•Amor Expirado || (STA#2) ||

8. Cuatro años atrás

Se abrieron las puertas de atrás dejando ver al jefe junto con unos paramédicos, llevaron a Hayes y bajé dándome cuenta que estaba Sean y Brandon.

–Vamos —me agarró Brandon abrazandome por los hombros y vio a Sean con victoria. Decidí no preguntar e irme con él.

Entramos al gran edificio, separando camino con Hayes cuando se lo llevaron a otros pasillos y nosotros subiéramos al elevador, piso numero trece esperando en todo el recorrido que nos mantuvimos en silencio, se abrieron las puertas dejando ver nuestra oficina. Brandon besó mi cabeza y se sentó en su escritorio, Sean acaricio mi cabello y también se fue a su lugar, caminé sin ganas a mi escritorio dejándome caer en la silla giratoria.

Mi escritorio resaltaba por el gran corcho que colgaba y varias fotos de mis chicos, jugando, sonriendo e incluso despistados. Incluso había tomado una gran foto de Sean con aquella mirada tan azulada.

Mi corazón sintió una punzada dolorosa, cerré los ojos haciendo que me llegaran recuerdos rápidos.

"–Eres hermosa ______, y no solo porque soy tu novio, lo digo porque es verdad. Eres perfecta, todo de ti es perfecto, hasta tus sentimientos, de tus pequeñas cicatrices hasta tus pequeños lunares, de tus hermosos ojos hasta tu pequeña nariz, tu cabello es tan suave, tu piel es tan delicada, de todos tus gestos tiernos hasta tus ataques de ira.

–Tus pequeños labios rosados y suaves es lo que más me gusta de ti, las chicas sencillas como tu son la cosa mas perfecta en el mundo, eres única, eres simpática, eres hermosa, tu eres un princesa. La única princesa que se ganó mi corazón en el momento en que la vi, la única princesa a la que me hizo creer en el amor a primera vista, eres la princesa a la que amo, y eso no lo cambiará.

–Apesar de los conflictos, aunque lleguemos a ese día en que ya no hablemos, yo siempre te pensare y estaré para ti pase lo que pase, siempre te voy a querer. ¿Entiendes eso? —".

Me puse la mano en el corazón como palpitaba a una velocidad descontrolada, me toqué los labios como se sentían con un leve cosquilleo y en mi cuero cabelludo se sentía el tacto suave, me levanté rápidamente hacia el elevador, Sean y Brandon gritaban pero los ignoré. Presioné el botón dos donde se encontraban los heridos, al llegar me dispuse a buscar la letra G; al encontrarla entré al pasillo y solo había cinco personas, entre toda las camillas la ultima del final de la habitación estaba recostado en la camilla, con una bata azul y con un libro a la mano, me acerqué a el y vi que estaba leyendo un libro que no debía, se lo arrebaté y me miró mal.

–¿Quien te dio esto? —agité el delgado cuaderno.

–Lo encontré por ahí —alzó los hombros con desinterés.

–Dime de donde sacaste el maldito cuaderno.

–Calma, tu amigo canoso dice que me conoces y bastante, así que me tomó confianza y me dio este libro escrito por ti —sonrió, quise golpearlo en ese instante.

–¿Cuanto tienes con él? —encontré un bote de basura y lo eché ahí. Con todas mis redacciones que solía hacer en las mañanas cuando tenía tiempo.

–Desde nuestro romance, la mención de la Mossad, amigos de Rusia, tu breve romance con Brandon y... hasta ahí me faltó más —alzó los hombros nuevamente. Aunque eso fue algo sin importancia para él, mencionar a Brandon había hecho sentir mi ira subir con rapidez.

–No debiste leer eso —siseé.

–¿Ah no?

–No, pero debo de hablar contigo.

–Bien —palmeó a su lado.

–¿Qué quieres? —fastidiada me hice la tonta a su petición pero palmeó nuevamente la camilla, rodé los ojos.