LXI.

2K 273 86
                                    

JUNGKOOK

A pesar de los largos viajes que había realizado en el pasado, este fue el primero que me hizo sentir náuseas tras largas horas a caballo, con las nalgas y los muslos entumecidos y deshechos en hematomas de variados colores, con un ligero caldo en...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A pesar de los largos viajes que había realizado en el pasado, este fue el primero que me hizo sentir náuseas tras largas horas a caballo, con las nalgas y los muslos entumecidos y deshechos en hematomas de variados colores, con un ligero caldo en el estómago que podía sentir saltar y revolverse dentro de mí como un torbellino, intentaba cerrar los ojos y pensar en cualquier cosa menos el sudor helado que recubre mi piel debajo de mi pesado abrigo o la incomodidad de mi espalda por mantenela erguida durante tanto tiempo.

—Aguante un poco más majestad— me dijo Omi desde su caballo —no queda mucho camino por delante hasta nuestra siguiente parada.

—Parecen muy familiarizados con el camino hacia Hila, ya habían hecho este recorrido antes, ¿no es así?— le dije. Omi me miró con ojos entrecerrados y acusadores.

—Usted debería aprender a guardarse sus conclusiones, presumir su inteligencia no le servirá de nada— Omi tenía razón, mientras más capaz me considerara el niño, mayor atención prestaría en mis acciones, supongo que después de todo fingir inocencia y estupidez me brindaría mucha más libertad en mi situación, sin embargo, no puedo simplemente tirar mi orgullo al suelo. Después de años presionado por mi padre para ser fuerte, valiente e intimidante, pretender ser otra cosa resulta imposible y ridícula.

En cuanto el sol comenzó a bajar Ahl Om detuvo a los hombres y el campamento se armó en un abrir y cerrar de ojos. De acuerdo con la invitación que recibí, se acerca el momento de tener una cena a solas con el líder de la montaña y honestamente, mis palmas sudan cada vez más solo de esperar por el momento, me pregunto, sinceramente, si acaso esta podría ser mi única oportunidad de llevar a cabo mi plan, pero tengo miedo, definitivamente no cuento con los medios para realizar semejante cosa.

¿Qué haría, clavarle el tenedor de la comida?

Bajo las órdenes del alfa Omi mandó a acarrear agua desde el arroyo cercano al campamento y me llenaron una bañera de agua caliente y me dieron una barra de jabón, después de tallar mi cuerpo libre de la suciedad de un par de días, Omi me extendió las prendas que Ahl Om me había ofrecido y me pidió que por favor me arreglara acorde a la ocasión por mi cuenta, pues aparentemente la idea de su padre era hacer de la cena como una ocasión formal, casi como si me quisiera demostrar que como cualquier noble de alta cuna, él también conoce de lujos y elegancia, a pesar de encontrarnos en medio del bosque en un campamento militar.

Busqué por la oportunidad de robarme una daga, o tal vez un simple afilador de espada que los soldados dejan descuidados entre sus cosas con regularidad para esconderme bajo la falda, pero era imposible con Omi observándome fijamente casi las veinticuatro horas del día.

Después de hacerme presentable y colocarme un pañuelo en el cuello, seguí a Omi a través del campamento, bajo las atentas y molestas miradas de soldados, quienes consciente o inconscientemente perseguían mi olor con las narices al tenerme cerca y quienes se murmuraban entre ellos en su lengua para hablar de mí. Ojalá hubiese aprendido sobre las lenguas del norte, pero jamás lo creí necesario durante mis años de estudio, jamás pensé que me encontraría enfrentándome con estas bestias en mi cómoda vida.

MY PRINCE [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora