de esperarse, prosiguió con su mierda.

—Es que vivo ocupada-no tengo tiempo para quedarme a no hacer nada como ustedes—con una leve sonrisa me miro indiferente.

Echaba humo por las orejas, la detestaba tanto y cuando iba a contestar un carraspeo me hizo volver en sí, era mi padre, lo deje estar y que siga consumiéndose en su mierda. Me dispuse a desayunar, lo más pronto que pude salude y me fui a al cuarto. Entre al baño llene la tina y me tire a relajarme un poco.

—Estrella no te masturbes— en un moviento rápido del susto le tiré el jabón que justo tenía en mi mano.

—mierda, mierda Liam me asustaste, no te enseñaron a tocar—ya más calmada me reí de la situación.

—y no sabes como toco—una carcajada salió de su garganta.

—idiota—le tiré agua.

Savia que siempre entraba sin tocar, pero estaba muy relajada y no escuche nada.
Hablamos de la emoción que teníamos del viaje, solo una semana faltaba para irnos, hoy tocaba comprarnos ropa. Me prepare lo más informal que pude recogí mi pelo en una cola, me puse mi perfume preferido de cereza tome mi bolso y fui a buscar a mi amigo. Nos fuimos en su auto al centro comercial, necesitábamos mayas de baño. Llegamos, recorrimos un montón hasta que en uno encontramos lo que queríamos mi amigo, eligió mis mayas eran hilos que apenas tapaban mi seno y vagina, creo que quería que me follen en plena playa. Él compró short de baños que le quedaban muy bien, es que si este hombre no era gey ya me lo follaba, siempre se lo digo a él y contesta que nunca follaría una zorra como yo loca reía mientras me miraba.

—Estás demente Simo—

(A veces pienso que si).

—Solo consideraba tonto en lo sexy que nos vamos a ver—sonreímos juntos.

MAR DE DESEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora