Día II

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Un nuevo día, los pájaros cantan, los trabajadores se preparan, el Pizza Plex abre sus puertas y Chica roba pizza

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Un nuevo día, los pájaros cantan, los trabajadores se preparan, el Pizza Plex abre sus puertas y Chica roba pizza. Un día como cualquier otro.

Roxanne había amanecido con su carga completa y lista para salir de su camerino. En su mayoría prefería siempre jugar algún juego con sus amigos o ella sola, pero esta vez sólo se motivó a practicar con su piano sentada en una de las mesas de la cafetería. Montgomery se acercó a ella.

—Oye Roxy, unos niños han pedido verte afuera, quieren autógrafos y una sesión de fotos.

—Enseguida voy —dijo ella tecleando su piano, sin pulsarlo—. ¿Son sólo niños, no?

—Sí... bueno, sí.

Se puso de pie para dirigirse al salón principal, seguida de su amigo lagarto, viendo una fila de familias con niños ansiosos por ver a su Glamrock favorita y poder conocerla de cerca. Roxanne amaba este tipo de cosas, claramente le encantaban los niños y poder interactuar con ellos. Aunque claro, a comparación de ella, esos niños no son tanto.

—Vamos, muestra una sonrisa —dijo Montgomery con diversión, formando con sus dedos una sonrisa en la cara de su amiga, quién inmediatamente apartó las manos de este con molestia.

Los niños abrazaban a Roxanne con felicidad, le hablaban e intentaban ver si podría responderles por su cuenta o sólo tenía leves diálogos programados. Al parecer, hablaba por ella misma, cosa que les gustó mucho más a los niños pequeños. Roxanne los saludaba y trataba con amor, accedía a todas sus fotos y tenía una increíble paciencia con todos. Eso sin mencionar que le pisaron la cola más de una vez. Las ganas de golpear a esos chamacos la cegó en ese momento.

Llegó el momento de unos dos niños que esperaban su turno en la fila, al parecer, uno un tanto mayor que el otro. Y aunque uno pareciera emocionado, el más pequeño para ser exactos, el mayor parecía sin ánimos o poco interesado.

Son niños, claramente a Roxanne no le importó ese detalle y aceptó la fotografía con ambos a la vez. Al principio el niño mayor parecía asqueado sin razón aparente, simplemente no le gustaba que Roxanne le tocara o rozara levemente, le parecía desagradable.

Cuando terminó el turno de los dos niños, estos se alejaron con sus padres, no sin antes el menor despedirse de Roxanne con todo el amor posible y un "Te quiero mucho". Sin embargo, Roxanne pareció prestarle más atención al comentario del niño mayor cuando este se alejó lo suficiente como para creer que Roxanne no escuchaba. No distinguió del todo sus palabras, pero logro escuchar "Esto es una tontería, Foxy era genial, ahora sólo está esta rara chica lobo" Para la época y la edad del niño podría parecer extraño que conozca a un animatronico tan viejo, aunque claro, sin descartar las posibilidades que haya escuchado de él a través de cuentos de adultos.

Roxanne pareció desanimarse ante esto, o ponerse un poco nerviosa. No entendía como es que eso la afectaba tanto cuando ni siquiera conocía ese tan mencionado zorro, pero hablar de él y compararlo con ella como si fuera mejor que ella la lastimaba.

Al escuchar que aquel niño prefería otro antes que ella, y aparte llamarla rara, esta no resistió las ganas de irse corriendo de allí, estando consciente que aún faltaban niños por pasar. La gente soltó murmuros y pequeñas quejas ante esto. Los niños habían esperado un largo rato para poder ver a Roxanne y ella de la nada se iba y sin intenciones de volver.

Montgomery que observaba desde lejos como su compañera había estado compartiendo con las criaturas, la siguió confundido ante la escena. Encontró a Roxanne en su minijuego de carreras, restringido para las visitas, sentada y aferrada a sus piernas con tristeza.

—¿Qué pasó? Las personas están impacientes.

Roxanne no pareció escucharlo, estaba susurrando cosas para sí.

—Ese mocoso no es nadie.

Montgomery la movió con lentitud para que se percatara de su presencia. Esta levanto la cabeza para ver a su amigo reptil.

—¿Te pasa algo?

Roxanne se levantó de golpe, tal parece mejor preparada para todo que nunca.

—No, nada, sólo fue un percance —habla ella sin mayor importancia.

—Roxy, la gente está quejándose, los guardias no pueden hacer mucho para calmarlos. Vuelve.

Roxanne bajó la mirada. Ya no tenía ánimos para ir. Con toda la sinceridad, Roxanne prefería quedarse en su habitación y hacer algo que le guste.

—No quiero —suspiró—. Los padres pueden hablar con sus hijos y explicar el porqué no estuve allí.

—Bien, ¿por qué no "estuviste"?

No hubo respuesta, no sabía que responder. Pero Roxanne estaba segura de su palabra, y no iba a volver, no por hoy.

Montgomery no recibió respuestas del porqué había salido corriendo de la nada, pero tuvo que quedarse con la duda.

Los empleados del Pizza Plex hicieron lo posible para encontrar a Roxanne pero esta se escondía muy bien, era ágil para ello. Ante esto dijeron que los niños podrían ver otro animatronico, siendo Freddy o Chica quién reemplace a Roxanne ese día, pero los niños que fueron era para ver a la loba, no otros robots.

El Freddy's Fazbear perdió muchas visitas ese día, soltando insultos porque los pequeños de la casa lloraban al no poder ver a Roxanne. Los visitantes decían que antes no pasaban esas cosas y que el animatronico estaba roto, necesitaban hacerle mejoras y que su sistema no falle para cuando esté en sitios con público. Nada de eso fue verdad, Roxanne sabía por qué se largó, con eso le bastaba.

Cuando Roxanne se dirigía hacía su habitación, se topó con la tienda de regalos antes, y su atención cayó en un desconocido peluche de zorro. Había visto varios de esos en el centro comercial, pero nunca le había llamado la atención, hasta ahora. Ella lo tomó con sus manos y lo observó para detallar mejor sus rasgos.

—Así que este es ese tal Foxy —adivinó ella, luego lo tiró a un lado como si no valiera nada—. Soy mucho mejor, esa cosa no es nada.

FNaF: Cubriendo HuellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora