•Amor Expirado || (STA#2) ||

41. Mamá te ama (Parte 1)

–¿Él es Sean? —habló Skylar mientras tocaba la foto que nos habíamos tomado todos los chicos hace dos años.

Asentí —. Y él es Brandon —apunté al ante mencionado, se acercó la foto demasiado cerca de ella.

No me sentía muy de buenas hoy, había noticias que querían desconectar a los chicos y eso nos hizo una furia a Adam, Chris y a mi, pero la organización se puso de acuerdo con los del hospital en que les daría una gran suma de dinero si los mantenía un poco más.

Había veces en que cuando dejaba a Skylar en la escuela, iba a la organización aunque sea entrenar un poco, ya no tenía mucho que hacer en la casa, en la escuela estábamos en periodos tranquilos así que si pude convivir un poco con las chicas pero la presencia del chico bonito no estaba.

Pronto serían las vacaciones de primavera y estaba ansiando ese día, quería llevar a Skylar a la playa junto con los chicos.

–¿Y él? —apuntó al de pelo casi ondulado.

Ya estábamos a casi Mayo, Chris y Adam nos visitaban ya que la mayoría del tiempo se quedaban allá y en veces en algunas noches de quedaban a dormir con nosotras. Jugaban con Skylar y a veces hacían pijamadas, aunque en esas noches también Chris me mostraba pruebas sobre la madre de Skylar, tenía antecedentes, mala reputación, vicios pero tenía mucho dinero aunque no lo ha usado para buscar a su hija. No ha intentado lo más mínimo.

Chris aún no estaba de acuerdo el tener una niña en casa, lo admito, Skylar llegó de la nada a nuestras vidas pero yo era muy egoísta para dejarla ir.

–Es Patrick —la miré, se quedó congelada, sólo parpadeaba —. ¿Que pasa Sky? —me miró.

–¿Podemos ir a una feria? —sonrió, miré la foto, en el fondo estaban las luces y un ambiente divertido.

–Bien, sólo por hoy, ya es hora de que salgas a divertirte —chilló y corrió por toda la casa.

–¡Mira ese panda! ¡YO QUIERO EL PANDA! —gritó y corrió, la seguí.

Cuando llegamos al pequeño puesto que una chica tenía una tabla y a su lado los pequeños carros en forma de animales.

–Hola ¿en que puedo ayudarle? —antes de que le contestara, Sky ya había sacado el billete de mi bolsa del pantalón y se lo aventó a la chica para que subiera al carrito en forma de panda y conduciera por toda la feria.

–Lo siento tanto, está emocionada —sonreí apenada y corrí detrás de Sky sin antes lanzarle un billete a la chica y subirme a un carrito en forma de cebra.

¿Esta cosa no avanza más rápido o qué?

Salté e incluso me sacudí para que el carrito avanzara más rápido pero nada. Alcancé a ver a Sky enfrente de una tienda de dulces, los miraba con admiración, me bajé del carrito y me puse a su lado, me vió y avanzó, eché la cabeza atrás y subí nuevamente al carrito.

Claramente me veía muy tonta en esta cosa, dejé el carrito por ahí aunque teníamos claro que uno de los encargados lo recogería y corrí hacia Sky «como lo hemos estado haciendo hace rato». Mientras corría dentro de mí sentía algo malo, algo malo va a pasar, mis pensamientos se interrumpieron cuando sentí un abrazo en mi pierna, bajé la mirada.

Sky estaba riendo, me arrodillé, apuntó a una pequeña cabina, la cargué y la llevé para allá.

–Bien, tu mira hacia la cámara —se subió a la pequeña silla de madera y miró directamente a la cámara con una pequeña sonrisa.

Eché las monedas haciendo que en la pantalla saliera los números en cuenta regresiva.

Cinco, cuatro, tres, dos, uno.