nueve.

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riki no era tonto. sabía que sus decisiones habían afectado la dinámica interna de todo el grupo, e incluso engenes lo notaban, comentando en los lives acerca de la lejanía entre sunghoon y él, pero cada vez que lo veía  sentía que podía vomitar su alma.

estaba destrozado. a veces lloraba en las noches recordando esos momentos que compartió con sunoo durante su primer y último mes de noviazgo, o las divertidas experiencias que vivió al lado de su amigo mayor, quien, al final terminó haciendo jirones su corazón.

algunas veces sentía caricias en su cabello luego de quedarse dormido con las mejillas húmedas por el llanto, otras escuchaba comentarios preocupados de voces dulces, e incluso, llegó a sentir en contadas ocasiones como limpiaban la humedad debajo de sus ojos, antes de poner besitos suaves en sus labios. siempre supo quien era, pero, por lo general, solo ocurrió cuando estaba entre en el borde de la inconsciencia, y su cuerpo ni su voluntad respondían ante aquellos toques cargados de ternura.

sin embargo, su punto de quiebre total fue cuando su coreografo detuvo la práctica de un martes y lo observó con el ceño fruncido. riki sabía que llevaba días cometiendo errores inusuales en alguien con su bagaje, pero ese día estaba totalmente fuera de ritmo y coordinación.

—no sé que está pasando contigo, ni-ki ah, pero si no eres capaz de rendir adecuadamente en el ensayo, mejor toma 10 minutos para aclarar tus ideas y no le hagas perder el tiempo a tus compañeros.

el japonés sintió como su cara y su cuello se colocaban extremadamente calientes y cometió el error de mirar a sunoo, quien lo observaba como si no lo reconociera. esa expresión desconocida desencadenó algo dentro del pecho del menor que lo orilló a salir a trompicones de la sala de prácticas. no obstante, no se detuvo en el baño que quedaba a la vuelta del pasillo, sino que avanzó hacia el puesto de bioseguridad de la empresa, tomó un cubrebocas negro y abandonó el edificio.

probablemente el guardia pensó que iría a comprar bocadillos, o no le importó lo que ocurría con él. talvez incluso estaba dormido, ya era la 1:00 am, después de todo. sin embargo, lo que pasaba con quienes le rodeaban lo tenía sin cuidado. no podía quedarse un segundo más cerca de sunoo, quien actuaba como si nada, quien no parecía ver cuando daño le hacía con su indiferencia, con los recuerdos positivos y aquel fatídico momento en que lo encontró besando a su hyung.

su hyung mucho más guapo y carismático que él.

¿por qué sunwoo lo querría si tenía enfrente la cara y los brazos de park sunghoon?

¿por qué sunwoo lo querría si convivía todos los días con el increiblemente talentoso park sunghoon?

¿por qué sunwoo lo querría si el amable y gracioso park sunghoon siempre estaba a su alrededor?

riki era demasiado alto para su edad, tenía habilidades sociales torpes, batallaba para entender sus estudios, a diferencia de cierto patinador de hielo que los completó incluso practicando un deporte de alto rendimiento, e incluso tenia horribles bromas para hacer, que a veces rayaban en la grosería. ni siquiera era especialmente tierno o adorable como jake, o un buen lider como jungwon y heeseung, e incluso era pésimo para cuidar y demostrar amor hacia los demás, a diferencia de jay.

la comprensión de su inutilidad y carencia golpeó a ni-ki con la realización de su incapacidad para merecer a sunwoo, quien se derrumbó en el pastó de un parque que no reconoció, luego de correr por calles que nunca antes había recorrido. se sentó en el suelo y sollozó con fuerza, abrazandose en posición fetal.

no era suficiente.

por eso sunwoo lo había engañado.

se dio cuenta de lo inutil que era, lo poco que valía, y decidió buscar a alguien más.

no era culpa de sunwoo ni de sunghoon.

era su culpa.

todo era su culpa.

selfish [sunki]Where stories live. Discover now