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TORD-¡Dejame ir!

PAUL-¡Ni en tus sueños!

ALIK-Parecen niños-dijo para sí mismo, ya cansado de tanto gritos

Paul no se había atrevido a decir lo que pasaba a su jefe, así que lo llevó con el doctor, él sin rodeos y con seriedad y tranquilidad, explicó lo que estaba pasando en el cuerpo del pequeño, obviamente fue una noticia indeseada, Patryck había llegado poco después, parecía estar en una crisis de ansiedad, y no quería despegarse del pequeño, incluso tardaron en calmarlo más que cuando el holandés tuvo su ataque de ira

Pero a diferencia de ellos dos, el pequeño no reaccionó tan mal como se esperaría, mantuvo la calma y discutió tranquilamente las opciones para solucionar el reciente problema.

Le hicieron estudios, tomaron una gota de sangre de su dedo, pero al ser tan pequeña los resultados tardaron más de lo esperado, aunque fueron prometedores, el estado de su sangre actual era casi el mismo que el de la muestra donde descubrieron el problema, por lo que su estado avanzaba lento

El doctor hizo unas cuentas rápidas, para cuando sus células tuvieran el grado de envenenamiento suficiente para causar daños irreversibles, tardarían al menos tres meses, menos de lo que tenía previsto para desarrollar la cura, propuso comenzar un tratamiento con medicamentos para intentar atrasar los efectos, si resultaba efectivo esperaban que eso les diera más tiempo

Y teniendo un plan armado, el pequeño pidió de inmediato que lo llevarán a ver al sinojos, petición que fue rotundamente negada por el cejudo, incluso había amenaza a cualquiera que intentara llevarlo

PAUL-¡No puedes ir, te lo prohíbo!

TORD-¡¿Me lo prohíbes?! ¡Soy tu líder, tú no puedes prohibirme nada!

PAUL-¡No sólo soy tu mano derecha, también soy tu amigo, y como amigo, lo prohíbo! ¡Si te rehúsas te encerraré en tu cuarto!

El de mechas intentaba no reírse tan fuerte, parecía una discusión que tendría un padre sobreprotector con su hija que quería salir con él chico que le gustaba, él lo hubiera llevado, pero no podía tratar en ese momento con Paúl, no si no quería reprimendas más tarde por intentar llevarle la contraria, no temía los castigos físicos o laborales, sino de aspectos más privados

TORD-¡Me encierras en mi cuarto y yo te encierro en una celda!

PAUL-¡No intentes amenazarme jovencito!

TORD-¡Tenemos la misma edad!-dio un pisoton en la mesa como un niño haciendo berrinche

Eso ya debía ser suficiente, sabía que Paúl sólo estaba preocupado, quería tanto a Tord que la idea de perderlo le aterraba y necesitaba culpar a alguien, pero viendo que el pequeño ni siquiera se había molestado, sentía injusto que no dejara verlo

PATRYCK-¡Ya está bien, calmense!-alzó la voz para llamar su atención, lo logró sin esfuerzo, por fin terminando con la discusión, ahora venía lo difícil-Paúl... Deja que vaya a verlo

PAUL-... ¿Estas bromeando?

PATRYCK-¿No ves que Tord está preocupado por él?

PAUL-Él está bien, no necesita que vaya a verlo

PATRYCK-Claro, cómo si no le hubieras roto la cara hace unas horas

TORD-¡¿Unas horas?! ¿Cuanto tiempo llevamos aquí?

PATRYCK-Casi dos horas y media

TORD-¡Llévame con él!

PAUL-¡Qué no!

La discusión volvió a empezar, los demás suspiraron algo cansados, a la vista de todos Paúl estaba siendo un complemento egoísta, pero nadie más se atrevía a meterse en una pelea entre el líder y su mano derecha, Patryck lo había intentado y no había conseguido nada

TINY TORD | TomTordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora