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— bien, confío en ti — dijo Scott dándote una sonrisa.

Scott agarró la máscara y se la puso, se fue acercando a la puerta. La puerta se abrió de golpe, y de esta salió un gran conejo azul, sus ojos rojos estaban puestos en Scott, este se quedó inmovil para ver qué era lo que pasaba, suplicaba por dentro que la opción había había la correcta.

El conejo salió del marco de la puerta y se puso a un lado.

— creo que quiere que entre — dijo Scott en susurros para después mirar al conejo, este se le quedó mirando fijamente.

Scott dio un paso hacia la puerta, pero el miedo hizo que retrocediera otro.

— sabes, creo que yo...

El conejo agarró a Scott y lo empujó dentro de la puerta, cerrándola justo después, rapidamente, Scott regresó, y empezó a golpear la puerta con fuerza, nadie respondía al otro lado. Se dio la vuelta y miró el nuevo lugar donde estaba.

Era una habitación totalmente vacía con tres pasillos posibles, uno tenía un cartel que decía NO ENTRAR, el otro tenia otro cartel que decía CUIDADO CON EL PERRO, mientras, el último de en medio tenia un animatronico en la entrada, un zorro rojizo con una estrella en el pecho, una pata de palo, y un garfio, parecía estar sosteniendo un piano de mano.

— a este Foxy si me gusta verlo — dijo Scott acercándose al zorro.

Al verlo de cerca, notó que estaba desactivado, Scott buscó algo con lo cual activarlo, pero seguía sin averiguarlo; en eso, un pequeño perico apareció en la habitación haciendo ruidos, pasó cerca de Scott, y este rápidamente lo intentó agarrar, pero se hizo plumas en el aire con un grito final.

El sonido despertó al zorro, Scott retrocedió por miedo, pero el zorro al notar esto inmediatamente alzó las manos.

YARRGH, no te preocupes, no pienso hacerte daño... wow, una persona, hace mucho no pasaban por aquí, dime ¿en qué puedo ayudarte? — cuestionó el zorro con entusiasmo.

— estoy buscando la salida de este lugar... ¿sabes algo? — preguntó Scott con algo de tranquilidad.

Yargh, lamento informarte, que salir de aquí es... imposible, todos nosotros estamos aquí desde hace tiempo, pareciéndose al mismo infierno, aunque recuerdo que era algo distinto, aparte que han llegado nuevos, este lugar es muy impredecible, no no estructura física

El zorro se ponía a pensar poniendo su garfio en su barbilla.

él nos mantiene aquí, no sabemos por qué, estamos a la espera de algo, o quizás alguien, él busca venganza de aquel que lo ha matado y revivido varias veces, lo llaman "el conejo de fuego"

— bueno, igual gracias, me ayudaste a darme una idea de lo que es este lugar al menos... ¿sabes por cuál camino debería continuar? — preguntó Scott.

— Yargh, éste — respondió el zorro señalando a sus espaldas — el otro te lleva a un lugar privado, y el otro te lleva la caseta del perro, ambos lugares muy peligrosos

— gracias, te lo agradezco en serio, ahora podré continuar sin tomar tantos riesgos — dijo Scott avanzando hacia el pasillo de en medio.

¡Hey! Espera, tengo algo para ti, ya que te ves perdido, tengo dos cosas que me sobran, tal vez te sena útiles a ti

— ¿qué cosas son? — preguntó Scott curioso devolviendo su camino ya avanzado.

Yargh, cosas de piratas, que al menos yo no uso, un hueso en perfecta circunstancias, y cinco Fazcoins, ¿cuál quieres?

Atrapado en mi vida Vol. 1 ‐ FNAF - (libro interactivo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora