章 » 36

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_____: Creo que se tomó muy en serio esto...

Decía la niña mientras sacaba cuidadosamente el regalo de la caja.

_____: Pero debo admitir que es muy linda... Una hermosa katana.

Con cuidado la puso nuevamente en la caja, para luego meterla debajo de la cama.

_____: Si papá lo ve me la puede quitar. Mejor ya me voy a dormir.

Y así se fue a su cama, para caer en los brazos de Morfeo.

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Muy temprano a la mañana

El rey demonio se dirigía a despertar a su pequeña, era el día en el que por fin la entrenaría.

Entro sigiloso a la habitación de la niña y lentamente la comenzó a llamar.

Muzan: _____, cariño, debes despertarte.

Así por unos segundo estuvo el azabache, hasta que la pequeña al fin despertó.

_____: Mm... ¿Qué pasó?- pregunto somnolienta.

Muzan: Buenos días, cariño. Es hora de tu entrenamiento.

_____: ¿De mi que?- volvió a preguntar muy sorprendida.

Muzan: De tu entrenamiento, ¿Recuerdas? Comenzaríamos después de tu cumpleaños.

_____: ¡Es cierto! Se me olvidó.

La menor con entusiasmo se levantó de la cama y fue hacia el baño, para lavarse la cara y los dientes.

Salió con una sonrisa, esperando las indicaciones de su padre.

Muzan: Ponte ropa muy cómoda y que te haga la movilidad fácil. Te espero abajo.

_____: ¡Si!

El mayor salió y la niña se puso la ropa adecuada.

Con rapidez salió de la habitación y se dirigió a dónde estaba su padre.

Muzan: Bien, sígueme. Iremos al lugar de entrenamiento.

El demonio y la humana caminaron por la casa hasta llegar a una gran puerta.

El mayor con naturalidad se adentro a la gran habitación, mientras que la niña iba despacio detrás de su padre.

Era una habitación gigante y había muchos materiales de entrenamiento.

_____: E-esto es enorme.

Muzan: ¿Verdad? Aquí entrenan las lunas, nunca dejan de entrenar. Es su obligación entrenar todas las noches.

_____: Con razón no se encuentran aquí.

Muzan: Exacto, tu entrenamiento será por el día, para que las lunas no estorben. Así que deberás despertarte todas las mañanas a esta hora, prepararte y venir aquí.

_____: Como digas, padre.

Muzan: Entonces comenzamos. Primero, veremos cuánto equilibrio tienes, luego la fuerza y la flexibilidad y mientras avances con el entrenamiento irás mejorando cada una de ellas.

𝓜𝓲 𝓓𝓮𝓫𝓲𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭   (𝑴𝒖𝒛𝒂𝒏 𝒚 𝒕𝒖)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora