El Guardapelo

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Un estruendo en la cocina hizo que Ron y Hemione, que estaban en el salón, corrieran hacia allí a tiempo de ver a Kreacher y a Dobby empujar a Mundungus Fletcher contra un ricón.

—¡Harry! —Gritó Ron hacia las escaleras.

Su amigo ya las bajaba de dos en dos seguido de cerca por Malfoy quien también descendía pero con mucha menos prisa.

—¡Dobby! —Exclamó con sincera alegría al verle

El elfo se agarraba la oreja con timidez pero sonreía con sus enormes ojos llenos de alegría.

—Buenas noches, Harry Potter

Kreacher estaba en silencio y dio una patada a Mundungus cuando trató de moverse

—Bien hecho Kreacher —dijo dando una palmada de reconocimiento en el pequeño hombro de la criatura —Gracias.

Él no respondió pero asintió con la cabeza y se alejó un par de pasos sin dejar de mirar a Mundungus

—¿Qué haces aquí Dobby? —Preguntó Hermione al elfo

—Dobby vio a Kreacher en el callejón —se subió de un salto a la encimera de la cocina y se sentó con los pies colgando —Dobby le preguntó si necesitaba ayuda y Kreacher dijo que no.

El otro elfo gruñó algo desde su posición cercana a la mesa.

—Pero Dobby pensó que igual sí la necesitaría cuando le oyó hablar de Harry Potter señor. Dobby siempre ayuda a Harry Potter si Harry Potter lo necesita.

—¿Dobby?

Malfoy había llegado a la cocina y miraba al elfo confundido

—¿Señor Malfoy? —dijo el elfo casi tan soprendido como el chico —Dobby no entiende porque el señor Malfoy está con Harry Potter aquí señor. Draco Malfoy no es amigo de Harry Potter.

—Es una larga historia Dobby —Dijo Harry —Malfoy está con nosotros ahora

El elfo no parecía muy convencido, miró a Draco con la cabeza ladeada y aquellos enormes y expresivos ojos clavados en los de él y al cabo de unos minutos centró su atención en Mundungus.

—Tú... —Dijo Harry acercándose al recién llegado —¡Entraste en la casa de Sirius! ¡Le robaste!

—A ver a ver... —él se escudó tras sus propias manos —no es para tanto Harry, me llevé algunas cosas pero ¿Quién las iba a echar de menos? Quiero decir, no eran cosas de mucho valor, solo algo aquí y allá

Ron le apuntaba con la varita

—Venga chicos —dijo el mago tratando de apaciguarlos un poco —no es para tanto

—Quiero saber qué has hecho con el guardapelo

—¿Con el qué? —Preguntó Mundungus que no apartaba la mirada de la punta de la varita de Ron.

—Un relicario, un colgante en una cadena —resumió Hermione

—Me lo requisó una bruja del Ministerio

—¿Quién? —preguntó Harry

—No lo sé, no la había visto antes, una bajita, algo repelente vestida de rosa con la voz aflautada —sacudió la cabeza —quiso requisarme todo lo que tenía, por suerte lo único que me quedaba era ese colgante.

—Umbridge —dijo Malfoy que estaba apoyado en el marco de la puerta —¿Está claro no? ¿Conocéis a alguna otra bruja repelente vestida de rosa?

—Vaya Malfoy —dijo Hermione —hace unos años cuando intentó arrebatarle el puesto a Dumbledore parecía caerte muy bien

El precio de la redenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora