• 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞 • • eruri •

🔅Diciembre 8

- Buen día... - susurró Erwin.

- Bien día... qué horas son? - preguntó mientras se comenzaba a levantar de la cama.

- Exactamente son las 6:30 a.m. iremos a desayunar, luego comenzaremos a trabajar, y por último visitaremos a Hange. - explicó el rubio.

- Le daremos la nueva noticia? - preguntó algo emocionado. - Ayer hice cuentas y no tendremos que trabajar tanto en ese horrible lugar.

- Si... lo mismo hice yo, y haciendo cuentas saldremos antes de tu cumpleaños, solo esperemos que no nos seleccionen para las festividades. - mencionó apartándose del pelinegro.

- Por cierto... aquí tienes tu camisa, lamento haberte molestado. - dijo algo avergonzado extendiendo su mano para dársela.

- No, no es ninguna molestia, igualmente me brindaste el calor de tu cuerpo, de nuevo te quedaste junto a mi, pero está bien, me estoy acostumbrado y me gusta. - rió un poco.

- Aquí vamos otra vez... - caminó hacia el rubio llevando su camisa en la mano. - Si tanto te gusta estar "pegado" a mi simplemente tómame. - agarró el cuello de su camisa y lo bajo hasta que quedara a su altura.

- Y me lo dice el que fingió estar dormido mientras lo toqueteaba... - le miró desafiante con un brillo intenso en sus ojos azules.

- A-Ahhh!?? Sabias que estaba despierto!?
- exclamó soltando su agarre.

- Jajajaja~ Si, tus latidos fueron más rápidos, al igual que tu respiración... - dijo entre risas, hace tanto que no reía por algo tan tonto.

- Me iré a bañar... y toma tu camisa! - se la aventó directo al rostro y caminó rápidamente a la ducha.

[...]

Al llegar a los comedores comenzaron a ver a sus alrededores en busca de la castaña cuatro ojos, pero no estaba ahí, las demás chicas que estaban sirviendo el desayuno solo saludaban y peleaban por servirles la comida a esos dos...

- Alguna de ustedes sabe algo sobre Hange Zöe? - preguntó el rubio.

- N-No! Tal vez la cambiaron a otra área!
- respondió algo nerviosa.

- Ya veo, gracias... - Erwin se llevó su comida y caminó hacia Levi.

- Algo sobre Hange? - preguntó mirando a sus alrededores.

- No, nadie sabe dónde está, pero mintieron, en realidad yo creo que ellas tienen algo que ver con su "desaparición". Igualmente hoy en la tarde vendremos a verla, estoy seguro que estará justo acá! - exclamó Erwin mientras comenzaba a ingerir sus alimentos.

- Si... ella nunca se perdería esta visita, y gracias por traerme mi comida. - dijo el pelinegro destapando sus cubiertos.

Mientras comían ambos estaban pendientes si miraban a la castaña, pero nada... era extraño ya que desde su separación Hange siempre había estado en las carpas sirviendo el desayuno. Al terminar llevaron sus bandejas y se retiraron del lugar.

- Hoy será un largo día, empezando por terminar de excavar en esa estúpida mina!
- exclamó el pelinegro molesto.

- Si... esta vez ve tú al frente, es más fácil romper la piedra que estar buscando pequeñas joyas. - dijo dándole un pico.