Avery Rose |K.T|

CAPITULO OCHO

CAPITULO OCHO

TAEHYUNG

Nicolet destacaba como un ángel en estrado. Con su cabello rubio atado en un moño un tanto flojo, su hermoso rostro con la capa justa de maquillaje, sin esconder las pecas y color en sus mejillas. Y un atuendo completamente en blanco perla; pantalones rectos, blusa y cárdigan. Como siempre iba sin accesorios demasiado extravagantes, solo un par de pendientes pequeños y un collar con su inicial en oro.

Por un momento, nuestra mirada se encontró a la distancia y note como una pequeña sonrisa se filtraba en su expresión seria. Fue como si quisiera decirme, sobre todo; que estaba bien. Que estaría bien. Que los dos estaríamos bien.

Ayer había sentido que el mundo se me venía encima cuando la vi entrando en esta sala, pero esta mañana, cuando la vi entrar el sentimiento fue más bien de paz. Una serenidad que hace mucho no sentía.

Y estaba seguro que se debía a Nicolet.

—Poppy Nicolet Falcon ¿Eso es correcto? —la abogada de Grisel estaba de pie ante la tribuna. La sala se llenó de silencio y tuve que cuadrar los hombros para disimular el malestar que me ocasionaba simplemente escuchar a esa mujer que se había vendido a Grisel.

—Si, señora. Es correcto.

—Señorita Falcón ¿Esta usted enamorada del señor Taehyung Kim? —la pregunta fue rotunda y directa. Sin contexto.

Mi ceño se frunció y con cierta inquietud en el pecho, voltee a ver a Nicolet que lucia igualmente sorprendida. Una apenas perceptible expresión en su rostro mostró su desconcierto...o molestia. Entonces, una risa nerviosa pero tensa curvo sus labios en una sonrisa que no llegó a sus ojos.

Estaba incomoda. Muy incómoda.

Al igual que yo.

—¿Disculpe?

—¿Esta. Usted. Enamorada. Del. Señor. Taehyung. Kim? —cuestiono una vez más. Lento, Pausado; como si Nicolet no entendiera inglés.

Y Dios, cuando odiaba Nicolet que la tildaran de estúpida.

—No en la misma forma en la que solía hacerlo cuando estábamos juntos...

—Pero aun tiene sentimientos por él. —corto la mujer.

Punto dos; Nicolet odiaba de manera repulsiva que la interrumpieran.

De manera discreta y femenina, contuvo el enojo.

—Estuvimos juntos cinco años, señora. ¿Si aun tengo sentimientos por él? Sí, fue y es alguien importante en mi vida, así que mentiría si dijera que no tiene un lugar en mi corazón. Lo aprecio y lo respeto.

—Aun lo ama.

Nicolet le sostuvo la mirada a la abogada. Y aunque una parte de mi sabía que estaban presionando sus botones para acabar con su paciencia, de pronto me sentí ansioso de escuchar su respuesta.

—No soy la clase de persona que deja de amar a las personas que alguna vez amo; de cualquier manera, posible en la que se puede amar. Así que si, aun amo a Taehyung y a su hija.

¿Qué quería decir eso entonces? ¿Amor y respeto? Eso sonaba más como lo que le decías...a un amigo. 'Lo amo de manera distinta'.

Me contuve para no fruncir el ceño, pese a lo amargo que de repente me escuche ante esa respuesta vaga. Que me pusiera en el mismo cajón que mi hija de 15 años...no me hacía sentir realmente satisfecho.

—Señorita  Falcon ¿Qué edad tiene?

—26 años.

—¿Y que edad tenía cuando conoció al señor Kim?