heeseung apretó los puños y se removió inquieto en el piso de la sala de práctica. habían transcurrido tres horas desde que riki había dejado el edificio, sin dinero o telefono, en una ciudad que prácticamente no conocía, indefenso ante cualquier loca saessaeng u otros peligros.
no podía evitar pensar en que todo era, en parte, su culpa. sabía que jungwon estaba lidiando con muchas tareas como líder, lo cual era una carga que dejó que los demás pusieran en el menor. él conocía el dolor de riki y la realidad de lo que había ocurrido la noche en que se distanció de sunwoo, y aún así, no trató de explicarle al menor lo que realmente pasó, dandose como excusa el hecho de que debía solucionar el problema solo, cuando una sola palabra suya pudo haber evitado la tragedia que se estaba desarrollando frente a sus ojos.
además, ni siquiera pudo cumplir con la tarea de vigilar al menor, y dejó que todo le explotara en la cara. fue un mal hyung, un mal compañero y un mal amigo. pero eso no era novedad para él en este punto.
sintió una presencia unirse a su lado y contuvo la respiración por unos instantes, aunque eso no evitó que inhalara el delicioso aroma del otro, ligeramente más fuerte a raíz de la práctica anterior. unos delicados y hermosos dedos tocaron el dorso de su mano, así que heeseung, sabiendo demasiado bien que jugaba con fuego, permitió que esa enrojecida mano se entrelazara con la suya.
era tan hipocrita.
fingía preocuparse por el conflicto entre riki y sunwoo, cuando todo el tiempo pensaba en ojos de cachorro y hoyuelos.
era tan codicioso.
quería todo lo que nunca podría obtener.
lo deseaba con tanta fuerza que a veces dolía fisicamente.
y esa mano suave que humedecía ligeramente la suya solo era la antesala antes del apocalipsis.
la manzana del arbol prohibido.
el sol de icarus.
sabía que se estaba lastimando, y quizá sus sucios sentimientos destruirían el grupo que con tanto esfuerzo se creó en i-land, que el anhelo, los celos, la envidia y codicia eran la peor combinación en la situación actual, sin embargo, daría su corazón de rodillas, sin importarle las consecuencias, si pudiera ser aceptado.
si pudiera pertenecer.
así que se tragó el dolor que se arremolinaba en una bola justo en medio de su garganta y fingió ser confiable, tratando de no mirar más de lo que podía alguna vez alcanzar.
sin embargo, su lenguaje corporal no mentía, y unos ojos inteligentes en específico lo adoraban tanto que habían aprendido a leerlo como un libro abierto con el tiempo.
heeseung no era el único que fingía, que anhelaba, y deseaba.
solo que él no tenía todas las llaves y respuestas. él no podía hacer nada al respecto.
pero había alguien que sí.
lo siento si el separador se ve horrible. no encuentro el original y me tocó sacarle screenshot de partes anteriores para este capítulo.
espero que no se hayan decepcionado mucho de esta historia. parece que no logré hacerla con los personajes lo suficientememte celosos para hacerle justicia a la canción de la que me inspiré. pero espero que les guste, independientemente del resultado.
¿Alguien se le ocurre alguna teoría sobre los sentimientos ocultos de heeseung y lo relacionado hacia su vida amorosa?
¿Teorias sobre quien estaba espiando al jakehoon? si no tiene ni idea, no pasa nada.
¿Pensamientos sobre sunwoo y ri-ki?
gracias por leer, prometo terminar pronto, no queda mucho, no quiero alargar demasiado esta historia.
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selfish [sunki]
Romance《no me llames egoísta, sabes que odio compartir.》 •sunki. •minúsculas intencionales. •historia corta.