Hoy era tu cumpleaños, o por lo menos, el fin del mismo.
Tus amigos habían planeado este día por semanas solo para hacerte lo más feliz posible y, siendo completamente honestos, lo habían conseguido. Pasaste un rato maravilloso disfrutando la tarde con ellos y como consecuencia, ahora te encontrabas completamente exhausta. Eran casi las tres de la mañana y todo lo que querías en ese momento era ponerte el pijama y meterte bajo las sábanas lo antes posible.
Te dirigiste a tu cuarto lista para seguir el plan que tu mente había trazado desde el momento en el que pisaste el apartamento. O eso es lo que estabas planeando hacer, hasta que algo de lo que ya te habías olvidado atravesó tu cabeza.
—¡Las plantas! —recordaste.
Vivías en el último piso de un pequeño pero precioso edificio en Nueva York. Este detalle te pudo dar la maravillosa oportunidad de plantar algunas flores y otras plantas en la azotea. La parte superior del edificio paso de ser un aburrido y triste lugar a un pequeño paraíso de colores y diferentes combinaciones florales que daban vida a aquella vieja construcción y, en tu opinión, lo hacían el sitio más bonito de la ciudad. Estabas muy orgullosa de todo lo que habías conseguido crear tras todo el tiempo pasado. Y no solo tú. Tus vecinos, que la mayoría eran ya ancianos, estaban encantados del pequeño jardín que habías hecho crecer.
«¡Maldita sea! Se me había olvidado completamente regarlas» pensabas mientras te dirigías rápidamente hacia arriba.
Rápidamente subiste las escaleras hasta llegar a la azotea. Abriste la puerta con cuidado. Era una puerta bastante vieja y, aunque te pasabas de vez en cuando a echarle un poco de aceite para que chirriase menos de lo que ya hacía, aún era delicada.
Obviamente lo que esperabas al llegar arriba era a tus pobres y sedientas plantas esperando ser regadas, pero sorprendentemente, había otra singular figura caminando entre las flores. Estaba oscuro, así que no podías ver nada, pero no te tomó mucho tiempo diferenciar que aquella figura era la de una persona, o eso creías. ¿Pero quién da paseos por la azotea a estas horas?
Creyendo que lo más seguro era que se tratase de uno de tus vecinos, estabas a punto de decir algo, hasta que un fuerte ruido proveniente de detrás tuyo te asustó, haciendo que te giraras de inmediato.
En medio de la oscuridad, te diste cuenta de que el viento acababa de cerrar agresivamente la puerta, dejándote atónita por el susto.
Te volviste a dar la vuelta para encarar la figura que caminaba por tus jardines de nuevo, pero te sorprendió el hecho de que no había absolutamente nadie allí.
Sacaste la linterna del móvil para comprobarlo: efectivamente, nada. ¿Estabas imaginándotelo?
Suspiraste mientras te frotabas el ojo —No puedes estar TAN cansada como para estar viendo cosas, (T/N)...
Dirigiéndote hacia la manguera a unos pocos metros de distancia, te diste cuenta de que había una pequeña nota apoyada en una de las plantas más significativas que tenías: un bonsái colocado justo en el centro de todo el jardín.
"No te preocupes, ya no es necesario que riegues las plantas. Ten una buena noche.
P.S. - Esta es mi favorita."Estuviste unos segundos pensando en quién podría haber estado regado las plantas. Nadie de tus vecinos solía hacerlo, ya que les solía costar subir las escaleras hacia la azotea, solo muy de vez en cuando te los encontrabas paseando por allí. Dejaste que uno de tus dedos se apoyara suavemente en la tierra de algunas plantas próximas a ti para que, efectivamente, pudieses encontrarlas mojadas. Tampoco pensaste mucho en quién podría haber sido. Al fin y al cabo, eras conocida en el vecindario por llevarte bien con todos los que vivían en el edificio. Y no era ningún secreto que hoy era tu cumpleaños, así que tal vez alguno se había tomado la molestia de subir y regarlas por ti. Además, estabas demasiado cansada para darle más vueltas a la cabeza.
Recordando el pequeño boli con forma de jirafa que tus amigos te habían regalado mientras jugaban y bromeaban con él esa misma tarde, escribiste otro mensaje en la esquina del papel, el cual simplemente decía "gracias" con una carita feliz como toque final. No sabías del todo si el dueño la leería. Seguramente no, pero si algo te había enseñado tu madre era que siempre era necesario ser educada, así que por lo menos ya habías hecho tu parte.
Es entonces cuando recordaste algo.
—¡Claro! —exclamaste —Ha debido de ser el nuevo vecino.
Hace un par de semanas se mudó a un apartamento cerca del tuyo un chico que rondaba tu misma edad (o eso aparentaba). No hablaste mucho con él, lo suficiente para darle la bienvenida y saber su nombre: David. «A estas alturas probablemente sepa que hoy es el día de la semana que me toca regarlas...» Te encogiste de hombros y simplemente tomé una nota mental de agradecérselo más tarde.
De nuevo, abriste la puerta con cuidado, esperando poder volver a la cama y dormir unas cuantas horas. Una vez más miraste tras tuyo. No sabías muy bien por qué. Intuición, tal vez. Cerraste la puerta y no lo pensaste dos veces antes de dirigirte a la cama, donde pasarías una noche realmente reparadora.
. . .
Hola!! Solo quería decir que muchísimas gracias por leer esta pequeña historia!!
Estoy muy emocionada por seguir escribiendo estos scenarios. He sido fan de estos chicos desde siempre y creo que es un buen momento para empezar este tipo de fanfic, sobre todo después haberme enterado de que se va a estrenar una nueva película: TMNT: MUTANT MAYHEM!!!!!!
Espero que os gusten estos scenarios tanto como a mí me gusta escribirlos!! Gracias de nuevo por leer! <33
— CREDITOS DEL ARTE: Baraturts en Devianart —
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LEO x READER scenarios «ESPAÑOL» [TMNT]
Fanfikce¡Hola! Como podréis ver en el título, esta historia será compuesta por pequeños scenarios de Leonardo y tú. ¡¡Espero que la disfrutéis mucho si le dais una oportunidad!! TMNT y sus personajes no me pertenecen, esta obra pertenece a sus propios cread...