22. Brec; hayes

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Se atrevió a decir tal cosa y no me medí cuando mi plato apuntó a su blusa manchándola por completo.

–Lo siento —no me movía de mi lugar, no di el esfuerzo de dar una expresión lamentable pero eso no lo notó y patéticamente intentó quitarse la mancha de su blusa.

–Está bien —hizo una mueca molesta y dejó una gran cantidad de dinero sobre la mesa —. Vámonos, te llevaré directo a donde quieras y después te dejaré —la seguí y le abrí la puerta, gruñó un poco pero aún así salió del local.


      Me acerqué a la gran casa e ignoré por completo a _____ que se entretuvo en la fuente tratando de lavar su blusa, toqué el timbre hasta esperar unos cuantos minutos en que abriera uno de sus empleados.

–Señor Grier, no me sorprende que esté aquí —habló con amargura, atiné a sonreírle —. Si viene ver a la señorita Brec, está en su habitación.

–Gracias —antes de entrar me detuvo y lo miré interrogatorio.

–Dígale a su amiga que aquí no es un lugar para tomar una ducha —fruncí el ceño, miré a _____ y lamenté por haberlo hecho.

Sin blusa y con un top deportivo, pude admirar su bonito torso y unos tres tatuajes en su abdomen y uno en su hombro. Era eso, eso fue a hacerse ayer en la noche, por eso estaba cansada y molesta, solo era dolor por aquellos dibujos. Una corta risa salió por verla así y sumergir su blusa en el agua pero las pocas gotas de agua que había aterrizado en su cuerpo la hacían ver excelente.

Carpenter era excitante.

El olor a canela extravagante me asfixió, subí a las grandes escaleras hasta llegar a la puerta aunque detuve mi puño antes de tocar y convencerme que esto era buena idea.

Tú puedes cabrón, vamos.

Solo necesitas pedirle tu laptop y lárgate, no la mires a los ojos y escóndete el anillo de promesa.

Después de tres toques, pude escuchar su voz rota cederme el paso. Un poco inseguro, cuando ingresé, se levantó rápidamente de la cama y debajo de sus ojos se notaba unas grandes marcas negras. Oh Brec.

–¿Q-que haces aquí?

–Necesito mi laptop —soné un poco rudo pero ella no refutó y buscó en su escritorio.

–Yo- yo quiero darte las gracias, me salvaste de muchos proyectos y... me gusta tu fondo de pantalla —todo aquel muro que quise ser cuando entré se desvaneció y me sonrojé.

Una foto de nosotros, no la quité y parece que ella tampoco se tomó el tiempo de hacerlo. Pero recordé ese día, tan lindo el clima y estábamos con amigos, lo aprovechamos y tomamos unas cuántas fotos. Sin olvidar que ella también lucia tan bonita.


 Sin olvidar que ella también lucia tan bonita

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•Amor Expirado || (STA#2) || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora