MY PRINCE [TAEKOOK]

XV.

JUNGKOOK

El corazón se me caía del pecho y lágrimas rogaban por salir de mis ojos, mis pies querían correr apurados para que mis brazos pudiesen llegar a él. Sin embargo, no me moví, simplemente observé cómo el capitán San nos señalaba y ambos caminaban hacia nosotros, la mirada de Yoongi penetrando directamente en mis ojos y disimuladamente, en mi cuerpo, mis prendas y mi pelo, todo lo que había cambiado en mí desde que partí, con nervios y asustado decidí lanzar la caja de chocolates que tenía en la mano hacia los arbustos y pasar mis dedos por la comisura de mis labios en un intento de deshacerme de cualquier rastro del dulce, entonces mientras la distancia se acortaba entre nosotros sus ojos cambiaron de objetivo, solo entonces noté que el príncipe observaba a mi lado con curiosidad.

No. Quería gritarle. No estoy con él, nunca estoy con él, nunca hablamos. Quería que supiera la verdad, que no pensara en esta escena como lo usual. Lo odio, te quiero a ti, odio este lugar.

Cuando el Capitán San y el Capitán Min llegaron frente a nosotros, solo el Capitán San habló.

—Su majestad, le presento al Capitán Min Yoongi del ejército de los reinos de Akala.

—Estoy a sus órdenes— dijo Yoongi y reverenció hacia Taehyung con la espalda recta y la mirada indescifrable. La escena no se veía nada bien, un hombre como el Capitán Min no debería reverenciar a un imbécil como el príncipe mimado Kim Taehyung de Hila. Entonces giró hacía mí y sus ojos se encontraron con los míos para hacer una ligera reverencia— Su alteza.

Antes de que terminara de levantar la vista di un paso apresurado sin pensarlo y lo abracé con fuerza, fue incómodo y podía presentir cómo sus ojos se abrían en alarma en ese momento y cómo los ojos de los demás lo hacían en confusión, me alejé rápidamente y reí con nerviosismo.

—Por fin una cara familiar— exclamé intentando excusarme con el resto— ¿Hay noticias de casa, Capitán?

El rostro de Yoongi se apaciguó y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro.

—Hay muchas noticias de sus hermanas y hermanos, sus sobrinos preguntan mucho por usted— Yoongi le dirigió una mirada a Taehyung y al Capitán San y yo sonreí de solo escuchar su voz hablando de las personas que yo conocía y sorprendentemente extrañaba como nunca.

—¿Deberíamos dejarles charlar? —interrumpió el Capitán San— dejemos que los soldados se instalen antes de empezar con discusiones de guerra.

—De acuerdo, nos veremos con la reina después de la comida— exclamó el príncipe y reverenció rápidamente hacía Yoongi y luego hacia mi— príncipe Jungkook.

Nuestros ojos se toparon un segundo con recelo antes de que se diera la vuelta para marcharse mientras el Capitán San daba la vuelta hacia otra dirección, dejándome solo con el Capitán Min. Lo observé expectante, como esperando a que dijera o hiciera algo muy importante, en cambio solo miró hacia los cientos de soldados estacionados a unos metros de nosotros.