MAR DE DESEO

III

 Narrado en tercera persona

Simones salió desconcertada del cuarto del bar que su amigo había reservado, no encontró por ningún lado a Liam《 se había marchado sin ella》pensaba. El barman que había estado con ella salió detrás agarrando su cintura, la dio vuelta devorando sus labios, lo corrió enojada y salió del sitio, dejándolo sin entender por qué reacciono así, pero es que esta mujer echaba chispas. Un rato más tarde estuvo en su casa yendo al cuarto de Liam enojada, quería una explicación, edemas, el alcohol no la dejaba razonar. Entro como alma que lleva el diablo mandando ala mierda, este acostado se levantó del golpe de la puerta y los gritos. Simo se sentó en la cama diciéndole muchas cosas un poco confusas a un Liam adormilado, vio como su amiga recostó su cabeza y callo en un sueño profundo mientras deliraba palabra. Con una sonrisa la acomodo bien sacando sus zapatos y se recostó a su lado, sabía que al otro día tendría que dar explicaciones.
Ala mañana se reconciliaron, ya que Liam le explico que ese hombre era un acosador, además que no sentía nada por él, por ello se fue dejándola. Todo quedo en paz entre ellos.
Hoy era el último día antes de partir, estaban muy emocionados.

Mientras, al otro lado del mundo, un Leo salió de una casa dejando a una Marina estupefacta, tratando de entender, así desnuda, corrió buscando al rubio que ya se había subido a su auto desapareciendo. Gente pasaba a su lado y hombres la miraban con lujuria, otros la miraban desaprobando su aspecto, decidió entrar rápidamente llorando desconsoladamente pensó que este hombre seria suyo, pero limpiándose las lágrimas juro que si no era de ella no seria de nadie.

Leo fue a su casa, hoy sería la cena, ya su madre lo esperaba, hizo una llamada corta a Alejandro, este al final acepto llegando en cualquier momento. Su madre feliz porque la familia estaría junta, él solo quería aserla feliz, por eso tendría que aguantar a su padre.
Alejandro llegó su madre lo abrazo y aunque era una piedra en su corazón, este abrazo lo reconfortaba. Únicamente quería evitar al innombrable.

Más tarde llego Manuel con cara de pocos amigos, saludo a su esposa está felizmente pidió que salude a sus hijos, no tuvo más remedio y lo hizo.
La cena transcurrió digamos bastante bien, excepto por los comentarios desafortunados de su padre, que ignoraban completamente. Alejandro decidió que era hora de partir, saludo a su familia acordó con su hermano y se marchó. Leo saludo a su madre y se dirigió a su habitación a descansar. La señora de la casa a se fue a su recámara dando un casto beso a su marido y este fue a su oficina llevando en el camino a uno de sus guardias para follarlo sin compasión como siempre lo hacía.

 

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SIMONE

 

El día fue bastante cansador y a la vez nostálgico, ya que dejo a mi padre, pero bueno voy por un tiempo, soy exagerada, no voy a vivir, pero bueno soy la nena de papi no puedo con eso.
Me doy una ducha rápida. Me pongo unos jeans rotos adelante, una remera y arriba una chaqueta, mi perfume de siempre que me encanta, mi cabello suelto llegando hasta mi cadera mis rulos siempre perfectos y agarro mi cartera ya lista, busco a mi amiguis hoy cenamos con papa,la bruja dice que tiene dolor de cabeza escusas baratas porque no quiere estar con nosotros ni siquiera con su hijo, pero mi amigo me tiene a mí no necesita a ella yo le doy mucho cariño y mi padre bueno esta, pero nunca se mete y nunca opina es que lo entiendo está de por medio mi madrastra la estirada. A veces igual siento que tendría que meterse un poco pero bueno él decide no hacerlo y gracias a mi boca por ello discuto con papa pero como me voy quiero aprovechar compartir con él.

—¡¡Amiguis!!—

Grito en la puerta de su cuarto.

Un pasa se escucha del otro lado.
Toda eufórica de tantas emociones entro viendo a un Liam a medio vestir.