Vuelta al hogar

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Ginny parpadeó confundida y ahogó un bostezo, se pasó la mano por la frente mirando alrededor e incorporándose lentamente mientras una ola de calor recorría su rostro al darse cuenta de que se había quedado dormida encima del enfermo al que había estado cuidando toda la noche.

Vaya una enfermera había resultado ser, se dijo con un bufido mirando a Zabinni quien aún seguía con los ojos cerrados en completa quietud.

Pensaba que aún dormía hasta que vio que sus labios se torcían en una pequeña sonrisa.

—No quería despertarte —dijo con la voz aún algo enronquecida — parecías muy feliz roncando encima de mis recién estrenadas costillas nuevas.

Ginny quiso gritar de felicidad al darse cuenta de que aquella serpiente estaba mucho mejor pero cuando comprendió sus palabras resopló con indignación.

—¡Yo no ronco Zabinni!—masculló mirándole con el ceño fruncido en una mueca feroz.

—Si que lo haces —su sonrisa se amplió y abrió los ojos que ya no estaban hinchados —es un ronquido más parecido al ronroneo de un gatito, pero un ronquido al fin y al cabo.

Ella se puso del mismo color que el escudo de su casa.

—Gracias por esto —volvió a decir Blaise repentinamente serio dejando a un lado el buen humor y las tonterías que le caracterizaban — Por quedarte aquí y cuidar de mi toda la noche.

—No ha sido para tanto —respondió ella con un suave encogimiento de hombros — no eres mal enfermo cuando estás dormido.

Blaise la apuntó con un dedo amenazador

—Me hechizaste pelirroja, no me he olvidado de eso.

Ella se echó a reír de buen humor.

—Sabes que era la única forma de sacarte de allí.

Zabinni frunció el ceño con cierta preocupación.

—Los Carrow me buscarán. Aunque por un momento creí que iban a dejarme allí sin más.

Ella negó y se sentó en la orilla de la cama.

—Neville dice que escuchó a Crabbe y Goyle hablando con Parkison en el Gran Comedor. Alecto no está nada contenta con tu desaparición y están haciendo apuestas sobre si has conseguido escapar y hasta dónde has podido llegar solo.

—Entonces será peligroso que Nott salga, nos han visto demasiadas veces juntos.

—Esa serpiente es astuta — Ginny hablaba con los ojos brillando de contento — no regresó conmigo de las mazmorras. Se fue a la Sala Común de Slytherine y estuvo hablando con Daphne Greengrass durante un buen rato, jugó una partida al ajedrez mágico con Harper y se fue a dormir a la vez que Goyle. Además antes de eso se dejó ver en la biblioteca y estuvo haciendo el trabajo que os mandó Snape de Defensa Contra las Artes Oscuras.

—Bien —hizo una mueca y se colocó la almohada — con un poco de suerte pensarán que he dejado el castillo.

—Por el momento nadie imagina que puedas estar con nosotros. Defender a aquel niño fue algo muy valiente, no demasiado propio de un Slytherin —terminó con una pequeña sonrisa.

Él le restó importancia con un gesto displicente de la mano.

—Imagino que hasta una serpiente puede tener sus momentos— cerró los ojos un instante y cuando los abrió de nuevo habían perdido el brillo divertido que parecía perenne en ellos — Realmente pensé que no lo contaba.

—Bueno, por un momento nosotros también —ella le regaló una sonrisa pequeña pero sincera y se pasó un mechón de pelo liso tras la oreja —iré a buscar a Nott, ha estado muy preocupado por ti.

El precio de la redenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora